La hora del chavismo

Si algo caracteriza estos tiempos por la muerte de Chávez, es la ausencia clara de definiciones en torno a los valores y conceptos del socialismo entre ellos la idea de lo colectivo, la lealtad es lo mas visible; ahora, con el plan de la patria elaborado por el comandante y convertido en ley por la Asamblea por gestión del presidente Maduro, Venezuela se encamina a redefinir la revolución respaldado por un conjunto de leyes para enfrentar la corrupción, la guerra económica, el burocratismo, asuntos que siempre han frenado el proceso de cambio.

Con el plan elaborado por Chávez pero archivado, la definición de Chávez del socialismo, el que sabe e interpreta lo que el pueblo desea en esta nueva elección se traducía en una definición peligrosa entre el sentido revolucionario y el concepto egoísta de lo propio.

Esa forma de pensamiento con Chávez como el único realizador de la voluntad del pueblo hace que muchas veces la idea del socialismo se reduzca al recuerdo del presidente comandante quitando el valor que se ha ganado Maduro en estos meses, así, la idea revolucionaria para el socialismo venezolano requiere ser redefinida para superar el chavismo ritual en los comicios.

Maduro sabe que ser un líder revolucionario se define entendiendo que el socialismo es una verdad que hay que construir más allá de las ideas y resultados de las elecciones municipales.

Todos los que apoyamos la revolución bolivariana y chavista estamos conscientes que los apagones, el desabastecimiento, la especulación y los otros males tienen sus cómplices dentro del gobierno, ineficaces traidores bien atrincherados sobrevivientes de la era Chávez que sumada a la negligencia histórica de nuestra burocracia han estancado la transición al socialismo.

Electricidad, alimentación, economía, inseguridad, no se mejoran con cualquier alcalde, estos son asuntos del gobierno central por ser temas de alto impacto que necesitan de un consenso con la sociedad. Poder político que hay que practicar para respetarlo y fortalecerlo a nivel nacional desde el pueblo porque las instituciones tipo alcaldías y gobernaciones terminan usándolo como muestra acabada de incapacidad de dialogo y de construcción del socialismo del siglo XXI.

Así, nada describe a un gobernador o alcalde en su carácter revolucionario, muchos de ellos se apagaron con la muerte de Chávez, el liderazgo dejado no solo esta con Maduro esta en el pueblo organizado en los Consejos Comunales, en cada una de sus mesas de trabajo como la acción que define lo que considera apropiado para su barrio sin importar quien gane. El poder esta en el fortalecimiento de los Consejos Comunales.

La percepción del pueblo en ganar las elecciones municipales con tal o cual candidato debe cambiar priorizando el poder al pueblo, ellos son los que guiaran a los alcaldes en su gestión sea opositor o no, en el pueblo esta el poder de Chávez, Maduro y la construcción del socialismo.

Hay una extraña manera de interpretar el resultado de esas elecciones; el resultado adverso y el dialogo con la oposición en el caso de que se lleven algunas alcaldías, ejemplo, caso Ledesma en la alcaldía mayor de Caracas, no es ni fu ni fa, de ninguna manera será un retroceso porque los Consejos Comunales tienen su plan de trabajo, actividades que deberán ser fortalecidas por el gobierno central como se hace con Miranda, es lo que realmente importa en el tiempo para la legitimidad revolucionaria.

Debemos entender que las elecciones de alcaldes no son una perdida ni un triunfo, esa es una actitud limitante y limitada para ver un proceso revolucionario porque no siempre se pueden conservar intactos los triunfos electorales. En una democracia revolucionaria los triunfos son una riqueza presente porque la riqueza futura esta en ganar las elecciones presidenciales, no quiero decir con esto que no tengan importancia, su importancia es relativa ya que a veces los pueblos utilizan estas elecciones para llamar la atención del gobierno central para que corrija errores y revalorice los nuevos valores revolucionarios.

Conservar lo que se quiere o se ama exige prudencia, decisión, paciencia, estrategia y una espera activa de lo proyectado.

Indudablemente que, en caso de ser muy adverso el resultado de las elecciones del 8 de diciembre, hay que buscar mecanismos eficaces con leyes habilitantes para orientar la gestión de los alcaldes de la oposición; las consultas, negociaciones servirán para consensuar las decisiones locales con las nacionales que, por su carácter democrático tendrán que ser incorporadas nuevas leyes para regular los mecanismos de poder local, algo natural para la gestión del gobierno central.

Lo opuesto seria permitir el ritual de la oposición que encubre un profundo entreguismo y resentimiento al pueblo chavista y sus logros, situación que no se debe permitir bajo ningún concepto porque ninguna verdad ajena a la igualdad, equidad social, puede ser destruida por triunfos temporales producto de una confusión ideológica de un grupo no mayor al 30% de la población y de la abstención.

Por supuesto no serán decisiones simples en una región acostumbrada a tergiversar valores y resultados por seguirle el juego a Washington, paso en Argentina con la oposición y unas cuantas alcaldías que lograron, sin embargo, Cristina sigue gobernando y promoviendo consensos políticos solidos de cara al futuro.

El predestinado opositor esta acostumbrado a no querer conversar porque cree que esta por encima de todos y de todo, pero, a la larga vuelve a la realidad una vez que entiende que el poder esta en Miraflores, desde donde parten los recursos económicos para las alcaldías para que sean entregados al pueblo en obras.



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Raul Crespo


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