¿Qué será lo que pretende este personaje?, digno de ser escogido como protagonista para un ensayo que pretenda mostrar el uso moderno de la “aporía”, porque es el más perfecto ejemplo de la contradicción, entre lo que debe ser un político y lo que este sujeto representa, es la antítesis ambulante de la lógica y la razón, cada palabra, cada frase que intenta emitir o construir es lo más parecido a un rebuzno. La verdad que hay que hacer mucho esfuerzo para intentar captar lo que quiere decir.
Es lo más parecido a un líder de papel, que con el tiempo se desfigura, se difumina, se minimiza y pasa a la historia como el más significativo ejemplo del engaño.
Es lo que afirman avezados periodistas como José Vicente Rangel y Rafael Poleo, quienes, aunque situados en campos antagónicos del acontecer político venezolano, coinciden en la definición de quien se empecina en creerse el ungido por los dioses para ser presidente de este país de héroes, cuando si se quiere ser objetivo lo único que se puede decir de él, es que ha sido lo peor que un sector político le haya podido presentar al pueblo como aspirante a la más alta posición de la Patria.
Sus actuaciones, conocidas por quienes me hacen el honor de leer mis humildes opiniones y que por lo tanto no es necesario repetirlas acá, se inscribirán en la historia del país como dignas de ser presentadas como ejemplo a las generaciones futuras, como lo que no debió ser, como experiencias ejemplarizantes de lo negativo, de lo repudiable, de la exacerbación de la maldad y prácticamente un insulto a la inteligencia de un pueblo como el venezolano que cada día que pasa se convierte más en dueño de su destino.
Aquí en San Cristóbal estuvo y su discurso (¿?), así como la pobre asistencia, que ni siquiera los medios de la derecha pudieron ocultar. lo que dieron fue lástima y pena ajena, , y la frustración fue tanta que el anuncio de llegar en bicicleta al sitio de la concentración fue desechado, pero además porque tal vez algún asesor medio cuerdo, le hizo entender que hacerlo sería una burda imitación más de lo que en el Presidente Maduro ya es una costumbre, utilizar como trasporte la bicicleta acompañado de su esposa y ministros de su gabinete.
Pero es que además a lo que ya conocemos del personaje se le suma la irresponsabilidad, la ineficiencia en la gestión pública, abandonando prácticamente el cargo para el que en una equivocación que ahora seguramente quienes votaron por él lamentan, le eligieron en mala hora.
Ahora bien somos millones quienes nos preguntamos, cuál es la razón por la que un sujeto como éste, siga impunemente tan campante, haciendo de las suyas, en sus conspiraciones abiertas y ocultas, a pesar de que carga sobre su conciencia un abanico de delitos que no es que se le estén endilgando, por querer mal ponerlo como es común en política, sino porque todas sus actuaciones contra las leyes e incluso convenios internacionales, han quedado registradas en todos los medios, especialmente los de la derecha que creyeron estaban reseñando la conducta de un héroe, que les resultó cuando les fracasó el golpe, el más vivo ejemplo del antihéroe, tanto que mientras más habla y se muestra, más arrepentimiento les produce por haber malgastado tanta tinta, papel y minutos de video en él.
Así como él hay otros que han sido ubicados muy correctamente en lo que ya conocemos como la trilogía del mal, no son los únicos pero sí los más destacados en su conducta antipatria, en su voracidad por captar los dólares imperiales para ser agentes lacayos de las aspiraciones del Norte, por apoderarse de nuestras riquezas y son quienes conspiran todos los días y que algún día tendrán que pagar junto con el innombrable sus fechorías lo cual se hace cada vez más necesario, para que aquí se siente un precedente ejemplarizante a ver si por fin adecentamos esta que es por mucho la mejor muestra de la verdadera democracia,
En fin su paso por mi ciudad, sin pena ni gloria, que me inspiró lo que hoy escribo, lo que dejó fue la sensación de frustración en quienes un día creyeron en lo único que le colocaron en frente, y que como el inefable del Norte, como lo dijo nuestro eterno líder, lo que deja por donde pasa es el olor a azufre.