Sobre La Misión Nevado, los Pitbulls y la perspectiva del ser humano colonizado y colonialista

Aquí no quiero ofender a nadie, pero quiero decir algo sobre la Misión Nevado (parece ser una Misión para ayudar a animales, mascotas, etc.), o, de acuerdo con un artículo publicado en Aporrea, una “organización protectora de animales y el ambiente,” donde dicen lo siguiente:

Ver: http://aporrea.org/actualidad/n235193.html

“Es necesario ir al ecosocialismo, un socialismo que también contemple el cambio de relación con la Madre Tierra, con nuestro entorno natural y entre ellos están nuestro hermanos naturales. Allí esta la mujer y el hombre nuevo que queremos construir. Y si no hacemos ese cambio, estamos apuntando a la extinción de toda la vida y de nuestra propia especie … enmarcado en el movimiento animalista y ecosocialista, que busca integrar la inclusión de los derechos Animales y de la Madre Tierra en la ética del Hombre y de la Mujer Nueva. Para lograr una nueva humanidad no es suficiente con cambiar las relaciones económicas de producción sino que también es imprescindible cambiar nuestra relación con la naturaleza: pasar de una relación de dominio y explotación de la naturaleza, hacia una relación de cooperación y armonía con la naturaleza, reivindicando así el ecosocialismo y la cosmovisión ancestral de los Pueblos Originarios.”

Pero, también dicen lo siguiente:

“Como expusimos antes, la Ley para la Fauna Doméstica Libre y en Cautiverio establece la prohibición de la tenencia de Pit-bull en el país a partir del 1 de enero de 2015, porque la considera peligrosa para la población. Muchos han protestado ante esta medida, ya que alegan que la raza no es peligrosa, todo depende como se críe el animal … este mito comienza a partir del siglo XX, aproximadamente en la década de los noventa, cuando se empiezan a practicar las peleas de perros callejeras, donde inducían a estos animales, especialmente de la raza Pit-bull, a pelear hasta la muerte. Usaron esta raza en especial por el poder de su mandíbula. Para lograr ese comportamiento violento sometían al perro a todo tipo de torturas para lograr ese temperamento agresivo, necesario para las peleas … De allí la percepción de que los pit-bull son agresivos, pero en la realidad es todo lo contrario, porque se ha descubierto que hace 150 años a estos caninos les llamaban “perros niñeras”, por su paciencia con la interacción con niños. Tenemos un problema con la ley porque el articulo 33 expresa que a partir de cierta fecha, que sería el 1 de enero de 2015, ya estaría prohibida la tenencia de los Pitbull. ¿Qué pasa? Esto es muy parecido a lo que decían las tesis nazis: Hay que desaparecer una raza humana porque tiene una especie de características genéticas y morales y la solución final es exterminándole. Es lo mismo pero aplicado a los perros.”

Primeramente, yo no soy amante de los perros, pero tampoco les tengo miedo, ni algún interés, pero sé como compartir mi entorno con ellos. Hasta los 15 años de edad, les tuve miedo a los perros, hasta que un día, un lobo me atacó, y casi me mató.

Esto ocurrió en Agassiz, en Columbia Britanica, en el valle del rio Fraser (entrada de los Rockies, equivalente a Los Andes), en Canadá. Trabajaba en un aserradero donde el dueño había adoptado un bebé lobo, y lo crió, pero lo tenía siempre amarrado con una cadena. Cuando yo conocí al lobo, ya era adulto, y bastante grande, como del tamaño de un pastor alemán grande (hembra), con dientes gigantes y un muy mal sentido del humor, y estaba amarrado con una cadena de alrededor de 30 metros de largo.

Un día, provocado por otro empleado, me atacó, pero corrí lo suficiente lejos y rápido para que no me muerda, pero, sí me quito los blue jeans por completo, destrozándolos en pedacitos. Me quedé medio desnudo. A partid de ese día me dije, “Nunca jamás ningún perro se atreverá de atacarme o jugar con mis emociones,” y desde entonces he estado en presencia de todos tipos de perros, incluso perros con rabia, y tipos Pitbulls y perros Doberman entrenados por seres humanos psicópatas para la policía, para matar. También he vivido/trabajado en el norte de Canadá, en el territorio James Bay, con los Indígenas Cree, donde las manadas de lobos andan libres por todos lados, así como debería ser.

Ningún perro de da miedo, no me importa su tamaño, o en que condición de comportamiento, psicológico o emocional se encuentre, pero tampoco me meto con ellos, es decir, ellos hacen lo que les dé la gana, y que me dejen a mí tranquilo, si no, les doy una patada por la cara, lo que hasta ahora nunca ha ocurrido, porque ya sienten el mensaje que les envío. También, hablo “perro,” lo que ayuda bastante. La gente que me conoce siempre queda impresionada por esto, de cómo comunico con los perros, aun cuando no nos conocemos.

Entonces, hay algo que quiero decir.

La gente de la Misión Nevado parece querer “proteger” a los “Pitbulls,” pero no explican en el artículo, que los Pitbulls no son necesariamente una raza de perros en especifico, sino una clase de perros, mezcla de ciertas razas, las cuales algunas, por su genética, tienen tendencia hacia la violencia (agresividad). Aquí les doy el enlace, en ingles, porque el artículo en español no da la información completa: http://en.wikipedia.org/wiki/Pit_bull

También, al ingresar “Pitbull” en imágenes Google, verán que existen muchos tipos de Pitbulls, y muchos ni se parecen.

De todas maneras, al investigar los casos de agresiones por parte de mascotas (perros) en algunos países, como en EEUU y Canadá, es estimado que alrededor del 45% de los casos graves de ataques, y muertes, son causados por “Pitbulls” o razas parecidas, y gran parte de los otros ataques (del 55% que resta) son causados por una combinación de varias otras razas de perros, como el Pastor Aleman, el Doberman, el Rottweiler, y mezclas lobo. Es decir, existen muy buenas razones para prohibir que un ser humano sea DUEÑO de un Pitbull, o alguna raza parecida, porque esa mezcla de raza Pitbull es responsable de la mayoría de los casos graves, incluso muertes.

Encuentro también muy contradictorio cuando la gente de Misión Nevado dice, “…reivindicando así el ecosocialismo y la cosmovisión ancestral de los Pueblos Originarios.”

Digo contradictorio, porque, en mi experiencia de haber compartido muchos años con los Indígenas Cree, los Mohawk, y los Beduinos, aprendí que los Indígenas le tienen, en general,  un gran respeto (verdadero respeto) a los animales, y a sus necesidades y tendencias naturales, es decir, nunca los amarran o los dejan encerrados, así como hacen muchas personas no indígenas, encerrando a perros y gatos en casas y apartamentos, en ciudades, en patios con un mínimo de espacio y libertad. Toda persona que entienda algo sobre la naturaleza y la “cosmovisión de los Pueblos Ancestrales” sabe que los perros son animales territoriales, y que necesitan, para su bienestar psicológico (lo que supone también lo físico), mucho espacio y libertad física para poder andar rodeando por todos lados de manera libre y sin restricciones. Esto es NATURAL, pero por alguna razón que no entiendo, mucha gente que se dice ser amantes de los perros, hacen lo contrario, los limitan, y por eso hay muchos perros nerviosos y agresivos, porque andan, contra su naturaleza, amarrados y encerrados. Es contranatural, es simplemente y obviamente contra la “cosmovisión de los Pueblos Ancestrales.”

El ser humano no debería nuca ser DUEÑO de un perro, o cualquier animal, por el contrario, si un ser humano anda con un perro, es porque el perro lo escogió a él, como en el caso mío, donde desde que llegué a este pueblito andino, hay un perro callejero, al cual mucha gente le tiene miedo por su tamaño y sus dientes gigantes. Cuando le da la gana (todos los días), se recuesta en el portón de mi taller, como si fuera su propio taller, como si él fuera mi dueño. Pero yo no le paro, ni él me para a mí. La gente cree que es “mí” perro, pero no lo es. Él es libre de andar por donde quiera, cuando quiera, y le doy comida a veces solamente, cuando me sobran huesos de carne o pollo, lo que como muy rara vez. Eso mismo me ocurrió con otro perro gigante, en otro pueblito andino donde vivía antes, pero ese ya murió. Nadie se le acercaba.

Escribo esto para hacer pensar: el perro es un ser que necesita libertad, si no, se vuelve agresivo. El ser humano que quiera respetar la naturaleza, debería permitir que los perros sean libres, y no que anden amarrados o encarcelados, así como ocurre muchas veces en las ciudades, y eso, normalmente porque el ser humano quiere de alguna manera satisfacer sus propios intereses egoístas (necesitar compañía), colonialistas (dominar al perro), y capitalistas (ser DUEÑO de un animal).

Ahora, ser DUEÑO de un animal, como ser DUEÑO de alguna propiedad, es un concepto capitalista, muy lejos de la naturaleza Indígena, es una aberración de la naturaleza, es una maldad, digo yo. Pero peor todavía es ser DUEÑO de un perro con tendencias agresivas, como es muchas veces el caso con el Pitbull, y no solo por ser encerrado/encarcelado por seres humanos, pero también por genética. Es una maldad, no solamente en contra del perro en cuestión, sino, también en contra de la sociedad que entorna esta ocurrencia.

Otra cosa, encuentro que decir que “Esto es muy parecido a lo que decían las tesis nazis,” es bastante exagerado.  Los Judíos (y las razas “no deseables” de acuerdo a los Nazis) no tenían dientes gigantes y no andaban agresivamente atacando a inocentes, o matándolos a mordidas.

Digo todo esto solamente para lanzar algunos pensamientos, para que no veamos esta situación solamente desde la perspectiva del ser humano colonizado y colonialista que quisiera “proteger” la dignidad del perro.



oscarheck111@yahoo.com



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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