Las ironías de la Historia nos obligan a reflexionar sobre inevitabilidades, particularmente, en la política y en la Política (con mayúscula) que, en su primera fase, nos dejan perplejos ante realidades obligadas al aceptarlas y asumirlas como propias para, posteriormente, “echar pa´lante” sin que ello signifique poner a un lado los principios ni las obligaciones heredadas y asumidas como propias ante esas circunstancias referidas (las ironías) con el objetivo inevitable de alcanzar “las metas heredadas y proyectadas” más cuando nos referimos y estamos inmersos en las realidades sociales históricas heredadas desde la Colonia cuales, a su vez, van por esos caminos históricos patrios empedrados de falsedades, traiciones, ambiciones y debilidades sico-sensibleras que como referentes nos las recordaba el Comandante, Hugo Rafael Chávez Frías, en cada oportunidad de sus discursos en clases magistrales de carácter didáctico.
En ese mismo contexto reflexivo nos vemos inmersos en lo familiar-político y personal cuando aquellas ironías ya de historia familiar nos obligan, por cualquier argumento del inconsciente familiar heredado, a asumir responsabilidades que adicionadas a la cultura, educación y madurez personal nos llevan a ubicarnos en las obligaciones socio-políticas que inundan nuestra sique personal. Nos referimos a lo inmediato anterior cuando leyendo un mensaje en correo remitido por Ernesto Wong hemos podido leer y releer una referencia, evidentemente parcial, de Nicolás Maduro Moros, texto digno de leer y releer para acercarnos “un poco más” al político que “lleva sobre sus hombros” no solo el “mandato político de Chávez Frías” sino la particular responsabilidad de continuar con la Revolución Bolivariana Socialista. Texto, por cierto, que nos ha retrotraído a nuestras propias realidades familiares.
Nos dice el texto que el señor padre de Nicolás Maduro Moros participó en la fundación del partido Acción Democrática; nos dice el texto que fue uno de los políticos que suscribió la candidatura de Luis Beltrán Prieto Figueroa aquel amigo personal de Efigenia Rosquete. Cuando nos detenemos en estas líneas expresadas y reflexionamos sobre las propias experiencias familiares, ellas nos recuerdan cuando algún familiar formó parte de la constitución tanto del PDN como de Acción Democrática; evidentemente, ello marca las responsabilidades personales ante hechos históricos reales que marcaron etapas importantes de la Historia de nuestra Patria, Venezuela, aún cuando los desarrollos no nos sean, totalmente, de nuestro agrado pero así es la Historia y así son las realidades en desarrollo en perfectibilidad de nuestra Patria, Venezuela. Nos traen a la memoria aquella frase que, permanentemente, le refería don Rómulo Betancourt a una familiar de llamarla como “…mi querida comunista…” en conociendo don Rómulo de aquellos cuatro (4) años en cárceles españolas franquistas acompañada de su recién nacido hijo, culpada y castigada por haberle escupido en la cara a Francisco Franco Bahamonde en Santa Cruz de Tenerife justo antes del asalto a la Península para el desarrollo de la “Guerra Civil” española. Eran aquellos tiempos europeos de “gentes con tabaco en la vejiga”. Ello, esa realidad familiar, marca la sique y nuestras responsabilidades ante la Historia de la Patria, nuestra Venezuela.
Nos imaginamos a un Nicolás Maduro Moros, niño, escuchando aquellas frases ardientes de los seguidores de Prieto Figueroa llenas de aspiraciones y de ideas en revoluciones aspiradas por una “mejor Venezuela”. Aquellos, si bien nos recordamos, fueron tiempos cuando los movimientos sociales estaban en su efervescencia revolucionaria. Aquellos tiempos de obligado “extrañamiento”, de aplicación de las tesis militares de Sun Xu, aquellos tiempos cuando unos se iban y otros se quedaban por diferentes razones, eran tiempos de contradicciones ideológicas en permanente discusión, eran tiempos de preguntar: ¿qué hacer? ante aquellas inevitables realidades, duras y tristes, que obligaban a pensar y repensar caminos hacia el rescate de los invisibilizados y de otras materias nacional-revolucionarias. Eran tiempos para reflexionar sí era necesario repetirse y/o proponer nuevos caminos revolucionarios que por novedosos eran diferentes, difíciles, intranquilos, contradictorios, continentales y responsables. Era asumir la propia realidad sin externas influencias eurocéntricas que ya habían entrado en serias contradicciones con aquellos centros decisorios del “socialismo real”. Eran tiempos de comprender al propio sistema capitalista pre-neo-liberal y “abrir resquicios de ventanas” para poder que “el gusanillo revolucionario” volviera a renacer. Aquellos eran tiempos de las nuevas propuestas, unas de los entornos de algún comandante, otras las de otros comandantes, unas últimas de algunos civiles radicalizados, eran tiempos donde las contradicciones a lo interno del desarrollo del capitalismo nacional se expresaba por diferentes vías, es decir, la socialdemocracia entraba en contradicción seria y profunda con las tesis demócrata-cristianas y los socialismos empujaban para una mayor presencia en el “entorno legal” del estado burgués criollo.
Llegó “la vuelta a la Patria” para encontrarse con expresiones sociales de nuevo cuño. El partido Ruptura marcaba las pautas políticas en aquellos sectores de estudiantes y de invisibilizados. Eran tiempos de “patear” por “La Bombilla”, por “San Agustín”, por “El Valle y Coche”, por la UCV, ULA, del oriente al occidente con pasos acompasados en diferentes estratos sociales según cada responsabilidad de cada revolucionario. Aquello nos recordó, habiendo leído la Historia del Partido Comunista Chino, cuando sus cuadros “pululaban, vivían y convivían” en aquellos barrios del viejo Pudong, en la ciudad de Shanghai; aquellos revolucionarios como los nuestros eran considerados por las derechas capitalistas y fascistas como los “lumpen-proletariat” pero aquellas terminologías ya pertenecen a los conceptos de la Historia del Socialismo cuando, actualmente, estamos y nos encontramos en plena revolución chavista; por ello nunca deberíamos renegar a realidades pasadas porque la “memoria histórica” es inalienable conjuntamente con el factor experiencia revolucionaria; no nos olvidemos “se hace camino al caminar”.
Nicolás Maduro Moros está formado con “madera revolucionaria”, ello lo tiene inmerso e impreso en su propio y personal espíritu chavista, quien ha asumido sus responsabilidades cuando se las pusieron en “sus manos”, ahora le toca “echarle pichón” en sabiendo que tendrá que convivir con las “soledades del Poder” pero en conocimiento de que detrás de su persona y sus responsabilidades revolucionarias, socialistas y chavistas además de nacionalistas siempre estará Cilia Flores, su señora esposa quien es una comprometida revolucionaria-socialista, su familia y todos y todas los y las revolucionarios y revolucionarias no solo de ésta, nuestra Patria, sino, también, continentalmente. Tendrá todo nuestra solidaridad en asumiendo nuestras propias responsabilidades en el marco de esta revolución cívico-militar, nacionalista, socialista y chavista.
Henrique Capriles Radosnki, permítamelo José Vicente Rangel (JVR) expresar que es “un buen muchachón burgués” y como tal se comporta y expresa. Permítasenos rescatar aquellos vocablos revolucionarios de antaño. Capriles Radonski es “el burgués elegido” desde el mismo momento en que fuera “elegido” como Presidente de la Cámara de Diputados del antiguo Congreso Nacional. Algunos comentarios le exponíamos al Sub-Secretario de la Cámara de Diputados presidida por el Presidente Henrique Capriles Radonski sobre aquellas realidades y las realidades del Comandante. Conversábamos de aquella etapa de la Revolución menchevique y la revolución bolchevique. Sabrosas conversas en conociendo el marco político en el cual convivíamos cual era de revolución burguesa y revolución socialista porque debemos, de ya, aceptar que la burguesía criolla, al menos una parte de ella, estaba “montada” en una revolución y en su “revolución burguesa” porque sino lo aceptamos como tal no comprendemos la “figura Capriles Radonski”.
Permítasenos “echarles un chismecito” referente, precisamente, a esa propuesta de “revolución burguesa”. Por aquellos tiempos, la burguesía, además de estar dividida por razones referidas a las dos (2) tesis socio-económicas como también ideológicas, una cercana a Washington (neo-liberal) y la otra al eurocentrismo democristiano (políticas sociales), conocía que el “poder real” estaba en PDVSA y no en Miraflores; ello los llevaba a proponer dos (2) tesis de desarrollo económico: el “modelo japonés” y el “modelo italiano” al tiempo que estaba presente, inevitablemente, la crisis del Estado burgués criollo cual caminaba a la profundización de sus propias contradicciones internas tanto estructurales y super-estructurales. Debemos recordar aquellas propuestas de comisiones para el estudio de la “Reforma del Estado” (claro, burgués). Aquellas etapas históricas de las contradicciones de las burguesías criollas conjuntamente con sus adalides del Valle, se contraponían entre las propuestas de Carlos Andrés Pérez y, porque no decirlo, las contradicciones ideológicas y políticas entre Eduardo Fernández y Rafael Caldera. Ganaron las privatizaciones.
Podríamos preguntarnos: ¿Por qué Capriles Radonski y no Eduardo Fernández? Preguntarnos ¿Por qué Rafael Caldera nombró a Teodoro Petkoff como ministro cuando a nos, Rafael Caldera, personalmente, en Beijing, nos comunicó que estaba en contra de las nacionalizaciones de los sectores fundamentales de nuestra economía? con lo que nos lleva, también, a preguntarnos ¿sí Rafael Caldera, realmente, gobernaba y/o, mejor, ejercía el Poder? También inquirirnos sobre ¿Por qué Primero Justicia y no COPEI? Por último ¿Por qué era necesaria la destrucción, real y objetiva, de Acción Democrática y porqué el “partido del pueblo” aceptó a Capriles Radonski como Presidente de la Cámara de Diputados? Es evidente que había en “mesa” una “revolución burguesa”; era necesario transformar al Estado burgués; era obligado presentar “nuevas caras” en la política burguesa-capitalista de nuevo cuño que estuvieran alejadas de aquella matriz de opinión popularizada y referida a la “corrupción estructural venezolana” que produjo, como consecuencias histórico-inevitables, el “27 de febrero” y el “4 de febrero”.
Por ello es obligante preguntarnos ¿Quiénes conocían de aquellas expresiones sociales que hartas hasta el hastío se manifestaron en permanente protesta contra la burguesía venezolana? Al tiempo de “sacar a la luz” las realidades de la expresión militar comandada por Hugo Rafael Chávez Frías como líder fundamental para profundizar las bases históricas de las contradicciones que se desarrollaron en la sociedad venezolana como un todo social muy criollo. ¿Qué significó, políticamente, en las profundidades del “Levantamiento cívico-militar del 4 de febrero”, aquella frase expresada por Chávez Frías del “por ahora”? Si nos atrevemos a especular, nos osaríamos a exponer como propuesta que aquel “por ahora” contiene toda una tesis política cual aún está en “pleno desarrollo” socio-político que afectando a los sectores sociales nacionalistas-chavistas ha impreso en la siquis social-nacional las esperanzas que significan la continuación del proceso revolucionario con Nicolás Maduro Moros no solo Presidente Constitucional, democráticamente electo, como se demostrará en su preciso momento revolucionario, sino, también, como “factor-acelerador” del proceso revolucionario nacionalista-bolivariano y socialista-chavista-democrático típicamente criollo-venezolano porque, reiteramos, nuestra Revolución Bolivariana Socialista es atípica, no es ni modelo ni copiable, no se sustenta en la copia de modelos revolucionarios pretéritos y presentes, es auténtica, original, humanista y agradecida a todos y todas los revolucionarios propios y allende nuestras fronteras que han apoyado y suscrito nuestro proceso bolivariano-nacionalista en vías socialista sustentado en el “pensamiento chavista” a ser desarrollado en profundidad revolucionaria.
Es por ello que Henrique Capriles Radonski, “el elegido”, nunca podrá alcanzar a penetrar en la siquis del venezolano en Revolución Permanente porque sustentándose en las tesis del capitalismo neo-liberal euro-céntrico demócrata-cristiano entra en contradicción no solo con nuestra Historia Patria sino, también, con el “inconsciente colectivo” histórico del venezolano en sus manifestaciones etno-culturales. En fin, que la aspiración de José Vicente Rangel Vale de que se exprese una oposición que se incorpore a los “cambios profundos” del Estado burgués (nos referimos a la burguesía y no a la pequeña-burguesía ni a los sectores nacionalistas), en proceso, quizás y así nos atrevemos a expresarlo, es una contradicción en si misma, claro, con todo nuestro profundo respeto por JV.
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