Es vital para cada revolucionario estar alertas, cada acontecimiento social debe ser leído desde todas sus aristas, leer entre líneas cada palabra y analizar sin apasionamiento las posibles salidas o escenarios a los cuales nos podemos enfrentar; a partir de dicho análisis, estar preparados.
Es así como me atrevo a presagiar, cual vidente latinoamericano, que la extrema derecha tiene entre sus posibles y potenciales jugadas, el abandono de las elecciones presidenciales del 14 de abril, creo que hay señales poderosas para este escenario y lo justifico entre otras por las siguientes:
Primero: La derecha no tiene ninguna posibilidad de ganar las elecciones presidenciales, lo digo sin apasionamiento.
Segundo: El candidato perdedor de la extrema derecha sabe de lo primero y con renuencia le ha correspondido aceptar la postulación en un acto de inmolación política que le han impuesto desde EEUU.
Tercero: A pesar de los grandes grupos económicos y el apoyo transnacional e imperial, el despliegue logístico de la derecha no es una tarea fácil para tan rápida y breve contienda.
Cuarto: El hijo de mami y candidato perdedor, pidió tiempo para consultar y reflexionar la oferta de la candidatura que le hiciera la MUD; para lo cual en efecto recibió las órdenes imperiales y de los grupos económicos de que tenía que asumir.
Quinto: El candidato de la extrema derecha salió a la palestra pública, en la primera ocasión para desconocer la sentencia del TSJ y la presidencia encargada de Maduro; y en la segunda ocasión para caerle a patadas a cuanto enemigo veía por allí (Chávez y su familia, El TSJ, El CNE, La FANB, finalmente al mismo pueblo); generando un estado de provocación que pudo haber terminado en violencia (escenario ideal para ellos)
Sexto: Con renuencia se percibió la aceptación de la candidatura, bajo un rostro de la derrota y desasosiego que no la podía evitar.
Séptimo: La candidatura fue inscrita vía internet, sin movilización, sin la algarabía típica y necesaria para un tipo de eventos de esta naturaleza, totalmente anormal y su mismo silencio, la hace por lo menos sospechosa.
Octavo: Aunque debe renunciar a la gobernación, no realizó ningún trámite en relación a esa obligación.
Los anteriores elementos sin mucho esfuerzo nos muestran las primeras señales de este posible escenario, considero que la derecha internacional y la oligarquía jugarán al caos, sólo allí se sentirán cómodos; cuando hablo de caos no descarto nada, incluyendo las acciones violentas y por supuesto la guerra psicológica. Allí está cantado el juego, debemos hacer todo para que los fascistas no se descarrilen y abandonen la senda democrática, caso contrario, el pueblo y su gobierno deberá derrotar en este nuevo escenario a estos facinerosos de una vez por todas.
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