En realidad el título reflexionado para estas frases continuadas era: las expresiones esquizo de las derechas venezolanas sin dejar al costado y/o en la cuneta a los mayameros sean venezolanos y/o de unas otras nacionalidades, especialmente, las y los representantes al Poder legislativo estadounidense. Debemos reconocer que son palabras y conceptos muy fuertes pero, definitivamente, cuando uno se entretiene leyendo cualquier expresión publicada por cualquier vía, escrita y escuchada, las expresiones personales propuestas por cualquier medio y/o en cualquier sub-conjunto de individuos y/o comunicadas directa y personalmente, claro, con muy escasas e inteligentes reflexiones de amigos y conocidos podríamos alcanzar esa decisión conceptual. Recordamos algunas conversas con un muy respetado y muy serio doctor de la Iglesia sobre la dualidad de los comportamientos humanos cuando viven una doble vida espiritual: la personal-consumista y la persona-religiosa en ese mundo de la antropología humana. Nos permitimos llamar la atención sobre ambos dos (2) conceptos propuestos: personal-consumista y personal-religioso porque aunque nos llame a supuestas contradicciones personales y, al tiempo, no definir, claramente, sus relaciones con la política y, concretamente, con las actitudes de derechas es todo lo contrario, hay una profunda correlación entre ellos además de considerarlos inter-lazados; es decir, se nos presenta una muy seria contradicción entre el yo y su imagen. Nos explicamos.
Cuando nos referimos al concepto personal-consumista estamos centrándolo en las realidades que se contienen en toda relación del ser social con sus realidades socio-económicas e ideológicas que, en el caso concreto de la relación del ser social con el sistema capitalista en permanente actividad socio-ideológica, se desarrolla una conciencia íntimamente relacionada con sus necesidades reales y creadas por las lógicas e impuestas realidades capitalistas cuando la super-estructura de ese sistema capitalista aún en mayor profundidad en el desarrollismo de su globalización práctico-ideológica se impone, inevitablemente, en la conciencia e inconsciencia de ese ser social para mantener su propia supervivencia como sistema socio-económico e ideológico-militar ante las lógicas contradicciones que en cualquier evolución histórico-sistémica se implícita obligatoriamente su imposición en supervivencia y permanencia en los tiempos históricos-humanos. En simples frases, el consumo va íntimamente relacionado al desarrollo del sistema capitalista en sus diferentes etapas de lógico desarrollo como sistema sustentando esa relación del consumo-ser-social no solo con la ideología implícita en la conciencia social sino, también, dirigido tanto al ser social como unidad real social como el consumo del Estado como concepto en el marco de las compras del Estado.
En el marco de la realidad de lo personal-religioso el tema es aún más delicado cuando el peso de lo ideológico y las justificaciones teológicas se imponen ante la razón del ser social como ser creado. Las tesis agustinianas y tomistas justifican decisiones de Estado que obligan tanto al ser creado como al ser social en su objetiva realidad de creyente-religioso-practicante a actuar en función de lo real-religioso-transcendente desarrollando, aparentemente, una realidad uni-personal y no de masa de doble comportamiento en accionares de y en objetividad de la realidad lógico-formal cual, supuestamente, justifica cualquier accionar del ser social comprometido con sus paradigmas ideológico-religiosos actuando incluso en violencia en tanto y cuanto salvaguarde lo real-teológico-humano como ser creado que busca alcanzar la transcendencia eterna en función de la defensa de una filosofía cristológica. Pongámoslo en sencillez. Los cruzados consideraban que era de su obligación rescatar los denominados lugares santos independiente y en consecuencia del derramamiento de sangre cuando por premio alcanzarían el premio de la santidad y de la gloria eterna.
Un otro ejemplo referido al mundo anglo-sajón estadounidense podrían ser las tesis que viene desarrollando el denominado sub-conjunto del partido Republicano: Tea Party cual en sus señalamientos, muy serios, por demás, actúan señalando y acusando al Presidente Barack Obama como un ser socialista cuando no calificándolo como un ser comunista cual lleva a algunos extremistas voceros a expresar en calificado y demostrado racismo no solo cuando proponen su negada nacionalidad estadounidense sino que Obama debería regresar a algún país del África en el nombre del Todopoderoso.
Nos referimos a lo ante expuesto, repitiéndonos, por las expresiones expuestas para un circo de lugareños sin destino nacional aparente, cuando, por ejemplo, leemos con la atención y el respeto debidos los pensamientos de Germán Carrera Damas expuestos en el texto publicado por El Nacional (En defensa de la República. Voz de Alerta. El Nacional. Caracas, 2013, pp. 112) cuando describe, por ejemplo, la siguiente idea: la conciencia histórica del venezolano confronta hoy el reto de comprender que la Repúblicaestá amenazada de ser demolida. Se pretende substituirla por un régimen sociopolítico en el que se confabularían atavismos militaristascon desvaríos ideológicos que la Historia del siglo XX relegó a su desván.., (Idem, p´p. 71-72)
En el contenido se extraen varias ideas dignas de mención. Como primera idea nos consideramos que las derechas necesitan de sólidos y doctos intelectuales que, creativamente, desarrollen los argumentos que sustentan la realidad del Estado capitalista-burgués venezolano en perfecta lógica formal y/o sí ustedes así lo desean, bajo los paradigmas del positivismo como marco ideológico referencial del sistema capitalista. En segundo orden, lo expresado por esos intelectuales de derechas quienes disfrutan de todo sus derechos que le son propios por natura real-democrática implícitos en, conceptualmente, y por, en praxis, por la democracia participativa y protagónica; estos intelectuales de derechas desarrollan aún en propia contradicción consciente-ideológica, en profundidad, las argumentaciones que sustentan esa lógica capitalista que defienden, intelectual y particularmente, en cuanto a todo el universo de lo referido al mundo innato de la super-estructura evadiendo y evitando penetrar al interesante mundo de la estructura socio-económica del propio sistema capitalista en el marco referente del Estado burgués venezolano porque caerían en serias contradicciones tanto en el campo intelectual-y-conceptual-ideológico como tendrían que confrontar las realidades objetivas que los obligan como individuos a estar en correspondencia con las realidades paradigmáticas de su supuesta pertenencia de clase a las clases visibilizadas; es decir, para esa intelectualidad el ser social, como individuo nacional, está circunscrito únicamente a los sectores visibilizados con lo cual entran en profunda contradicción en tanto nos referimos al ser creado en su expresión antropológica como ser social; es decir, toda argumentación que se desvíe y niegue de la realidad de la unidad teológica es en si misma una contradicción conceptual evitando entrar en la conciencia moral individual (Anne Cheng & otros. Tratado de antropología de lo sagrado. Trotta. Madrid, 2001, pp. 81-98). En tercera idea, concretando, Carrera Damas nos impone la idea de que la conciencia histórica del venezolano se encuentra en una fase de sustitución, evidentemente, por otra conciencia que Hugo Rafael Chávez Frías demostró como real-histórica-objetiva en cuanto y cuando se refería a los textos históricos correspondientes con una amplitud intelectual objetiva e incontestable. Por otro lado, nos suponemos que Carrera Damas se estaría refiriendo a esa conciencia del venezolano que se sustenta en las realidades histórico-objetivas que se expresaron post-Independencia; para expresarlo con mayor precisión, con la realidad de la relación de Páez y la Cosiata. Por último, nos preguntamos: ¿cuál era la conciencia histórica del venezolano cuando la República estuviere amenaza de ser demolida para ser reemplazada por lo que Carrera Damas denomina, en última instancia, como la dualidad cívico-militar conceptualizando a ambos sub-conjuntos con toda la expresión de clase calificándolos como atavismos militares, en el primer caso, es decir, a la realidad del estamento militar al tiempo que pontificando, como buen defensor de paradigmas judeo-católicos, calificando lo conceptual-ideológico de la Revolución Bolivariana como de desvaríos ideológicos que la Historia del siglo XX relegó a su desván?...y aún queda mucha tela por cortar