Ya han pasado tres días, la circunstancia que atraviesa las declaraciones hechas por Mario Silva son pasta divina para una derecha que la hizo perfecto, ahora se trata de acusar a Mario Silva de traidor a la patria. ¿Quién denuncia? Los pajuos y vendidos más asquerosos que ha tenido este país en toda su existencia, seres que serían capaces de elevar día a día un informe a la CIA sobre los nuevos problemas sexuales por los cuales atraviesa el señor Capriles y cómo evolucionan mientras precisan cuales son los movimientos de los agentes que conspiran al interno del gobierno esperando una guía política y línea de respaldo más a las nuevas cuentas bancarias que se utilizarán para financiar la contrarrevolución. Seguro, pero ¿por qué pueden hacer esta denuncia de traición sin que exista respuesta firme desde el lugar que se denomina a sí mismo "la revolución"? Ella, en sus voceros oficiales simplemente busca taparear el problema, como dice Diosdado "yo no respondo a chismes"… otros se creen el triste cuento del puro montaje. Eso no es así y los laberintos por donde se juntan todos los lugares de reunión del chavismo de base lo atestiguan. Las declaraciones de Mario Silva son un acontecimiento límite dentro de esta historia porque retratan, sea cual sea el grado de verdad que contengan, una imagen a la perfección de un acumulado de hechos que son la razón suficiente para destrozar este proceso.
Sin entrar en detalles primero es una perfecta estupidez el argumento del montaje a menos que las máquinas sean artistas o una conferencia mundial de guionistas se haya congregado a hacer tan perfecto guión asesorados por el ánima de Cervantes. Imposible. Aquí hay un problema de infiltración de las inteligencias cubanas o venezolanas, vaya a saber, que permitió en el momento en que el gran denunciador de escuálidos y críticos internos hace el mismo la denuncia que considera definitiva y fundamental para el futuro del gobierno, colar esa información hacia el Gran Corruptor y sus representación política, la oposición venezolana. En segundo lugar, la respuesta generalizada ha sido la solidaridad o reconocimiento a Mario Silva y la tristeza o denuncia por igual del final de su programa, pero jamás hasta donde sabemos el movimiento popular o la opinión crítica ha observado los contenidos de estos "chismes", por temor a contribuir a la división del chavismo y con ello al fin eventual de la revolución bolivariana. A partir de allí lo que podría ser la semilla que invierte los sentidos, en vez de servirle al fascista baboso por debilitar las bases del proceso que tenemos, se ha convertido en el punto de partida de su regeneración, del impulso por pura jugada mediática en este caso invertida a nuestro favor de un verdadero reencuentro del pueblo rebelde, esperanzado, en lucha, que finalmente le dieron el chance sus propios enemigos de reventar las lacras internas que lo han silenciado, postrado, despolitizado, desorganizado, y en tantos casos también corrompido.
¿Pero por qué no es así? Evidentemente que aquí tenemos un fenómeno de miedo a perderlo todo, que calla las voces hasta el punto de devorar las verdades y el impulso revolucionario de quiebre a los sistemas de mentira y opresión. Desde el estalinismo para acá conocemos muy bien este fenómeno colectivo que calla para no perder y a la final termina aplastado por su propio silencio. Repetimos, los cuentos confesados por Mario Silva a un tal Palacios, aunque parezca sobredimensionado son el punto de partida de un brote que de asumirse mostraría toda la fuerza del pueblo del 27 de febrero. ¿Es que es tan nuevo e importante lo que dice o tan importante él? No por el contrario, es porque dice lo que todo el mundo sabe más allá de detalles o chismes de palacio que puedan o no ser verdad, o informaciones sobre la manipulación de datos del CNE que tienen que investigarse. Diosdado, centro de la denuncia no es jamás el único, más sí el punto convergente de un gigantesco entramado financiero y empresarial de corrupción que se extiende hasta el mundo militar, tiene que ser centro igualmente de una rebelión antiburocrática y ética que lo cuestione a él como a todo un universo de personajes del alto gobierno ligados sobre todo al mundo bancario y corporativo interno (¡por Dios cuando caerá Rangel Gómez!). Si esta no es razón para despertar esta circunstancia, regalémosle esta vaina a los grandes corruptores, a las lacras pajuas más asesinas, reaccionarias y vendidas de este país.
Sin embargo pareciera que hay una condición para todo esto. Miedo colectivo por un lado, ya hartos muchos de los que estamos cansados de decir esto por años, criminalizados por ti mismo, ¡qué paradoja verdad! Pero ahora haces falta tu Mario y ya sé que éste que te lo pide no es santo de tu devoción, que carajo, tierrita a la mierda, entiende coño en qué lugar estamos parados. ¿Imposible e irresponsable porque vas a provocar la división definitiva el partido? allí hay un aparato que todos los días en sus cúpulas mayores y medias obliga el silencio, ¿se reconocen las relaciones con Cuba, es imposible por tanto? eso es puro chantaje reaccionario que con el pueblo en movilización y asumiendo con orgullo la hermandad con Cuba se derrite, ¿es que no tienes el apoyo de Nicolás? si él quiere demostrar un liderazgo real y fuerte aquí le llegó el momento, si quiere "ser Chávez" le llegó su momento y tú se lo pondrás en bandeja de plata.
La división del Psuv, en este caso, sería todo lo contrario de lo que se supone en caso de darse, provocaría una fusión extraordinaria de las bases combativas, nobles, honestas del chavismo, de lo contrario tú mismo estarías contribuyendo a callarlas otra vez más. La división del "partido" no es en absoluto la división del pueblo revolucionario, bien por el contrario, posiblemente llegó la hora de demostrarlo, la razón está clara. Un viejo compañero de lucha desconocido para mí pero que compartimos sin reconocernos el sangrero combativo de los ochenta, se acercó esta mañana viajando por el metro y me decía: ¿será vale que todo esto se va a perder?, lo miro y me repito ¿será que de nada valió ver como caían tantos por una esperanza que aún hoy y quizás más que nunca estamos en la raya del tiempo para lograrlo?, reconozco que sentí con lágrimas toda una verdadera y maravillosa historia anónima hablando y viva como nunca. Bueno Mario Silva si tú no lo haces coño que el grito venga del milagro colectivo, eso será hermoso… que más se puede pedir: ¡Abajo las pantallas que viva nuestro pueblo!