En el terminal del la bandera discuto con una vendedora porque me está pidiendo por el cafécito que me vende a 4 bolívares. Solo le dí tres y me amenazó malandreándome como se dice en Caracas. “Te agradezco, no me malandres” le dije “que yo no te pago eso, igual tu harías con quien te ponga la harina pan al doble verdad?”...”el que la tiene la pone” me respondió...”cierto le dije pero por eso nos quedamos pobres”...”bueno me quedaré pobre pero me pagas, yo me quedo callada cuando me cobran”...”pero yo no” le respondí finalmente . Me fui y dejé las cosas de esa manera, ningún malandro me hizo nada obviamente.
Esta muchacha que no aceptaba mi resistencia a pagarle 4 bolívares por un diminuto café, esta haciendo lo que el mercado le dice que haga para salvar su situación inmediata -especular con la poca mercancía que puede llegar a sus manos-, incluso el “malandreo” última opción del pueblo oprimido que no ve salida a su pobreza que no sea la imposición frente a su hermano de pobreza, “se la pone” igual y amenaza. Pero al mismo tiempo se declara pasiva ante el sistema y se condena a la pobreza aún teniendo que enfrentarse a su igual. A la final se jodió sin entenderlo pero ya es parte de una violencia que la propia situación genera.
Lo cierto es que estamos viviendo una situación en donde “el espacio social” como sitio complejo y pleno de relaciones comienza a violentarse por dos situaciones que son ambas un punto límite de la misma. La primera tiene que ver con el “cuerpo monetario” que lo determina todo en la cotidianidad de ese macro espacio. Repitamos al mínimo lo evidente. Lo cierto es que una política económica que desde el año 2003 se enfiló hacia la defensa de las reservas y la inversión pública terminó acabando con las reservas de cualquier orden las cuales, de la misma manera que ocurre con la cuarta república, se quedaron en manos del gran capital bancario, de importación y especulativo (incluidos personajes de alto y mediano gobierno que se agregaron al mismo y se hicieron sus cómplices fundamentales, estimulando sistemas como el SITME...¿quienes?) además del lote de dólares que regalamos todos los días al comercio transnacional subsidiando y multiplicando su ganancia (empresas que ni siquiera pagan impuestos por tratado del doble tributación...cobran su producto en bolívares y de inmediato el BCV les cambia en dólares oficiales. Así cualquier “comida basura” vendida por ellos en Venezuela es más costosa en dólares que en Nueva York, cuidad más cara del mundo...imaginemos todo la suma de capital que esto representa si agregamos todo el conjunto de inversiones transnacionales). Este subsidio a la ganancia del capital nacional parasitario y el comercio transnacional ha multiplicado una deuda pública interna y externa descomunal, además de acabar con reservas permanentes y presupuestarias, aún con un petróleo a más de cien dólares el barril, fondo chino, etc. Pero además ha estimulado una economía de importación y de desinversión productiva. Un importador de carne por ejemplo así tenga que regalar toda la carne que importa ya tiene una divina ganancia asegurada por la dotación que se le hace de dólares oficiales y luego revendidos en mercado negro, los muchos que le sobraron con las trampas del factureo. Después vienen casos mucho peores de falsas importaciones, empresas intermediarias fantasmas dentro y fuera del territorio nacional, etc, que algún día y muy pronto habrá que contarlos. ¿Quién produce ante semejante golilla?.
Por supuesto todo esto nos lleva al primer quiebre que tiene que ver con el cuerpo monetario que desvela su dependencia absoluta de la economía monoproductora y súbdita del dólar (o del mercado internacional que es lo mismo), destrozándose la premisa independentista pero agregando un elemento terrible y es que se infla el precio del cualquier mercancía (el café de la muchacha) pero se desprecia totalmente el precio del trabajo (la muchacha aún especulando lo que pueda y con una hermana que trabaja y se ayudan, aún así es más pobre). Maestros, médicos, profesores universitarios, obreros calificados, ganando en muchos casos hasta menos del salario mínimo. El Estado genera su propia maquila entre sus empresas e instituciones con las políticas de contratación rápida, reproducidas al infinito en el espacio privado. Y para colmo se agrega una devaluación que nos pone a pagar a los pendejos el desastre que ellos generaron. Ahora vendrán “nuevas medidas económicas” (precio de la gasolina ya imposible de conservar en ese irracional precio, pero además mediadas fiscales regresivas como la posible subida del IVA y vaya a saber, ¿nueva devaluación?). Lo que tanto critican de los “neoliberales europeos” lo empezamos a sentir igualito por una sola razón y es que en nuestro suelo no quieren cambiar a fondo el modelo económico monoproductor y dependiente, desmoronándose todo discurso de soberanía. Si seguimos así pronto ese 40% rescatado a la inversión social y que mantiene viva tanto a la “revolución” como a mucha gente por justicia social, clientelismo político o caridad pública, como se quiera decir, pero tendrán que achicarlo hasta triturarlo, luego se multiplicará aún más la especulación, la inflación y estaremos viendo la misma guerra social de los ochenta y peor por la “trampa y la mentira de los revolucionarios”, frente a nuestros ojos. Es el quiebre que produce el des-precio total del símbolo monetario, cuerpo básico de intercambio dentro del inmenso espacio social, y detrás de él todo el modelo económico básico que jamás ha cambiado.
Ahora el colmo de los colmos es ver una dirigencia que se asume revolucionaria, explicando todo esto con los mismos argumentos que Julio Sosa (ministro de finanzas para entonces) hace treinta años, en el momento del “viernes negro” explica esa primera gran devaluación que no ha parado desde entonces. Se ha dicho por igual que estamos ante medidas indispensables para salvar la economía, estimular la producción, las exportaciones, superar la economía monoproductora. Pero estos argumentos se deshacen ante la reiteración de medidas monetaristas o fiscalistas, que no enfrentan ni siquiera uno de los factores claves del problema cual es el monopolio bancario y la privatización igualmente monopólica del comercio exterior, la estructura misma del control de cambios que ya no tiene ningún sentido. No hay nada al respecto y la alaraca respecto al los burgueses y su especulación (que por supuesto existe) no se enfrenta con ninguna medida concreta; Indepabis es un sombi de regalo. El proyecto burocrático-corporativo que se alimenta del sueño y la voluntad revolucionaria nacida hace 24 años, en estos momentos críticos para el estado capitalista, devela su esencia y la “dirigencia revolucionaria” antes de explicar los problemas de fondo, traslucir informaciones que permitan comprender, aprovechar este momento para atacar de frente la corrupción que hay detrás de ella, empezar un cambio realmente revolucionario del modelo monoproductor petrolero, huye con los mismos argumentos de la pobredumbre de antaño, hasta llegar al punto sobre el cual se pretende una vez más subsumir al pueblo en lucha en su oscurantismo. El recurso de la infantilización mediática del pueblo.
El segundo punto de quiebre tiene que ver con el cuerpo enfermo del presidente, causal de una especulación de índole mundial, donde se trasluce los deseos de muerte de la “global reaction” recogida por la vomitable hegemonía de la actual oposición contrarevolucionaria y los deseos de vida de la inmensa base popular que ha sostenido el liderazgo de Chávez. Especulaciones de parte y parte en la línea del deseo de cada quien es totalmente natural en la circunstancia. Respecto a los primeros, corren a diario “informaciones” de toda índole que confirman su deseo. Punto que seguirá utilizándose como mecanismo de desgaste y desprestigio de una revolución que el presidente simboliza, además de utilizarlos como mecanismo conspirativo que ya comenzó a andar. Igualmente la reserva de información dada en todo caso por estrategia de goteo es la reacción natural de cualquier Estado mucho más ante el liderazgo y mando unipersonal que mantuvo el compañero todos estos años siendo presidente. Esto se complementa en la base chavista acatando en millones de casos un hermoso deseo de vida. Lo único que se puede reiterar aquí es que la situación del comandante debe ser a estas alturas realmente grave utilizando la línea empírica de la evidencia y no del deseo.
El problema por tanto no viene por allí. Esta controversia de deseos, especulaciones, manipulaciones, utilizaciones conspirativas o de promoción de nuevos liderazgos como es el caso del realce de Nicolás como figura dirigente, no establece ningún punto de quiebre en sí. El problema aparece en la línea de las implicaciones de la circunstancia y la manera nuevamente en que esta “dirección colectiva de urgencia” se invalida ella misma de la misma forma que lo hace en el terreno económico. Cualquier dirección política revolucionaria o sencillamente verdadera, fuera o dentro del Estado, ante una circunstancia crítica como esta se sitúa en el escenario más difícil y así se presenta, expone y dirige, preparando las condiciones para enfrentar tal circunstancia en caso de darse y aprovechar para avanzar en los cambios de fondo inevitables ante la desaparición o retiro de una figura del peso político de Chávez. Es lo que el mismo Chávez hace en su última presentación pública. En este caso hacen todo lo contrario repitiendo los mensajes públicos que precedieron las conspiraciones del 2002 en adelante y ayudaron al desastre. No existe pueblo, mucho menos revolucionario, hay masas que aún ante la evidencia hay que manipular su deseo, su sentimiento. El escenario siempre es el mejor y mientras tanto ya empiezan a “gotear” encuestas para una eventual próxima campaña electoral que se muestran a su favor...¡cuidado con jugar con lo más sagrado!... El pueblo es un niño y la dirigencia de urgencia es un buen hijo, un consentido del padre a quien esperamos por su regreso, pero por ello mismo puede ser una inmensa mentira, allí aparece el quiebre.
Hay algo que se hace obvio en todo esto. Chávez en gran parte por error suyo dejó viva toda la estructura del Estado monoproductor sin hacer mayores cambios al respecto, utilizándolo por el contrario para inflar las partes de Estado que dan una silueta revolucionaria cuando en realidad están reproduciendo de manera exponencial viejos vicios que ahora se suman a la estructura corporativa del “Estado revolucionario”, que no rinde cuenta a nadie y todo lo captura por vía monetaria, es decir, corrompe por todas partes. A esto le llegó su crisis y grave. Igual se reafirmó a sí mismo como gran y único ícono moral y político de este proceso rodeándose de un entorno que aparentemente solo escucha y obedece pero no se ofrece como una dirigencia colectiva y probada moralmente e intelectualmente. Por el contrario, para perdurar calla, se hace cómplice, se corrompe y disminuye entre alianzas internas, mandando un mensaje donde todos hemos de ser igual a ellos. Curioso pero hasta prohibieron el humor y la burla respecto a los insólitos de este proceso, cosa que en una verdadera revolución sobra, tal y como lo hizo la revolución cubana. Aparece esta nueva situación y por lo visto nadie se atreve a hablar desde una posición de dirigente que cree en el “nosotros” de donde vino, que rinde cuentas al pueblo, ofrece verdades sin temor y es capaz de generar lo necesario para rotar y reanudar la creación de los procesos colectivos de dirección y participación, indispensables ante lo que ocurre en propio cuerpo del presidente. Esto parece un imposible, mas bien ahora entraron “en campaña”...cuidado.
Entendemos de nuestra parte porqué se llega frente a circunstancias tan graves a una estrategia mediática central de infantilización del pueblo (pueblo amoroso, pueblo leal a su padre: reproducción de las estrategias evangélicas de sometimiento culposo) reproducida por muchos movimientos populares y masas del chavismo que se asumen como niños dirigidos por sentimientos no habiendo nadie o muy pocos que advierta que eso puede ser su final político. Tanto niño es el viejo más gafo que no le permiten ver en que situación está parado para que muera tranquilo. Mucho menos a invitarlo a hacer los enormes cambios obligados, superar el niño, llenar nuestros mensajes de la mas cruda conciencia reafirmando la fe absoluta al pueblo que ha fabricado esta historia.
Esta mujer que me vendió el café a 4 bs muy probablemente sea chavista y si no es una malandra, no creo, si sabe malandrear, y allí su fuerza. Hasta los momentos hace lo que puede para sobrevivir, si no me equivoco ama a su presidente sinceramente y por largas razones, y espera pasiva ante la realidad que le informan, de la misma manera en que se cala el precio del especulador mayor lo que vendrá, siempre esperanzada. Es un niño altanero y con todos nuestros vicios. Pero si esta mujer constata engaño y se le desmorona hasta el piso hasta de su venta de café, y esto mismo se constata en millones cuya realidad es esa, podemos esperar lo que sea. La reacción política y mediática más allá de cualquier estupidez que diga o especule para manipular circunstancias, si lo vemos con detalle está trabajando para tomar la rabia de esta mujer y utilizarla para acabar de una buena vez con la historia hecha...no hay otra salida que la dirección del pueblo en lucha...viva el 27 de febrero.
Roland Denis
jansamcar@gmail.com