Hace algunos años leíun informe deun instituto británico sobre las tragedias y desastres naturalesy entre las conclusiones,una de lasmás importantes era que en los países en desarrollo eranmásdestructivasyprovocabanmáspérdidas humanas y materiales que en los desarrollados.
Ante situaciones similares, en los países pobres la devastación es mayor, y explicaban las causas: falta de previsión, de recursos humanos entrenados, de equipos, etc, etc. Los autores de ese informe tendrán que clasificar al Sur de Estados Unidos como una zona subdesarrollada, tales son los efectos de una tragedia de esa magnitud cuyo desarrollo era previsible y sus efectos pudieron haber sido atenuados. Parano irmuylejos, Cubaha sido mostrado como ejemplo de un país avanzado en materia de previsión de desastres. Pero al contrario de lo que uno suponía, la acción oficial se hizo muy tarde, al quinto día comenzó a llegar el agua a miles de habitantes virtualmente cercados. Se demostró que no había planes de contingencia, ni de evacuación, ni de nada. Lo que informan las agencias es aterrador.
Nueva Orleáns estuvo hasta el viernes prácticamente en manos del hampa armada, y debieron suspender las labores de salvamento.
Elevaron de siete a 30 mil el númerode efectivos militares.
Uno no sabe a quien responsabilizar, pero en unatragediatangrandecomoésta,hayquepensar en la cabeza. La de Bush, por supuesto. Comolo hicieron alcaldes y senadores y en el exterior.
Habrá que excusarlo porque estaba de vacaciones.
En la TVlo vimos cuando se bajó presuroso de un avión sin soltar su perro negro, que parecía preocuparle más que los centenares de muertos. Llegó para pronunciar, según The New York Times, supeor discursocomo presidente, y lo calificó de “negligente”.