¿Y el legado de Chávez?

Se inauguró el mausoleo; reposan en él los restos de Bolívar. Un lugar bonito, elegante, digno, a la usanza liberal burguesa. En el Cuartel de la Montaña, en la humilde parroquia caraqueña, el 23 de enero, está sembrado el comandante Chávez. Como lo dijo Cristina Kichnner: Este es su lugar. Ni se les ocurra llevarlo a ningún otro, por más pomposo que parezca. Aquí empezó, y aquí se debe quedar. En SU LUGAR. En su Cuartel junto a los barrios. Soldado del pueblo. Definitivo y para siempre.

El mausoleo, el cuartel; Bolívar y Chávez; dos hombres, un mismo hilo conductor de una historia de procederes libertarios protagonizada por un pueblo ansioso de dignidad y respeto.

La historia de Bolívar es conocida. Su memoria se petrificó, no convenía a la oligarquía de entonces. Se hicieron estatuas, bustos, afiches de su rostro y cuerpo; las frases sin sentido y contexto se multiplicaron por doquier. Los personajes honorables de la academia y la alta sociedad usaron su pensamiento para adquirir notoriedad así como también profesores y estudiantes, quienes banalizaron su estudio en escuelas y universidades. Fue Chávez quien le devolvió a Bolívar el carácter humano de su existencia. Invirtió en ello mucha energía y pasión.

Nos enseñó a descubrir al Bolívar de las dificultades, al patriota luchador, al guerrero, al constructor de mundos. Sus clases magistrales le devolvieron a la historia el verdadero sentido popular. Y el pueblo humilde aprendió, rápido, cómo se construye la Patria Bolivariana. Lo demostró el 13 de abril de 2002, en diciembre del mismo año, el 15 de abril de 2013. Hoy es un pueblo bolivariano.

Este trabajo incansable de Chávez dio sus frutos; ese pueblo lo erigió en su líder. Aprendieron juntos que las revoluciones se hacen con conciencia y compromiso e hicieron el camino durante catorce años.

Hoy, Chávez no está. Los humildes lo lloran, extrañan sus clases; necesitan aprender junto a él cómo se construye el socialismo. Recuerdan a Cristina Kichnner cuando relató su visita al Cuartel de la Montaña: Seguimos recorriendo el lugar. Hay fotografías…Hugo de espaldas, caminando bajo la lluvia. El 4 de octubre, en su último y más glorioso acto, que no fue, como algunos creen, su cierre de campaña. Fue su último acto de amor. Lo supe más tarde, cuando me enteré de sus terribles e insoportables dolores. De su sacrificio casi inhumano. Dios mío!

Ciertamente todo en Chávez es amor y entrega; los humildes son su mejor testimonio. Sin embargo, a dos meses de su desaparición física muchas cosas han cambiado. Quienes denigraron de su liderazgo arguyendo la tesis del chavismo sin Chávez deambulan por el país divulgando el legado de Chávez en su versión reformista. Los funcionarios del gobierno también hacen lo suyo: repiten sin cesar frases y consignas negadoras de la esencial condición humana de Chávez: “Comandante Supremo”, “Líider Eterno”, pactan con Mendoza y entregan las divisas a los empresarios. También, en otros predios, se multiplican los bautizos de calles, avenidas y kioskos de periódicos con el nombre de Chávez y se mercadea su figura en franelas, gorras y demás bisutería.

Nos preguntamos, entonces:

¿El legado de Chávez tendrá el mismo destino que el de Bolívar? ¿Se acallará la voz de su mensaje por temor a las oligarquías? ¿Se postergará el sueño de la Patria Socialista?


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