No olvidar “Puente Llaguno”. 8 de Diciembre: aliños peligrosos y riesgosos

1.- Las fuerzas neofascistas y de extrema derecha están pulsando, desesperadamente  las condiciones políticas y sociales  que “incendien la pradera”.  Por tanto, es impresentable cualquier posición política, en el espacio del movimiento popular, del chavismo y de la izquierda, que se desentienda de tal amenaza, tan real como peligrosa: “Nadie es neutral en un tren en marcha”.

2.- Ante la coyuntura político electoral y las elecciones del 08 de diciembre, el bloque  opositor  ya moviliza su guerra de la imagen y el rumor: efectivamente, circula masiva e intensivamente, a escala nacional-mundial, el bombardeo de imágenes “veraces” y rumores “ciertos”,  para  incitar y posicionar el clima  político, que requiere la estrategia de violencia orientada a  derrotar al pueblo, al chavismo, y así desmontar la Revolución Bolivariana.

3.- El eje del “rostro cambiante de la guerra”   imperial y oligárquica,  es visible en la política del bloque opositor que intenta posicionar las ideas de: “las elecciones de Alcaldes y Alcaldesas tiene un carácter  plebiscitario”… nada se decide en las urnas o con los votos… la cuestión se soluciona en la calle”.

Cada día, ante el evidente fracaso de su política conspirativa y desestabilizadora, un sector del bloque opositor intenta redimensionar la ya derrotada estrategia de  guerra civil.  La oposición toda, sabe muy bien  que democráticamente “no tienen vida”; y están fuertemente impactados y  desdibujados, por la política del gobierno revolucionario de Nicolás maduro. De las elecciones presidenciales de abril, al 08 de diciembre: asistimos una vez más al barranco de un liderazgo político que se esfuma en el desempeño de una política altamente matizada de violencia y alta conflictividad. Los fascistas de nuevo cuño tomaron el mando de la oposición y la direccionan hacia el fracaso: y hoy se topan con la realidad política de que no  tienen, en cualquier  escenario, la potencia y capacidad para derrotar al pueblo venezolano.

Empero, no podemos obviar el lugar común, de “en política nadie está absolutamente muerto”.  Es indispensable que el chavismo sostenga y profundice las políticas que tienen por finalidades: rebajarle el copete al bloque opositor;  erradicar la corrupción; y consolidar la perspectiva de hacer lo que nos falta por hacer, de la idea política de Chávez.

4.- No podemos bajar la guardia. Y en buena medida, mantener y consolidar la iniciativa política, depende de cómo calar, en lo días que vienen,  el desempeño de los dispositivos del poder mediático y su articulación   con el posicionamiento de condiciones subjetivas que posibiliten, a la derecha y los fascistas,  producir la chispa que desencadene la violencia generalizada y la guerra civil.

5.- Por regla general, las imágenes y audios son percibidos en términos de la verdad: esto es, de acuerdo a la opinión de si la imagen vista, el audio escuchado es verdad o no. Y ubicados en ese espacio, no es extraño que la verdad, la eficacia de la verdad adquiera la connotación de la veracidad. Por ejemplo, es la voz o no es la voz de Chávez. Si la verdad es sustituida por  la veracidad, tenemos la explotación mediática de “Puente Llaguno; y el caso de la “Toma de la Plaza de Trípoli” por los ejércitos invasores del pueblo libio: todas y todos vimos a los “pistoleros desalmados y chavistas”, y también fuimos informados que la plaza fue tomada.

Ahora, veracidad y verdad no es lo mismo.  Y ese   punto es el que cuenta.  

¿Nos acordamos de la foto, de la imagen del ganso, en una endeble rama, con las plumas inundadas de petróleo y en peligro de muerte, imagen ampliamente difundida, días antes del inicio de la guerra de destrucción de Irak?  Sabemos bien la movilización “ecologista” que se generó ante el salvajismo y la bestialidad ambiental del gobierno iraquí; imagen y movilización rebotadas con furor,  en el espacio de posicionar el ambiente político y subjetivo que asegurase la intervención militar de los EEUU… dada la evidente imposibilidad de demostrar o verificar que Irak poseía  “armamento peligroso”.  Bueno, esa imagen no sólo era una manipulación mediática, “un lavado de cerebro”. El ganso retratado es de una especie silvestre que no vive, no “se da”, en el hábitat que registra la imagen. Y para demostrar la “verdad”, de la relación entre el ganso y el hábitat,  transcurrió más de una semana. No obstante, el daño ya estaba hecho. Daño, no solamente en términos del pueblo de Irak, sino también real en cada uno de nosotros: de la difusión de la imagen, del video y el rumor, a la demostración de su truculencia hay un trecho. Y en ese trecho puede decidirse el futuro de un pueblo y de nuestro pueblo.

El “detalle”, la insignificancia del hábitat,  en un primer momento es desapercibido. Y cuando fue notado y denunciado, la intervención militar de los EEUU ya había hecho su vil trabajo. De esta manera: desde la difusión de la imagen o del audio al momento que nos despabilamos, los hechos de las imágenes tejen nuestra reflexión y posición política.  

6.- En la recepción de los audios y los videos, es indispensable dar cuenta y  desmarcarse  de la sustitución de la verdad por la veracidad. La verdad, en sentido estricto, no depende de la veracidad.  La cuestión que realmente importa (políticamente) no es si los audios o los videos son manipulados y obedecen a la técnica del montaje.  O si los hechos son de verdad, veraces

Por ejemplo, en el caso reciente del “audio de Chávez”, la cuestión es: el estupor y el desconcierto (¿Carajo!,  Chávez dijo eso?); la duda (¿Y si Chávez lo dijo, porque acuérdate que en un “Aló Presidente” y en un Consejo de Ministro…?); el estado de ánimo o ambiente subjetivo (la cantidad de correos y mensajes, las llamadas telefónicas, el consabido “tuiteo”); y las infaltables controversias y disputas en torno a si era o no era la voz de Chávez. Por cierto, esa es la cuestión de suma importancia, en la política que tiene por objetivo  posicionar la estrategia de “tumbar a Maduro” y derrotarnos.

7.- La circulación mediática de los videos, audios y rumores, aliñados con la salsa fascista, tiene una finalidad básica: determinar y fijar, mediante el discurso político-ideológico de la derecha, la reflexión política, la posición subjetiva del pueblo venezolano y de los chavistas. Se trata, estrictamente,  de eso que podemos registrar como la producción política  de la “reflexión determinada”.

En la reflexión determinada, dado un momento decisivo, de decisiones y  movilizaciones políticas cruciales, se nos puede ir la vida.  Y el 08 de diciembre estamos, ante un momento que puede decidirlo todo. Ya que en ese escenario no hay tiempo para demostrar si la imagen, el rumor, el audio es verdad o veraz. No podemos olvidar la truculencia mediática de Puente Llaguno, y somos bien precisos. Dice el señor que no pela una marcha chavista: “en esos días hay que ponerse bruto y no creer, para nada, en lo que digan los escuálidos”.   

8.- La elección forzada es hacer efectiva la determinación de la reflexión del pueblo y los chavistas.  La determinación de nuestra reflexión contra la reflexión determinada que intentan fijar los audios y videos de los “laboratorios” del poder mediático. “Laboratorios” que funcionan en base de un rastreo y vigilancia masiva e intensiva de los acontecimientos políticos (y en especial de la dinámica, desempeño y evolución de la Revolución Bolivariana).

Nuestra alternativa es  tomar nota de un  desacuerdo radical con la eficacia  del marketing político de la derecha; marketing que  cumple con sus objetivos,  si los chavistas somos sujetos reactivos, sujetos  capturados por  la red mediática del poder imperial y oligárquico.

La determinación de nuestra reflexión asegura burlar y anular el rebote inmediato (eficaz y eficiente), en nuestro pensamiento y acciones políticas, de los espantables  videos y audios, aún en el caso de que puedan registrar posibles hechos “veraces”. La determinación de la reflexión, es ese momento puntual de los seres humanos, momento en el cual suspendemos o nos retiramos de la autoridad del amo. Y en la dinámica política actual estamos obligados a desafiar y derrotar la autoridad del poder mediático.

La elección forzada que nos ocupa, es aplicar el principio de la determinación de la reflexión al  poder mediático. La  suspensión y retiro  no se limita, a la crítica o al análisis crítico de la imagen y el rumor, sino que es un requisito previo. Marcuse apunta una idea clave e invalorable: la liberación de los seres humanos no produce la libertad. Es la libertad, el requisito previo de asumirse libres,  lo que produce o asegura nuestra liberación.

La elección forzada y la determinación reflexiva denotan una posición política (de izquierda radical, de poder del pueblo) que  coloca en duda absoluta   al poder mediático, a su autoridad y mandatos. La pregunta inevitable es: ¿Desde qué política son mediados los hechos veraces contenidos en los medios y audios?

9.-  En tanto, sujetos, es clave definir el espacio de libertad, de autonomía que se corresponde con esta  figura social.  La libertad es asumir la responsabilidad, en estos términos: ya es hora de que nos hagamos cargo del impacto político e ideológico de los audios y videos, desde la perspectiva de la construcción del poder del pueblo; ya que lo está en  juego, lo que se decide (la defensa de la revolución  bolivariana,  el futuro de la patria, lo que nos falta por hacer de la idea política de Chávez), depende de nosotros.

La lucha de clases es una manera precisa de decir que no estamos solos en el campo de batalla, que confrontamos, como bien sabemos,  una fuerza política, social, económica (y hasta militar) que moviliza un arsenal de estrategias, todo su poder. Y en ese tope, que las elecciones del 08 de diciembre dinamizan y aceleran, el factor subjetivo de los chavistas es clave: el factor subjetivo de la revolución bolivariana está obligado a presentar, con coherencia y rigor,  toda su fuerza política e ideológica: esa es nuestra responsabilidad, y en esta perspectiva no hay nada de lo que no seamos responsables.

10.-  La radicalidad del movimiento popular y del chavismo,  pasa por ese horizonte de libertad y responsabilidad; la política de los hechos veraces  de la derecha no es asimilable, ni homologable a la política de la  verdad de  izquierda.  Se trata  de dos posiciones políticas antagónicas. Ilustro esta cuestión con la película  “Mentiras que matan”. ¿Se acuerdan de aquel diálogo entre Dustin Hoffman y Robert de Niro?

Roberto de Niro le pregunta a Dustin Hoffmann; “¿Qué es lo mejor que recuerda la gente de la Guerra del Golfo?”  Hoffman responde: “una bomba cayendo por una chimenea”.

Y Robert de Niro, como decimos por estas tierras, se da bomba;   y ronca con: “Déjame decirte algo, yo estaba en el edificio donde firmamos eso con un modelo de 25 centímetros hecho en legos”.

Sorprendido, Hoffman pregunta: “¿De verdad?”

Y recibe de,  De Niro,  no una respuesta irónica, sino extremadamente cínica: “¿Quién diablos puede saberlo?”

Cuando De Niro se despide de Hoffman y de la secretaria, ella (estupefacta y escandalizada), le pregunta: “¿es verdad o mentira lo que dice sobre el montaje de legos?”  De Niro refuerza el cinismo “de quien puede saberlo”, con una frase enfatizada de un dejo de desprecio: “Que importa si es verdad o es mentira.”

11.- Los chavistas estamos obligados a pensar y mirar la mediatización y banalización de la política, al poder mediático, renovando nuestras herramientas críticas.  La  cuestión ya no es (primordialmente) la manipulación de la información y que el poder mediático es una máquina imparable de producir y difundir mentiras.  Y tampoco podemos asumir como un hecho insoslayable esa chatarra ideológica, comercializada por  cierto mundillo intelectual y político, de  ahora “Así se hace la historia, la televisión llega primero y monta el espectáculo”.

12.- Es necesario y urgente dar un paso más allá,  y así  salir de los límites de la veracidad, de la manipulación de la información, del lavado de cerebro  y  las infaltables mentiras del poder mediático.  La verdadera veracidad es que todas y todos somos objetivos políticos, ideológicos y militares, en la estrategia de guerra de la elite imperial.

No hay de otra,  hay  pensar y actuar en función,  y a contrapelo del actual modelo de gobernanza de la elite imperial.  De ese modelo de control y producción de la vida que ya no distingue entre la veracidad y  la mentira, entre la ley y la transgresión de la ley: la señora Clinton confesando los 15 minutos de máxima alegría y felicidad de su vida, cuando presenció en un local subterráneo, abrigada de todas las condiciones de seguridad posible, el asesinato de Osama Bin Ladem. Confesión que realiza en una reunión en Italia sobre la defensa de los derechos humanos.

13.-  La derecha está inscrita, de cara  a las elecciones del 08 de diciembre, en la perspectiva de la guerra sistemática y permanente: conciben las elecciones de alcaldes y alcaldesas como la oportunidad o el escenario para concretar sus planes orientados a “tumbar el gobierno de Maduro”,  aniquilar la revolución, y “meter en cintura al pueblo venezolano”. La derecha y sus fascistas captan  la ausencia del clima político que asegure una salida de guerra. Pero nadie puede llamarse a engaños, respecto a la agenda política que afanosamente tienta la aventura   de colocarse, totalmente,  al margen del potencial disuasivo,  democrático y  pacífico de la Revolución Bolivariana.

14.- ¿Y entonces?:

Como, para la derecha y los neofascistas, no se trata de una “simple elecciones”, sino otear el chance, la posibilidad política,  de tomar la calle y establecer el escenario de  guerra civil; como saben perfectamente que cada día se aleja más sus pretensiones de derrotarnos; como saben perfectamente que la subida la tienen, cada día más empinada y árida: hay un amplio margen de incertidumbre, en la oposición, acerca de sus estrategias políticas.

Entonces, si la derecha y el imperio asumen la decisión política de que es ahora o nunca,  estamos obligados a derrotarlos: en el  terreno del orden democrático y constitucional: nuestra  alternativa es batirse sin timideces y sin dilación alguna. Es imprescindible, dadas las suficientes garantías constitucionales, rebajarle las aristas violentas del bloque opositor y reducir drásticamente el amplio margen de impunidad concedido



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Francisco Cedeño Lugo


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