Tomando en cuenta algunas de las críticas que recibieran mis artículos “Una Propuesta para Abaratar el Dólar y Eliminar CADIVI” y “Una Propuesta para Abaratar el dólar (II)”, publicados en Aporrea el 22/02/13 y el 04/03/13, y adoptando una excelente sugerencia formulada por una compatriota amiga en Facebook, me permito presentarles a continuación una propuesta para democratizar el acceso al dólar y ponerlo al alcance de la clase trabajadora..
La propuesta se basa en una redistribución del ingreso petrolero de la siguiente forma: 60% para el Ejecutivo Nacional y 40% para distribuirlos directamente en dólares y sin intermediarios a cada uno de los aproximadamente 24 millones de venezolanos que están desempleados, o son jubilados del seguro social, o estudiantes, o escolares que devengan salarios, becas o pensiones no mayores a 4 salarios mínimos. Suponiendo que para un año los ingresos petroleros ascienden a 120.000 millones de dólares. Entonces, esos 24 millones de venezolanos pasarían a recibir, sin intervención de CADIVI, directamente en dólares, en sus cuentas creadas a tal efecto la cantidad promedio de 2000 dólares al año (48.000 millones de dólares /24 millones de habitantes). Suponiendo una familia venezolana promedio de 5 miembros, esto significa que cada familia tendría a su disposición la cantidad de 10.000 dólares al año. Y cada año estarían circulando en la calle 48.000 millones de dólares, lo cual automáticamente elevaría el valor del bolívar que entonces sí pasaría a ser una moneda fuerte y apetecida. Al mismo tiempo, al escasear los bolívares la inflación automáticamente se reduciría. Se trata de una compensación parcial y de una aplicación de la justicia social para más del 80% de la población venezolana que ha sufrido desde el Viernes Negro el ataque despiadado contra sus sueldos y salarios, contra sus ahorros y sus pensiones causadas por todas las devaluaciones de nuestra moneda durante los últimos 30 años.
La propuesta convertiría a Venezuela en el único país del mundo con Erradicación Total del Hambre, con un ingreso mínimo per cápita de 2000 dólares anuales, con 100% de la población bancarizada, con cuentas en dólares y acceso al crédito.
La cantidad efectiva que recibiría cada uno de esos 24 millones de venezolanos estaría en razón inversamente proporcional al monto de sus actuales ingresos. Una posible asignación de estos recursos podría hacerse como se muestra a manera de ejemplo en la siguiente tabla.
· Niño, Menor sin ingresos o Trabajador devengando 4 salarios mínimos recibirían 50 dólares mensuales o 600 dólares anuales
· Estudiante Adulto sin ingresos o Trabajador devengando 3 salarios mínimos recibirían 100 dólares mensuales o 1200 dólares anuales
· Trabajador devengando 2 salarios mínimos recibiría 150 dólares mensuales o 1800 dólares anuales
· Trabajador devengando 1 salario mínimo y Jubilados del SSO recibirían 200 dólares mensuales o 2400 dólares anuales
· Desempleado sin Ingresos recibiría 250 dólares mensuales o 3000 dólares anuales
En la tabla anterior, será totalmente gratuita la cantidad asignada a los niños, a los menores, a los estudiantes adultos sin ingresos (Sujeto al rendimiento académico), y a los desempleados sin ingreso. Al resto de los trabajadores y jubilados se les cobrarán los dólares asignados a la tasa actual de Bs. 6,30 por dólar. Los beneficiarios podrían entre otras cosas subastar sus dólares públicamente, lo cual sería mortal para el mercado negro y facilitaría el desmontaje del control de cambio.
Esta propuesta va dirigida a los candidatos presidenciales que deseen adoptarla como parte de su programa de gobierno, pero fundamentalmente va dirigida a los trabajadores venezolanos para que la conviertan en una de sus reivindicaciones fundamentales a ser incluida en todos los contratos colectivos.
Algunas de las ventajas de la propuesta ya han sido señaladas. Y en cuanto a las desventajas, no veo ninguna.
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