"Guao, eres el 8vo del mundo, César"

El fútbol es un deporte que despierta pasiones. Por ello, mueve muchos millones de billetes verdes. Incluso, el fútbol profesional venezolano tildado en el pasado de malo, de chimbo, desabrido y de comiquitas ha dado un gran salto desde la era Richard Páez. La Copa América celebrada en la patria de Bolívar, con una sustanciosa inversión del gobierno bolivariano en infraestructuras y autobuses además de la logística adecuada, sentó la base de esa transformación. Se invirtió más de veinte millones de dólares en la Escuela de Alto Rendimiento de la localidad de Los Robles, en la isla de Margarita y se ha podido al fin mostrar al mundo la calidad técnica de nuestros jugadores.

Los venezolanos nos familiarizamos con nombres que se han ganado un puesto en reconocidos clubes europeos. También se rompió la apatía y la indiferencia del público hacia el gran esfuerzo físico, humano y moral que supone el juego de fútbol. Se nota la influencia y la motivación en nuestros niños que lo practican y se superó el adosamiento psicológico que teníamos por la selección de Brasil, la cual habíamos asumido como propia, a falta de una selección natural local que nos diera brillo y no vergüenza. Juan Arango, José Manuel Rey, Giancarlo Maldonado, el Pájaro Vera, entre otros, rompieron esa barrera. Luego aparecieron Salomón Rondón, Tomás Rincón, el Miku Fedor, Johandry Orosco, Josef Martínez, entre otros nuevos talentos, y hemos tenido buenos porteros como referencia, con Gilberto Angelucci, Renny Vega, Miguel Mea Vitali, Rafael Dudamel, entre otros, en esta particular lista.

Sin embargo, dice el refrán que cachicamo trabaja para lapa.

De Richard Páez a César Farías hay un callejón de por medio, una zanja, un barranco. Quizás una cueva como la del Guácharo. Aquel luce hoy desmejorado y venido a menos, y éste luce boyante, con cuña publicitaria bien armada para una empresa de seguros, ostentoso en toda la amplitud del término, porque tiene casta de rico, gracias a esta revolución bonita que luces adentro de algunas mansiones de apátridas se despotrica y manda a los mil demonios, porque aquí se le permite hacer plata a quien quiera hacer plata, por los medios que tenga bien para hacer plata, pero eso sí, el gobierno revolucionario chavista no sirve para nada y bla bla bla. Bien, se debe reconocer que en eso de las ideologías políticas no debe imponerse a mandobles nada. O sale del corazón y la razón sensible (Gustavo Pereira dixit) del intelecto, o no sale. Por eso el pueblo nuestro es pródigo en enseñanzas de amor popular hacia sus líderes auténticos y castiga y vuelve a castigar a los que verdad se enchufan al gobierno para amasar fortunas, aprovechando los caminos verdes que se le ponen por delante. Y detrás de la figura de un empresario “exitoso” cabe cualquier fortuna y cualquier suerte porque los negocios cuando nos sonríen todo lo ponen fácil y las cuentas se abultan. Eso sí es chévere, compañeros.

Hace algunas semanas he oído personas ligadas al fútbol expresar criterios e ideas materializadas por radio bemba desde un confín a otro de nuestras fronteras y he pensado largo en ello. Esto es lo que motiva a escribir este artículo, sin ánimo de polémicas, forcejeos ni acusaciones pero con una honda inquietud como venezolano por situaciones que pueden estar (y no estar) ligadas a la corrupción y la deshonestidad. Señalo algunos ejemplos. El último juego amistoso contra El Salvador provocó la suspensión de por vida de catorce jugadores salvadoreños por cuanto se supone que vendieron el partido a la Vinotinto. El encuentro fue el 22 de mayo de 2013 y se destapó la olla hace pocas semanas. ¿Quién se lucró acá? ¿Quiso Farías salvar su pellejo ganando ese juego, si es que efectivamente se compró el resultado? ¿Hubo apuestas en dólares?

En algún momento leí que el partido contra Chile perdido 2 a 0 por mal juego, dejaba entrever la sospecha de un arreglo. Cabe ahí también formular las tres preguntas anteriores. Queda la duda. El empate a un gol contra Colombia por mal juego también fue señalado como negociado y que supuestamente en las fronteras de Occidente hubo una fuerte transacción en dólares por ello. Queda la duda. No hay certeza de nada. Con Perú se han indicado también esas sospechas, pues después de tener ventaja de un gol a cero en el primer tiempo, aplastan a la Vinotinto dos a uno. Otra casualidad. En síntesis, Chile, Colombia y Perú, donde es mal vista la palabra chavista y todo lo que devenga del socialismo del siglo XXI a la venezolana, ocurren estas cosas. Es bastante casualidad. Por eso se especula tanto. Estos mismos países inmersos en estas polémicas se señalan como destinos de los “raspa tarjetas y chupadólares Cadivi”.

Al margen de esos runrunes y conscientes que el fútbol está íntimamente ligado al gran capital, y de este lado del planeta a los dólares, llama la atención la publicidad de la aseguradora que no resalta al equipo nacional Vinotinto, sino al técnico. ¿Por qué esta empresa no escogió a Arango? Farías ha expresado con prepotencia que a él no le importa para nada la política (chavista), quizás porque se siente sobrado en eso de ser el octavo del mundo. ¿Lo es todavía? Tengo esa duda. Un viejito con cara muy graciosa lo resalta supuestamente desde España. En lo personal sé muy poco de fútbol pero hasta donde sé hay técnicos excelentes de Suramérica que se toman ese rol con discrecionalidad (no sé si cabe la palabra humildad, con tantos capital e intereses de por medio), y vale la pena mencionar algunos. Diego “el Cholo” Simeone, argentino, técnico actual del Atlético Madrid está demostrando de qué casta está hecho. Del uno al octavo lugar no sé qué puesto ocupa. Gerardo, el “Tata”, Martino, argentino también, con gran palmarés, fue técnico de esa selección de Paraguay que le ganó a Venezuela en la Copa América (quién sabe si con amaños de una u otra parte, porque todo se definió en unos penales, luego de esa ventaja Vinotinto) y dirige actualmente al Barcelona, con récord histórico y Messi y Neymar en sus manos. ¿Qué lugar ocupará en la lista de los ocho? El chileno Manuel Luis “el ingeniero” Pellegrini, técnico actual del Manchester City y ex del Real Madrid, justo antes de Mourinho, es otro alto nombre por cuanto dirigió al Málaga y consiguió puesto en la Champions League del mismo modo que lo hizo con el Villarreal. Su compatriota Marcelo Bielsa, actualmente desempleado o de sabático, fue el excelente técnico del equipo Atlético de Bilbao que dio cátedra de buen juego en 2012 y estuvo en final de Copa del Rey de España y en la Europa League. Un vecino nuestro, el brasileño Luis Felipe Scolari, quien ganó en el mundial en 2002, es otro ejemplo de técnico exitoso. Después de consultar estas notables referencias, vuelvo al comercial que exalta al técnico César Farías como parte de lo máximo del fútbol mundial y lo confronto con cuanto se señala de él en los medios impresos: arrogancia, despotismo, egocentrismo, y para usted de contar. Además ya están pidiendo se le destituya, aunque él mismo condicionó que su tutor Rafael Esquivel fuera realmente el vitalicio (buen ejemplar para la cuña de la publicidad del seguro de César Farías) de la Federación Venezolana de Fútbol, como en efecto ocurrió, quién sabe bajo qué bastidores, para que la Vinotinto tuviera el honor de ser dirigida por el octavo del mundo. Vaya humildad.

Me pregunto dos cosas: ¿Qué pasaría en Venezuela si César Farías renunciara? y ¿Reconocerá sus errores personales de tipo profesional en la carrera hacia el cupo posible para su equipo en el mundial de Brasil 2014? Todavía sigo sin entender por qué armó la selección con jugadores sin mayor experiencia en aquel primer juego de la eliminatoria ante Ecuador. Aún la victoria ante Argentina con el resultado de 1 a 0 no justifica su táctica. Creo haberle oído que él “probaría” tres equipos distintos durante el trámite de las eliminatorias para luego armar el equipo que llevaría al mundial. ¿Y cuál equipo llevará? Será el de los milagros, y si el milagro ocurre no será precisamente gracias a sus dotes de director técnico. Es mi criterio, muy subjetivo. Por último, otra pregunta que me hago: ¿Si se contrata a Marcelo Bielsa para dirigir a la Vinotinto o le cedemos, en justicia, el puesto a un personaje que luce extraordinario y exitoso como lo es Noel “Chita” Sanvicente, lograremos mejores resultados en el tiempo? Sanvicente sin ser octavo en nada se da el tupé de un pequeño y modesto palmarés: Pentacampeón de la liga venezolana con el Caracas Fútbol club y campeón con el Zamora (club de no mucho renombre) en 2012, además de ganar la Copa Venezuela.



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José Pérez

Profesor Universitario. Investigador, poeta y narrador. Licenciado en Letras. Doctor en Filología Hispánica. Columnista de opinión y articulista de prensa desde 1983. Autor de los libros Cosmovisión del somari, Pájaro de mar por tiera, Como ojo de pez, En canto de Guanipa, Páginas de abordo, Fombona rugido de tigre, entre otros. Galardonado en 14 certámenes literarios.

 elpoetajotape@gmail.com

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