La enfermedad de Chávez ha permitido poner en evidencia, una vez más, ese odio visceral de la burguesía latinoamericana en contra del proceso bolivariano y su política social, económica, cultural y de solidaridad. Por otro lado, también deja en evidencia el respeto de muchos gobiernos, queda claro el profundo amor que siente el pueblo bolivariano por su presidente, el reconocimiento de organizaciones sociales, culturales, la intelectualidad progresista del mundo, las manifestaciones de apoyo en todo el planeta. Ahí está reflejada la grandeza de Hugo Chávez. ¿Qué se le condena? ¿Qué se le rechaza? Simplemente el hecho de reivindicar una expresión del Libertador Simón Bolívar, que dice: “Que un buen gobierno es aquel que brinda la mayor suma de felicidad posible”…La República Bolivariana de Venezuela, será de los pocos países latinoamericanos que le dirá al mundo que se alcanzaron las metas del milenio: Erradicación de la pobreza extrema y el hambre, universalización de la enseñanza de la primaria, reducción de la mortalidad infantil, acceso a la atención y suministro gratuito de medicamento a personas que padecen el VIH-SIDA, el 90% de la población tiene agua potable, el 83.9% de la población tiene acceso a agua servida y además aparece la República Bolivariana de Venezuela como uno de los países más felices del mundo, según un reporte de Gallup. Estos logros del gobierno bolivariano producen animadversión hacia la figura del presidente Chávez. Un gobierno bajo la tutela del modelo neoliberal le es difícil alcanzar estas metas de tinte social. Colombia admite que muchas de ellas son inalcanzables, así se alteren de manera favorable las estadísticas de reducción de la pobreza.
Otro elemento que irrita e incomoda a los detractores del gobierno bolivariano tiene que ver con la solidaridad. Haití fue afectado por un devastador terremoto en el año 2010, Chavez anuncio la condonación de la deuda de Haití por la compra de combustible venezolano: “Haití no tiene deuda con Venezuela, es al revés: Venezuela tiene una deuda histórica con esa nación, con ese pueblo por el que no sentimos lastima sino admiración y compartimos su fe, su esperanza”. Cuando el gobierno de Israel pretendía aniquilar al pueblo palestino (2008) en una criminal ofensiva militar, el gobierno bolivariano calificó este hecho como una catástrofe humana y expulsa al embajador de Israel en Caracas, Shlomo Cohen. De la misma manera rechazó con vehemencia los hechos que permitieron el asesinato de Raúl Reyes (2008) ordenando el cierre de la embajada venezolana en Bogotá. El apoyo que ha brindado el gobierno de Chávez a Cuba, es una manifestación de independencia y un gesto valiente de solidaridad con el pueblo cubano y su gobierno en momentos en que las pretensiones norteamericanas son las de aplastar la revolución a través de un brutal bloqueo.
Otro elemento importante de iniciativa del gobierno bolivariano tiene que ver con la creación de entes de tipo económico, político, comunicacional, que han generado una dinámica interesante en América latina: La Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA), El Sistema Unitario de Compensación Regional (SUCRE), Petrocaribe, Tele Sur.
Pero lo más importante es que reivindicó un pensamiento que como el bolivariano, creíamos que era un pensamiento muerto, anclado en los libros escolares y en las bibliotecas. Chávez logra persuadir a todo un continente de la necesidad de auscultar en nuestra historia para delinear nuestro dura trasegar. Latinoamérica ha escrito una gran historia de lucha con sus más y sus menos, con aciertos y fracasos, con sonrisas y lagrimas.
Esperamos una recuperación en la salud del Comandante. Dice Maduro que, Chávez va remontando la cuesta y está avanzando. Dios lo permita.
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