Hay gobierno

Había una vez un asesino en serie que escribió en un espejo, con el lápiz labial de una de sus víctimas: «Atrápenme pronto que no puedo controlarme». Pero ese, claro, era un loco. Peligroso. Un tipo desbocado en su sadismo.

Ahora la dirigencia opositora, desbocada en su sicosis, recure, entre otros dislates, a la falacia de la falsa causa: la especulación se desató porque el gobierno la toleró. O sea, a ver si entiendo (soy bruto palante): ellos especulan, lavan capitales, usurean, etc., y el culpable es el gobierno. Es la misma falacia de Juan Carlos Caldera: cogió el soborno porque le pusieron una trampa para que cogiera el soborno. Primoroso. Robo porque me pones un objeto para tentarme, por tanto, quien roba eres tú. Exonerado. No impides que me emborrache y en la borrachera cometo un asesinato, se deduce entonces que eres tú quien asesina. Qué bonito. Ah, pero también dicen que hay especulación porque el Estado interviene. ¿Tú entiendes eso?

Fuera de la picaresca burguesa, debemos ver más allá: comienza el desmantelamiento de la economía parasitaria. Ojalá además pasemos a la economía productiva. Uno de los instrumentos de la burguesía para sorber capitales ha sido Cadivi. El gobierno otorga dólares y la picaresca los coge para cualquier cosa menos importar bienes o si lo hace trae bienes vencidos, adulterados, chatarra, etc. Y llega a abandonar la mercancía importada, si acaso importa algo y no se roba los dólares para alimentar mercado negro, narcotráfico, lavado de divisas, conspiración o robo simple.

La picaresca arreció en los meses recientes, pero existe desde hace décadas, incluso cuando no había control de cambio. Compraban libremente dólares a Bs 4,30 y vendían los bienes como si el dólar estuviese a Bs 10. O más. Siempre fue lo normal. Pero ahora se pasó a una anormalidad que se proponía el efecto catastrófico de cierre técnico del comercio en un paro velado, irritación social, anarquía, invasión de la potencia esa que solo invade y siempre invade.

Estamos nada menos que en revolución. Se está desplazando el sector parásito por un sector productivo, para que la revolución sea completa. Si esta segunda acción no se cumple, recaeremos en la economía parasitaria, porque revolución que se estanca, retrocede.

 



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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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