“Por el grosor del polvo en los libros de una biblioteca publica puede medirse la cultura de un pueblo”.
John Steinbeck….
Me indigna ver a Venezuela convertida en un torneo de insultos, contra insultos, y descalificaciones, En un país donde las campañas electorales han sido su mayor éxito farandulero a todo lo largo de su historia contemporánea. Desde que Hugo Chávez desapareció el pasado 11 de diciembre de 2012 de la escena publica, motivado a su estado de salud, todo se está manejando en la nación de Simón Bolívar a las patadas, donde parece ganar el que mas insulte desde el gobierno, y desde la oposición, los mas violentos etc. donde el insulto, el rumor, y la descalificación adhominem, es la moneda para comprar, y dar el vuelto.
Los 14 años de una revolución pacifica socialista, y democrática proveniente de las elecciones del 06 de diciembre de 1998, no vayan a terminar asfixiada por el odio, y los Insultos desmedidos e injustificados de bando y bando, que se lanzan a través de los medios de comunicación, los mas importantes lideres, para matizar sus diferencias.
Comentarios, como los Chávez esta muerto, y esa trillada palabra de ‘burgueses’ de que se roban o robaron los dólares. Todo esto solo incita al odio entre los venezolanos, por este camino solo nos quedan dos posiciones:”La resignación, o la violencia”. He llegado al punto de no entender, si esos revolucionarios que andan en camionetas de más de un millón de BS.F, con la foto de Chávez en el vidrio trasero no son unos “burgueses u oligarcas”. Cuando se ha visto que el reclamar los derechos por una mejor calidad de vida ante: la inflación, la escasez, la inseguridad etc. ¿se tenga que agredir insultar, golpear, o asesinar a otra persona, por diferencia de criterios?
Si exigimos Respeto, y Solidaridad; cuando lo exigimos lanzamos todas las ofensas, o sea lo contrario a lo que exigimos. ¿Estamos expresando totalmente lo opuesto, a lo que exigimos? Que país con tanta violencia verbal, y física sale adelante. ¿Que esperanza para sus ciudadanos, puede garantizar la convivencia ciudadana en un país en estas condiciones? Algunos necios responderán: “Con Chávez todo, sin Chávez Nada”; del lado opositor responderán: “Comunistas, Fascistas, Tiranos”, de un manera simple idiotizada y ramplona. Venezuela busca un cambio, estamos de acuerdo, pero a la vez tenemos que comprender, y buscar el evitar seguir cayendo en nuestros errores de el Pasado. ¡Explico! En los primeros años de la revolución bolivariana, era frecuente que sus detractores la señalaran como “de ideología comunistoide” o “nostálgicos trasnochados de los años sesenta”. Hoy las camionetas de lujos, las quintas en lujosas urbanizaciones han cambiado las cosas, y creo que mucho.
La realidad ha ido demoliendo, paso a paso, todas, y cada una de las características que mucho ‘boliburgues’ le había dado al mentado “modelo socialista estalinista”. A pesar de las constantes alusiones sentimentales del presidente Hugo Chávez, la actual nomenklatura en el poder parece tener una visión diametralmente opuesta de cómo deben hacerse las cosas en socialismo.
Todavía con vida el presidente Chávez, es común escuchar en los corrillos politiqueros los rumores acerca de las agrias diferencias en lo referente a la sucesión presidencial, entre Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, por supuesto debido a visiones no siempre convergentes del real estado de salud del presidente. La narración de los hechos de la fatídica recaída, con o sin chismorreo opositor, ha sido tal vez la más macabra demostración de las diferencias de estrategia, y de fondo de la oposición venezolana en su lucha por el poder.
Los que desean la muerte de Hugo Chávez, han ido cerrándose en sí mismos, tomando cada vez más estrategias equivocadas, y apartándose poco a poco de la opinión publica. Y todo aquello que mantiene la columna vertebral de la acción gubernamental bolivariana, no puede ir poco a poco convirtiéndose en un “relato de cuando mandaba Chávez” mientras la acción de gobierno, la verdadera, no debe continuar pasando cotidianamente por otro lado, a través de los insultos, y las descalificaciones, que generen más odio social, haciéndole el juego a la oposición.
La actual nomenklatura bolivariana no tiene la pasión política de Hugo Chávez, ya que es considerado un “animal político” en plenitud.
Percasita11@yahoo.es