El dólar paralelo parece un hueso duro de roer, ¡duro de matar!, para el gobierno del presidente Maduro. Recientemente el propio presidente afirmó, categóricamente, que “barreremos al dólar paralelo”, cuando anunció algunas medidas económicas (no las últimas, donde develo el documento golpista y anunció medidas contrala guerra económica). El día 7 de noviembre el ministro Rafael Ramírez anunció que vencerán al dólar paralelo. Esto fue lo que dijo: “Vamos a polvorizar al dólar paralelo”.
Con la aplicación del Sistema Complementario de Administración de Divisas (SICAP), se dijo que ahora sí sería la muerte súbita del dólar paralelo. Nada que ver. Se dice por allí que está vivito y coleando, a precios desorbitantes. Es decir, no resultó nada positivo la implementación del SICAD, que unido al CADIVI, debían frenar el alza del dólar paralelo, y, por ende, darle un bajón a la inflación. Pero las cosas no han funcionado, a tal punto que viene más.
El día 7 de noviembre el ministro de Petróleo y vicepresidente del Área Económica, anunció al país un tercer sistema para la entrega de de divisas preferenciales a particulares y empresarios, que aún no se conoce, pero que estaría destinado a “polvorizar al dólar paralelo”, que a su juicio es el culpable de la alza desorbitante de la inflación, como uno de los elementos desestabilizadores que ha encontrado la derecha para tratar de minar las bases del gobierno de Nicolás Maduro. Este nuevo sistema, dijo el ministro, se unirá a los otros dos existentes: CADIVI y el SICAD.
Lo cierto es que la derecha se ha venido saliendo con la suya, en la puesta en marcha lo que se ha venido llamando “la guerra económica”. Han vulnerado a CADIVI, a tal punto que el gobierno ha tenido que anunciar una reestructuración a fondo, a la par de crear un tercer sistema, que está en elaboración. Se habla que el dólar paralelo ya está montado en los 50 bolívares.
Tenemos que aceptar que la derecha nacional, con sus aliados de Fedecámaras, Consecomercio, y Venamchan, entre otros, asesorados por los expertos en guerra sucia, desde los Estados Unidos, utilizando como puente al uribismo y a los lacayos locales, se han salido con las suyas. Aunque su objetivo final es la de quebrar la resistencia del gobierno de Maduro, para poner en ejecución la fase final: el derrocamiento del gobierno revolucionairo, y la implantación de un gobierno de derecha, con las consecuencias que de ello se deriva.
Pero nuestro presidente Maduro y su equipo de gobierno está al frente de la situación, tomando las medidas que podrían frenar la envestida feroz de la derecha, y junto a él, rodilla en tierra, debemos estar quienes nos consideramos revolucionarios. ¡No hay marcha atrás! ¡La Paria está en juego! ¡Cerremos filas frente al enemigo! ¡Fuerza Maduro!