Un mundo mejor

Desde el pasado siglo somos testigos de numerosos rondas internacionales promovidas para resolver los problemas del planeta. Las más fructíferas son aquellas cuando se reúnen los dueños del dinero, seguramente sus decisiones son de temer dado que afectarán los bolsillos de los más pendejos. Parafraseando e mi comandante Hugo, nos las pasamos de cumbre en cumbre, de conferencias en conferencias y los problemas de los terrícolas no sólo no se resuelven, sino que se agravan. Recién se efectuó la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y ¡cuidado!, allí se encontraban los amigos de Piñera, el presidente de Chile, sus invitados de la UE.

Imposible olvidar que los políticos y empresarios europeos fueron durante el siglo XVIII , XIX y XX los responsables de la esclavitud; el feudalismo; la colonización; las pestes traídas hacia el nuevo mundo; la formación de países mono productores que propició el subdesarrollo condenado a esas naciones a la dependencia económica extranjera, las guerras entre los mismos países de Europa, de las miserias de los pueblos y a aún sinnúmero de trastornos de los que Asia, África y América, no han podido deslastrarse. Cómo olvidar que el 30 % de las tierras del planeta fueron colonias de España. Portugal, Holanda, Bélgica, Reino Unido, Alemania, Italia y Francia. Se repartían las riquezas provenientes de las colonias, no para el beneficio de sus pueblos, sino de las grandes corporaciones económicas.

¿Qué buscaba la UE en el CELAC? Seguramente lo mismo que en los siglos pasados. La dominación, pero disfrazada con otro nombre: el libre comercio entre Europa y Latinoamérica. Un eufemismo, no para el beneficio de los habitantes de la América del Sur, si no para tratarnos como el sempiterno patio trasero, para ellos vender sus productos sin aranceles y los de este lado del charco, absolutamente, jodernos. Así ha sido la historia y no creo que cambiará. Si los líderes de la vieja Europa y sus empresarios no han tenido recato para llevar los recortes fiscales en España, Grecia. Portugal, Irlanda, Francia, Italia, Alemania, entre otras, generando desempleo, miseria, rebaja de sueldos, eliminación de servicios de salud, desatención en materia educativa, pérdida de vivienda, entre tantos males, qué puede esperar Suramérica de ellos. Probablemente pretenderán seguir esquilmándonos. De seguro, no vendrán a Venezuela para ilustrarse sobre la Revolución Bolivariana de mi comandante Chávez; ni tampoco irán Ecuador para conocer de Revolución Ciudadana; mucho menos a Cuba a recibir clases de socialismo dictadas por Fidel; así mismo, aprender a sobrevivir a un embargo de más 40 años enseñado por Raúl, ni tampoco a empaparse en Bolivia del secreto de Evo Morales de mejorar la vida de las comunidades herederas de los pueblos originarios…no, no nos caigamos a embustes, los políticos de la UE y sus empresarios fueron a la CELAC sólo para hacer negocios, y todos sabemos cómo es como los hacen: en detrimento de las economías más débiles. Sólo para su beneficio, ni siquiera para los habitantes de esos países, simplemente para que las cuentas bancarias de las grandes corporaciones aumenten a consta de la riqueza enterrada en nuestros suelos.

Tendré confianza en las cumbres internacionales cuando de tales salgan unas propuestas para que la gente del planeta cuente con un mundo mejor, por ejemplo, cuando:

Se destinen las ganancias del comercio para erradicar el hambre de los pueblos.

No exista un país cuyos políticos se consideren los policías de mundo que certifiquen a las demás naciones y dicten medidas de bloqueos contra países más débiles, económica y militarmente.

Se eliminen de una vez las armas de todo tipo y en verdad, se pueda hablar con sinceridad de una paz mundial.

No existan organizaciones militares internacionales, como la OTAN, cuya única función es invadir a otras naciones.

Los países, que se consideren potencias económicas y militares, no derroquen gobiernos que no le sean incondicionales, ni asesinen a sus líderes.

Las organizaciones internacionales, como la ONU, cumplan el papel para la cual fueron creadas y no se conviertan en brazo político de las grandes corporaciones económicas.

Todos los niños del planeta dispongan de agua potable, comida, educación, vivienda y el derecho a disfrutar de planes recreacionales.

Las personas de la tercera edad dispongan de una pensión, una casa y un sistema de salud digno. Además, de planes recreacionales.

Los trabajadores del planeta reciban un salario que les permita vivir una existencia digna.

Las grades corporaciones económicas internacionales entiendan que los pueblos son dueños de sus riquezas, con el derecho de explotarlas para resolver sus problemas.

No existan pueblos escogidos por un mesías, con patente de corso para apoderarse, a nombre del sionismo internacional, de las tierras que les son ajenas.

Los políticos que por equivocación sean responsables de los crímenes de sus congéneres reciban la aplicación de la ley, independientemente de su poder económico.

Las grandes corporaciones económicas, industriales, financieras y los gobiernos se comprometan a mantener el planeta libre de contaminación.

Las riquezas de un país sean repartidas equitativamente y no que una minoría goce de los beneficios que de éstas se obtengan.

Los obreros y campesinos controlen los medios de producción, distribución y almacenamiento, evitando así que la oligarquía continúe especulando al pueblo con sus onerosas ganancias.

Se eliminen de una vez todas las religiones, que lo único que han hecho es separar a los humanos para que los grandes jerarcas reciban pingües beneficios económicos.

Se prescinda el trabajo infantil.

Se erradique completamente el capitalismo como forma de concebir la economía que sólo beneficia las grandes corporaciones industriales-financieras del planeta.

Se creen leyes que protejan a todos los seres humanos por igual, sin que sean los adinerados los beneficiarios con medidas de excepción.

El socialismo reine en todos los rincones del planeta y se cree una nueva sociedad basada en la cooperación, el humanismo, la solidaridad, el efecto, la responsabilidad y el amor al prójimo.

Quizás, faltan muchas por incluir en la lista anterior, el lector podrá completarla. Tengo la certeza que la UE no asistió a la CELAC para hacer proposiciones de este tipo. De todos modos, les pongo a la orden los diferentes planes del gobierno de mi comandante Chávez para que se den por enterado que se sí es posible un mundo mejor. Larga vida a mi comandante Chávez.


enocsnchezlpez@yahoo.com


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Enoc Sánchez


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