«Palo por palo no es palo». «Lo que es igual no es trampa». Una sutil torsión nos puede conducir a Kant: «Obra solo de forma que puedas desear que la máxima de tu acción se convierta en ley universal». Enredemos más: «Cualquier proposición que declara a una acción (o inacción) como necesaria». Es decir, si robas no puedes quejarte de que te roben porque declaraste la validez universal del robo. Se llama Kategorischer Imperativ, o sea ‘Imperativo Categórico’ y lo formuló Immanuel Kant en su Fundamentación de la metafísica de las costumbres.
Pues bien, la oposición venezolana acabó con Kant, que ni Fichte. Un ejemplo palmario de ello es este: desconocen al CNE solo cuando pierden, porque no tienen objeción alguna cuando ganan. Si el CNE es dudoso, fraudulento, canalla, tracalero, etc., para solo citar insultos que no ensucien demasiado, entonces sus triunfos electorales en las gobernaciones y curules son fraudulentos. Según eso, y en este caso, lo que es igual sí debiera ser trampa.
Otrosí: Antonio Ledezma denuncia que el rrrÉgimen está despidiendo gente solo porque votó por el comandante Arrechera. En primer lugar no presentan una sola prueba de esas destituciones, aparte de que según sus dirigentes, como Jorge Cardenal Urosa Sabino, solo Dios sabe por quién votas. Pero Ledezma echó de la Alcaldía Metropolitana a un gentío solo porque venía de la «administración anterior». Sin contar el personal que despacharon en la Gobernación de Miranda, la Alcaldía de Maracaibo, etc.
Un método que no falla para saber qué son es estudiar sus acusaciones. Acusan al chavismo de violencia, por ejemplo, y la promueven con arrechera —palabra suya—, como los asambleístas que parlamentan con vuvuzelas, lepatatas, gases nocivos, pitos, clarines accionados con aire comprimido y uno de los peores se presenta en la Asamblea Nacional protegido por un casco de motociclista. De una vez, mucho antes de la trifulca. Adivino. La sampablera de la Asamblea el martes 30 de abril fue anunciada previamente en varios tweets de sus dirigentes. Y el que a hierro mata…
Otra manifestación del imperativo categórico. Si provocas con puños no esperes jamón serrano, bombones de chocolate ni batallas de pétalos. Otra destrucción del imperativo.
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