Durante todo el período del Presidente eterno, se manejó la tesis del Chavismo sin Chávez, eminentemente para crear una división interna dentro de sus fichas de poder, y descalificar al líder. Eso no hizo mella en los que realmente estaban comprometidos con el proceso y con su indiscutible líder, sino en unos cuantos salta talanqueras, que para ocultar sus malos manejos se escondían ante esa nefasta propuesta. Después de la muerte del Comandante, sustentaron la campaña de que” Maduro no es Chávez”, que ya “Chávez se murió y no no los van a devolver”. Para enviar el mensaje de que muerto Chávez se acabó el Chavismo. No saben, los que lo asesinaron, que lo que hicieron fue INMORTALIZARLO. Sí señores.. Ahora hay Chavismo sin Chávez, como hay Cristianismo sin Cristo, como hay Gandhinismo sin Gandhi, como hay Marxismo sin Marx. Si como lo escuchan, no hay nada más importante e imperecedero que las ideologías, las doctrinas, porque aunque asesinen los cuerpos de sus creadores, permanecen por los siglos en el imaginario colectivo de pueblos, razas y naciones. Todos estos días después de las elecciones he leído, escuchado y visto en tv, críticas y autocríticas sobre las causas que hicieron que hubiese una merma en nuestras filas de apoyo al Chavismo, que analizaré en otro artículo más detenidamente, pero les digo que debemos afianzarnos en nuestra ahora inmortal ideología Chavista, con toda esa carga Humanista y Socialista, con soberana conciencia de que otra vez, tenemos el privilegio de legar al mundo una ideología y doctrina made in Venezuela: LA CHAVISTA
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