Era medianoche, me encontraba en un estado dormido-despierto y de fondo, escuchaba en la televisión la voz del Comandante Chávez evocando las palabras del poema de Neruda en un Canto a Bolívar: Padre le dije: ¿eres o no eres o quién eres? Y mirando el Cuartel de la Montaña dijo: ¡despierto cada cien años cuando despierta el pueblo!-. Durante ese trance, caí en un sueño profundo mientras que la propia voz de Chávez con gran sentimiento de patria elevaba las notas de nuestro Himno Nacional haciendo el acompañamiento de aquel momento. Durante el sueño escuchaba un relato que el Padre Libertador Simón Bolívar le narraba al Comandante Hugo Chávez sobre el Manifiesto de Cartagena analizando las causas y pérdidas de la I República. Chávez, siempre listo con una visión moderna le había hecho saber al Libertador que ante el inicio de una V República le insistía al pueblo sobre las posibilidades del enemigo para derrocar la república en construcción. Hicieron comparaciones en el tiempo y las coincidencias del pasado y presente resultaron muy parecidas, repentinamente me desperté y la voz de Chávez ya no se escuchaba. Tropecé de nuevo con el mundo actual sabiendo del Comandante sembrado en el Cuartel de la Montaña y el Libertador en el nuevo Mausoleo que el propio Chávez le dedicó. Sin embargo, al ver la realidad presente, me dediqué a comparar ambas causas reveladas por estos Padres de Patria.
Cuando revisé las causas principales que reflexionó Bolívar de la pérdida de la I República en aquel documento del 15 de diciembre de 1812, encontré que el uso del sistema federal de entonces era débil para le época, la pésima administración de las rentas públicas, las causas naturales del terremoto de Caracas en 1812 que la iglesia católica utilizó para influir en temor al pueblo insinuando lo sucedido como castigo de Dios, lo que colectivizó el miedo en una conducta contraria del pueblo respecto a la patria y por supuesto, la debilidad de un ejército no profesional, aun siendo una milicia constituida e inspirada en la batalla por la libertad.
La historia nos demuestra algo cíclico pues los enemigos de la patria son los mismos en el tiempo, solo que, en la actualidad se modernizan y equipan de manera más organizada. Al aterrizar a septiembre de 2013, a tan sólo 6 meses de la partida física y siembra de Chávez, nos conseguimos frente a un plan llamado colapso total que pretende promover la caída definitiva de la V República. La situación actual coincide en una administración pública viciada (saboteada y filtrada endógenamente por el enemigo), la descentralización de los estados sin ser contundente y consecuente con el poder popular y las comunas, la iglesia imperando en sus discursos de conspiración llamados en algunos casos misas (aquí se diversifican las iglesias), el ejército que, si bien Chávez lo acercó al pueblo y creó las milicias, aún se construye en el nuevo hombre de la patria. Lo novedoso de este tiempo recae en la carencia de alimentos, fallas eléctricas y agua, anarquía de pueblo contra pueblo, inseguridad (también incrementada en un plan macabro). Todas estas causas regidas bajo un guion del norte y puesta en escena en las pantallas alienantes de televisión y prensa local. La ideología presente de una nueva patria socialista se pone en riesgo por divisiones y malestares al pueblo mientras muchos hablan del legado de Chávez insistentemente de manera deportiva y se dejan arrastrar en el fenómeno del egotismo y la manipulación. Volví a dormirme y escuché a Chávez gritando: ¡Revolucionarios de pacotilla, la Patria no es harina y papel, es el hombre carajo!