Pildoritas 63 (Año VI)

Y ahora, ¿qué hacemos?

Los cuadros, responsables de la Revolución a nivel nacional, en todos los niveles, una vez conocidos los resultados, inesperados, difíciles de digerir, que el CNE anunció, irreversibles pero para muchos con sabor a derrota y más después de la inmensa obra en beneficio de los pobres de este país, muchos de los cuales, beneficiados, se abstuvieron o votaron contra sí mismos, no hay otra explicación, tienen que entrar en una profunda pero no prolongada reflexión.

14 años de lucha con el poder en nuestras manos, contra las viejas prácticas clientelistas, de puesta en ejecución de medidas que has servido para poco a poco ir dándole solución a los problemas de la gente, de políticas de inclusión que a pesar de lo que diga la oposición, han sido reconocidas, incluso fuera de nuestras fronteras, no pueden exponerse a perderse porque se haya descuidado elementos entre los que, en mi opinión, y en primer lugar está la formación ideológica y doctrinaria, no es posible que hasta ahora se esté hablando de escuelas de cuadros, cuando es un aspecto de tanta importancia que debió ser prioridad aun antes del primer triunfo de la Revolución.

Los partidos tradicionales se olvidaron de la formación que junto al clientelismo y pésima gestión, dieron al traste con ellos, en la Revolución, en un buen porcentaje todavía existen esas taras y en muchos casos se ha querido acostumbrar a le gente a ofrecer fidelidad a cambio de bienes materiales lo cual son lazos muy débiles, porque la oposición con el sólo argumento de que lo que se le da a la gente llámese pensión de vejez, vivienda, salud, educación etc., son derechos que les pertenecen y que son obligación de este o cualquier gobierno, por lo que muchos así lo perciben y son blanco fácil para que por cualquier desavenencia como un apagón, un corte de agua, costos de alimentos, medicamentos, repuestos, útiles escolares etc., en el momento de votar cambien su decisión o simplemente se abstengan, la razón, porque en ellos no existe el compromiso que sólo se logra con el ingrediente ideológico y doctrinario.

¿Qué le cuesta por ejemplo a la Revolución, implementar cortos talleres de formación para cada lote de beneficiarios por cualquiera de las misiones?, ¿Cómo es posible que se consigan ancianos en las colas de los bancos para cobrar su pensión que hablen mal del gobierno?. La única explicación que cabe es que en ellos los enemigos del proceso han logrado meterle en su cabeza, con argumentos falsos, la idea de que el gobierno los va a perjudicar, lo han hecho a través de los medios que van a seguir en su tarea permanente y ello solo se puede contrarrestar a través de la formación, que logre hacerle ver la verdad a la gente de manera pedagógica y accesible.

Lo que ha sucedido este 14 de abril, ha de ser, tiene que ser, un latigazo muy fuerte para que quienes tienen la obligación de preservar la inmensa obra del gigante que fue y sigue siendo Chávez, no se pierda y suceda como en otras revoluciones que se dejaron minar y corroer en sus bases hasta derrumbarse.

Ese millón y más que dejó de votar tiene que ser buscado y contactado, los siete millones y más que permanecieron fieles no puede descuidarse hay que asegurarse que ni uno solo cambie de parecer en el futuro por la fragilidad que significa el no tener conciencia de que la única vía para su bienestar y el de su familia es el socialismo, algo de lo cual ha oído hablar, sobre todo por la voz, en vida, del Comandante supremo, pero que al parecer se está descuidando muy peligrosamente.

No busquemos pues, las razones de lo sucedido con una lupa, las razones tienen su origen y no es otro que el creer que la voluntad favorable de los pueblos se conquista sólo con lo material, porque lo material se puede conseguir con mayor o menor facilidad, con mayor o menor dificultad en cualquier gobierno, lo que no es fácil de lograr es la solidez espiritual para mantenerse fieles a principios y poder soportar los ataques inclementes a que se nos somete a diario desde el inmenso poderío de la derecha nacional e internacional.

Yo humildemente me he puesto desinteresadamente a la orden de quien desde hace poco está dirigiendo la escuela de cuadros a nivel nacional, el Diputado Jesús Farías, para ayudar a formarla aquí en el Táchira, lo he hecho a través de un asistente de la Asamblea Nacional, he ofrecido donar la famosa colección 70 que consta de cien textos escritos por connotados ideólogos de izquierda, no me lo van a creer, no he recibido respuesta y ello me da pie para ser pesimista y pensar que la prédica de nuestro gigante como que no ha sido tomada en serio por quienes están obligados a ejecutar lo que, en su legado, nos dejó como doctrina indispensable para garantizarle solidez a este proceso, que apenas está en formación y se tiene que alimentar en primer lugar con el alimento indispensable de la ideología,.


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Saúl Molina Z.


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