He leído un par de artículos en Aporrea cuyos autores plantean la posibilidad de un robo informático de votos a favor de Maduro que migrarían al lado opositor.
Al principio me pareció interesante el planteamiento y enseguida quise compartirlo con algunos de los compañeros de lucha, pero casi de inmediato que pulsé el clik en ‘enviar’, me entró la duda: un momento, si fuese así, que haya sido posible alterar los votos por vía informática, entonces querría decir también que el sistema es vulnerable y por ende no confiable.
Pasada una hora de enviar el primer artículo que leí, uno de los compañeros me advirtió del peligro de tal teoría precisamente porque pone en tela de juicio la transparencia del proceso de votación automático y porque además las razones de tales resultados había que discutirlo a la luz de otros factores: sabotaje eléctrico, ausencia del líder, sabotaje alimenticio, acaparamiento, ineficiencias, etc..
Le respondí que tenía razón y que advertí también el doble filo de esta supuesta trampa informática. Luego, me encuentro con un segundo artículo enfilado en la misma dirección, vi que ambos están llamando al conteo del 100% (el segundo más directo en esa intención, este dice en el último párrafo: “Lo más sensato y correcto es hacer la auditoría del 100% de las actas” y el primero habla de un conteo bit por bit).
Ahí sí dije ¡Cuidado!, de qué están hablando estos articulistas.
Leo un tercer artículo que me trae al orden, en él dice el compañero que violaríamos la ley ya que ésta establece que “las elecciones en Venezuela son automatizadas y sólo en casos excepcionales se hará manual” y que también por ley el comprobante se usa “adicionalmente como un elemento de auditoría de los resultados que transmiten máquinas seleccionadas aleatoriamente, en una proporción estadística francamente exagerada (54%!!!)”.
Por lo dicho, el conteo solicitado sería un retroceso al obsoleto, vulnerable y corruptible sistema manual y no debe ser aceptado”. Así es.
Ceder ante el caprichito caprichito de los golpistas con toda su carga violenta y desestabilizadora, abriría un precedente que internacionalmente se interpretaría como debilidad tanto del proceso electoral como de sus resultados. ¡No, señor! Aquí no hay que ceder, aquí no hay que someterse a sus reglas. Nosotros estamos apegados a las leyes.
Esos son los resultados, limpios, ganados en buena lid. El proceso automatizado lo garantiza, no puede ser menos confiable que el conteo manual. Dura ahí rectora Lucena, estamos con usted, confiamos en su eficiencia y en lo declarado por los observadores internacionales del proceso electoral del 14 de abril en el que resultó electo Nicolás Maduro con una diferencia respecto al representante de la derecha mucho mayor que la del él cuando ganó, con este mismo árbitro que este señor ataca, la gobernación de Miranda con menos de 30 mil votos y que Jaua, el candidato bolivariano, no dudó en reconocer a los 10 minutos de saberse el resultado.
Entonces, compañeros articulistas que plantean el robo informático, pienso que no debemos caer en ese terreno macabro al que nos quieren llevar, aquí las reglas del juego lo impone nuestra Constitución y a ella nos debemos.
octorres@gmail.com