El estrafalario evento que protagoniza más, Osmel Sousa que las mismas graciosas jovencitas que se disputan la alienante corona, es además acicate farandulero que proporciona sobre todo a las llamadas finalistas, posibilidades de codearse en el mundo novelesco o algún otro de la TV, donde el timo y la manipulación de destrezas constituyen caracteres primordiales en el desarrollo de sus potencialidades. Y Norkys Batista, la compulsiva estrella del ya anacrónico RCTV, no es una excepción en este caso. La diva, procedente de los más humildes barrios de Caricuao, pudo regodearse entre los más afortunados histriones del canal, para obtener protagonismo y co protagonismo en los enlatados novelescos de aquella vieja planta de Bárcenas y ahora entre el plantel de venevision. Nunca, como la deidad en ciernes lo refiere frecuentemente, ha estado Norkys al margen de la política nacional. Pero desde que llegó la revolución, la muchacha que protagoniza, una obra teatral denominada Los Orgasmos de Norkys Batista presentada en el Teatro Escena, con miles de teatro videntes, ha arreciado en política con furibunda energía contra todo lo que se parezca a Chávez. Y después que Winston Vallenilla se destapó en público como partidario de esta revolución, la heroína del guisote venenovidente MI ex me tiene Ganas, se tira los pelos en rabieta. Entonces hace público con emoción incontenida, con aquello de que “soy caprilista a morir”. Se sabe y a nadie le queda duda de que, la morena de Caricuao, estaba cuadrada con el tereco de la Mud y sus fantasiosas avideces de poder. Pero que se eche a morir, al margen de una postura histriónica, por el caballero que Chávez se coleteó el 7-O, la verdad que es novedosa noticia. Como cosa de novela, pues. Pero en los andares de la atrevida intérprete, cualquier situación se puede presentar. Y si la Batista tuvo la osadía, de mostrarse en exuberante desnudo en su famosa tele fábula, La Trepadora hace ya cinco años, no es para nada difícil imaginar, que la diosa de Caricuao pueda cuadrar una novelita con Capriles, con el romántico título de ”Al Majunche le tengo Ganas”.
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