El pundonor, la valentía ante la enfermedad, la claridad política ideológica y la responsabilidad histórica manifestada por el comandante eterno el día 08 de diciembre, convirtió el legado dado en instrumento de lucha, haber venido aún en la inminencia de una intervención quirúrgica que no tenía demora, es demostración fehaciente de los adjetivos utilizados anteriormente. Solo una pregunta nos hacemos, la siguiente: en el caso que el comandante no hubiera hecho acto de presencia en nuestro país en tan histórica fecha y haber dejado su voluntad por las razones expuestas acerca del camarada Nicolás Maduro, cual sería la situación actual acerca del candidato escogido en premura de fecha ante el CNE.
Como designio divino diríamos, el asunto lo resolvió el comandante como ejemplo de lo que siempre fue, un visionario y estratega inconmensurable y un profundo amor por su patria y su gente, esa voluntad inquebrantable aun en los peores momentos dejó sentada una cátedra de liderazgo muy pocas veces vista en el mundo.
Ahora bien, atendiendo el título en el epígrafe, veamos lo que conocemos de las razones del comandante para ordenar que Maduro fuese el candidato presidencial del chavismo, solo en tres palabras lo definiré, lealtad, lucha y coraje, hay otros elementos que van unidos a estos tres, la consistencia ideológica, la preparación, la humildad y el trabajo.
Indudablemente que el candidato Maduro aun con el dolor que uno ve en el, la nostalgia y los miles de recuerdos de quien estuvo con el desde que salió de la cárcel y como lo dijo el mismo Maduro, no antes, porque no creyó en el amigo que antes del 04 de febrero de 1992 se lo mencionó, todos estos episodios conjugan un hecho determinante para asegurar del cielo a la tierra que tenemos un candidato que efectivamente garantiza la continuidad de la Revolución Bolivariana, el tiempo nos dirá y en lo cual creemos que la profundización de la misma será un hecho histórico relevante en la historia del siglo XXI.
Maduro reúne las condiciones quizás con cambio de estilo, para que ello sea de esa manera, aún más, creemos que la condición obrerista impone un sello muy particular a esa condición de líder de los nuevos tiempos revolucionarios, he allí la etiqueta de presentación de un candidato que debe dirigir los procesos venideros y el establecimiento de un Estado distinto al actual, inclusive adjuramos que el papel del PSUV se va a redimensionar y convertirlo de un partido electoral en uno de masas insertado en todas las políticas que coadyuven a que el poder popular obtenga cada vez más presencia en el devenir de la nueva patria soberana e independiente, creemos que el legado de Chávez en lo hecho y lo que vislumbra que debe hacerse deben ir acompañados de manos del pueblo y gobierno, no hay otra opción.
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