Ganancia inocente, no lo verás fácilmente.
Gana poco, pero gana siempre.
Proverbio español.
El martes en la mañana, pase por todo el centro de la ciudad; estaba totalmente llena de gente, iban y venían de un lado a otro, casi no dejaban espacio para los vehículos; la misión parecía muy sencilla: gastar hasta el último aliento de energía, porque el dinero, muy pocos guardan, no piensan en lo que vendrá, como dicen los que han pasado varias navidades. Nadie se acuerda de las elecciones del ocho, menos de los reemplazados o de los nuevos electos; todo el mundo está sumergido en el embriagante mundo de la vanidad, aunque muchos dicen ¡llegó la navidad!
Pasado el 24, noche buena o la llegada del niño Jesús, se presenta la conmemoración del día de los “SANTOS INOCENTES, aunque muchos como verdaderos inocentes lo celebran, creyendo que todo en diciembre es navidad y felicidad. Este día tiene un significado muy especial, según las santas escrituras; se recuerda un episodio muy triste de la humanidad, la matanza de todos los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judea), ordenada por el rey Herodes con el fin de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret; por supuesto ese niño inocente, no tiene ninguna semejanza con el San Nicolás, que todos los años aparece en la televisión pasado de peso, saludando sin decir absolutamente nada.
Pero tampoco debemos confundirlo con el Presidente Maduro, quien puede imitarlo fácilmente, cuando el inexorable paso de los años lo envuelva; simplemente agarra el saco para hacer el papel del famoso personaje navideño; tiene las medidas físicas: es alto y el tiempo se encargará de pintarle el bigote y los cabellos; pero dejemos al mandatario tranquilo recuperando las energías, para que siga enfrentando a los que se aparecen con las caras de santos, dándosela de inocentes, creyendo que van a continuar engañando a quienes ellos mismos enseñaron a conocer la verdad por sobre todas las cosas.
Son muchos los que parecen unos santos, pero de inocentes no tienen nada; se arriman como las abejas al mejor panal; nunca llevan, pero tratan de chuparse lo mejor de la colmena, sin importarles los que vienen detrás, cargados de penurias y sufrimientos ¿Cuántos se han aprovechado de este proceso con simplemente utilizar una franela roja?. El momento es oportuno para emprender una verdadera lucha; enfrentar a tantos disfrazados como Santa Claus, pero son más avispados, porque llegan con la mochila vacía y luego se marchan con los bolsillos llenos, riéndose del gobierno, por una razón muy sencilla, no reciben el castigo ejemplar, para que otros no se presenten con las caritas de angelitos, confundiendo a todo el mundo; porque ofrecer es muy fácil, como dijo un conocido locutor, y todos los políticos lo hacen y los que no son también.
Muchos parecen unos verdaderos inocentes y la cara los ayuda; sobresaliendo un personaje, quien siempre se presenta con su rostro totalmente angelical, hablando verdaderas pistoladas o inocentadas, el candidato de las mil y una frustraciones: Henrique Capriles Radonski, llegando al extremo de perderse la brillante oportunidad de visitar a Miraflores, aunque sea de invitado, porque parece, que se esfuman sus esperanzas de ser Presidente, cayendo por inocente o por desesperado, una manera de estrellarse en la política.
El próximo sábado 28, cuídese de una chanza, sobre todo si le ofrecen un cargo público, porque parece que, el aparato del estado, no acepta uno más, pero los ofrecimientos forman parte de la política, y no vaya a caer por inocente, creyendo que las promesas son regalos de navidad. Son incontables los que siguen haciendo el papel de inocentes o se hacen los bolsas, los pendejos, para tratar de llegar o mantenerse en algunos cargos públicos, que les quedan muy grande, porque no están preparados o no asumen las responsabilidades como verdaderos discípulos de ilustres personajes de la humanidad como fueron: Jesús de Nazareth, muerto a muy temprana de edad, 33 años; Simón Bolívar a los 47 y el Comandante Chávez a los 58. Estos vivos ejemplos nos reclaman con urgencia, poner en prácticas sus enseñanzas. El tiempo de los inocentes se está terminando y el de los santos está reservado para los recintos religiosos.
Los únicos con caras de inocentes, que siguen dándosela de santos son los comerciantes usureros; entre más alboroto y bulla, más se les presta la situación para especular; cuando les llega la ley para revisar los precios, presentan la cara de yo no sé; sacan miles de argumentos para engañar y distorsionar las investigaciones; son los verdaderos San Nicolás, que se esconden para contar las ganancias de la navidad, muertos de risa. Jo Jo Jo. Pero, para no alargar tanto este cuento; el sábado les hago llegar a todos mis lectores una tarjeta de cien bolívares, para que me llamen y poder preguntarles, que les trajo el niño Jesús.