Casi pierde la compostura el moderador.
En los últimos minutos del programa Sin Tapujos, la noche del lunes por poco a Aranguibel no le da un beri beri. Las críticas que se le hacen a sus presentaciones en VTV no le agradan para nada.
La emprendió contra Toby y la cerró contra este aporreista opinador a quien no deseó nombrar por que no quiere “ceder su audiencia”. Eso sí, sacó con las pinzas y una conveniencia bien manipulada, un extracto de reflexión que se hiciera en torno a su programa. Y descontextualizando el tema lo pretendió análogar en vano empeño, con una frase que le endilga a un viejo articulista copeyano.
Parece que los 28 años, por lo que se ufana haber escrito en viejos diarios capitalinos ni mella han hecho en un comportamiento que no es el más loable en un revolucionario. Porque también asomó el camarada, en un arranque de soberbia intelectualoide que “cuando el canal le dé un espacio de 5 horas”, él puede despellejar a Trotsky.
La verdad que un programa de corte revolucionario eso se ve muy mal. La petulancia, así de desnuda es harto peligrosa porque atenta contra el carácter didáctico que debe observar un programa de esta índole.
Echar mano, como lo hizo Alberto del discurso de Chávez en torno al apoyo que se le debe dar al presidente Maduro para justificar solidaridad automática es un error. Chávez llamó indubitablemente al apoyo para llevarlo a la presidencia como se concretó. De allí en adelante la historia de los acontecimientos puede conllevar, como también ocurre a la crítica revolucionaria en cualquiera de sus niveles. Eso es elemental.
Debe entonces recapacitar el compañero moderador. La prepotencia no se compagina con la modestia que debe exhibir en decoro, un revolucionario. Nadie te quiere espelucar muchacho. Tú mismo, antes de la aparición del programa hace pocas semanas, por supuesto, denunciaste la intervención cupular de una enojosa dama en altos niveles de la revolución. Y de eso no has hablado. Se te olvidó, en una omisión voluntaria tal vez. Pero ahora, después de las incursiones de Aranguibel este lunes, donde cerró con el vocablo de ¡petardistas..!, uno puede entonces reafirmar el pensamiento de que en cualquiera de los añejos medios donde se enorgullece haber estado podría hacerlo mejor.