Mi palabra
No puede ser entendido
el que no fuere buen entendedor
Gracián
Un conocido columnista de este diario, con muchos años en el periodismo, leído y respetado; nació en pleno llano de Portuguesa, en la hermosa tierra del “silbón”, donde la copla cerrera acompaña a sus habitantes, con el cafecito mañanero recién colado para emprender la faena, antes las inclemencias de la naturaleza. En una reciente publicación de su acostumbrada columna de los lunes, nos dejó esta nota: “En verdad no entendí nada de ese duelo nacional por la muerte de Chávez, pues durante varios días en la Academia Militar lo que se escuchaba era música y canto de todos los géneros, lo cual podría aceptarse por la connotación que le dieron”. Creo, que lo difícil es entender esa opinión, cargada de tanta mezquindad y contradicción; sobre todo de un periodista con años de experiencia, sabiendo la estrecha relación del comandante con nuestra música; era un amante y defensor, la llevaba sembrada en el corazón con una infinita pasión; como todo buen llanero, cuando sale en la mañana, contento lleno de ilusiones a buscar el pan de cada día, siempre con las ocurrencias, el chiste y una copla de compañía; así era Hugo Rafael Chávez Frías.
El pueblo y los cantores seguirán recordando la personalidad del comandante; ya no será con los cantos en capilla ardiente, sino en cada rincón de nuestra tierra, en la voz recia y bravía de los copleros venezolanos al pie de una arpa bien bordoneada, con alegres parejas de bailadores, enseñándole a Grossman Parra, como se pinta el cariño y el amor por un soldado de la patria, que supo defender hasta el último momento de su vida, nuestra música de la penetración extranjera, cuando trataban de borrar de la conciencia de los venezolanos una parte de su identificación. Le seguirán entonando hermosas piezas musicales, orgullosos de sentirse defensores del folklor nacional; desde el cajón del Arauca en el estado Apure, señalada por el maestro Andrés Bello, en una corta frase: “El llano que tiene por lindero el horizonte”; para seguir recorriendo toda nuestra geografía con un concierto de melodías. El canto seguirá alegrando todos los parajes del país sin olvidar a Chávez, el hombre de un pasaje sabanero a cualquier hora del día.
Ese desfile de cantantes rindiéndole un hermoso homenaje al mandatario de la patria de Bolívar, seguirá imborrable en la memoria del pueblo; es imposible borrar un marco musical de poetas, compositores y cantantes acompañados por destacados músicos de la canta criolla, dándole las gracias al Comandante, reconociendo su entrega total en el rescate y protección de nuestra música; hizo elevar los sentimientos de los venezolanos, cuando parecían resignados a seguir detrás de todas las deformaciones y atrocidades de la influencia norteamericana; se hizo presente para darle el verdadero valor a nuestra “Alma llanera” de don Pedro Elías Gutiérrez; enseñó al pueblo a entonar nuestro himno nacional “ El gloria al bravo pueblo” con dignidad y ansias de libertad.
Esa es la verdadera connotación; aunque algunos no entienden o pierdan el sentido del razonamiento por la terquedad política. El sentimiento del pueblo se hizo presente para reconocer la grandeza de su Presidente; que igual aparecía cantando “fiesta en Elorza” de Eneas Perdomo o algunas canciones de la tierra de Pancho Villa: México lindo y querido; porque sencillamente para los revolucionarios no existen fronteras; saben apreciar todo lo útil para engrandecer y dar sabiduría al ser humano; declamaba el poema de Ernesto Luis Rodríguez “la negra del maraquero”, con infinita pasión; pero además se atrevió a colocar en horario estelar, nuestras raíces culturales: los alegres y sensuales rítmos de tambores; los golpes tuyeros; el galerón oriental; la canción de Luis Mariano Rivera con su sabrosa cerecita, cantada por grandes voces del cancionero nacional; siempre tenía el tono de alegría para despertar el entusiasmo de un pueblo, siempre dispuesto a la parranda a lo largo y ancho del país, sin dejar de resaltar la gaita Maracaibera, la expresión musical de la tierra del sol amado.
Por eso, podemos decir: libertad es poder sembrar, para ver germinar y florecer en cualquier rincón de nuestro hermoso país, las verdaderas expresiones musicales; escuchar una orquesta dirigida por el genial director Gustavo Dudamel, ante la mirada atenta del maestro de maestros José Vicente Abreu; es asistir a una parranda en Elorza desbordada de cantores y bailadores embriagados de emoción; es poseer un decreto para defender nuestra música a pesar de todas las trabas existentes. Por lo tanto, los que no entendieron, esa manifestación espontánea de sentimientos encontrados en la capilla ardiente, sencillamente están viviendo en otro mundo, sin la figura inmortal de Hugo Chávez Frías. Nadie puede negar, que en ese lugar se lloraba y a la vez se cantaba a la memoria del comandante amigo; él del mensaje claro y sincero, con voz firme y serena, quien se atrevió a decir en un momento muy difícil: "lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados"; expresión que lo sembró en el corazón de lo mayoría de los venezolanos.
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