No es exagerado afirmar que ningún Presidente venezolano ha mostrado mayor disposición por combatir la corrupción que Nicolás Maduro.
Repasen un poco la historia desde Cipriano Castro, a comienzos del siglo XX, hasta nuestros días. En este caso, no se ha limitado a una política declarativa, que la ha habido, reiterada, sino con hechos: convocó al Consejo de Estado, que nunca antes se había reunido, para llevarle el problema y solicitar su cooperación, la de la Asamblea Nacional, de otras instituciones del Estado y del país todo. Cooperación que está pidiendo a toda la sociedad, al pueblo, aunque deben ofrecerse los mecanismos y garantías de confidencialidad para formular denuncias de eventuales casos de corrupción.
Otros pasos han sido dados con la destitución, averiguación y hasta detención de varios funcionarios, como los responsables del robo de 48 millones de dólares del Fondo Chino, de las graves irregularidades descubiertas en Cadivi de la aduana de La Guaira, la Gobernación de Guárico, etc., y la Fiscalía anunció más de 100 casos de presos, imputados y acusados en los últimos días.
Frente a esa política, como era de suponerse, las agrupaciones políticas partidistas tienen dos conductas opuestas. El Psuv y aliados, aunque los corruptos sean militantes suyos, no interfieren con opiniones o acciones de protección; pero de la MUD ni podía pensarse que fuera de colaboración o en todo caso de discreto silencio.
No, antes que nada, ofrecen su automática solidaridad con cualquier opositor acusado, ni siquiera apoyan la apertura de investigaciones, niegan toda responsabilidad. Se limitan a opinar que se trata de una cortina de humo, que todo cuanto busca Maduro es desviar la atención del país de los problemas de abastecimiento e inseguridad, etc., etc.
Por supuesto, hay reservas en cuanto al alcance de esa política. ¿Hasta dónde llegará? ¿Se detendrá ante casos de los grandes chivos si uno apareciere involucrado? Los compromisos parecen mayores. Han dicho: "Caiga quien caiga".
El vicepresidente Arreaza ha ofrecido "investigar casos de corrupción en las empresas básicas, el Saime y la Fiscalía". Y el presidente Maduro es quien más se ha comprometido: "Si se conocieran casos de corrupción en el alto Gobierno, habrá peces gordos presos", y ha sido categórico: "¡Voy a fondo contra la corrupción… estén donde estén, aplicaré mano dura!".
Eso esperamos.