El fenómeno Maduro

 Encendido con el fuego ardiente de la revolución y con las llamas vibrantes de la verdad, Nicolás Maduro está sorprendiendo a todo el mundo, fundamentalmente a los enemigos de la revolución bolivariana, quienes tal vez pensaron que era una presa fácil y en cuestión de días seria devorado por las tormentas y trampas montadas por la mediocre y nefasta oposición. Los sentimientos opositores llenos de tragedia comienzan ya a hundirse en sus propias desesperanzas, porque resulta que la figura del Presidente Maduro se consolida en el ejercicio del poder, lo que garantiza un afianzamiento del proyecto revolucionario. 

          Hablamos entonces del fenómeno Maduro porque realmente está ejerciendo un liderazgo ganado al calor de las batallas y convirtiéndose en una referencia concreta del proyecto liberador, que mas allá del ejercicio de gobierno, lo que procura es garantizar la libertad y las felicidad a nuestro pueblo.   Tras la desaparición física del Líder Supremo, le correspondió a Nicolás asumir las banderas del gobierno y de la lucha política y así  enfrentar junto al pueblo a las poderosas fuerzas reaccionarias dirigidas por el fascismo rancio que brota sus semillas en un partido de cascaron amarillo.

          Tal como lo hacen los grandes seres humanos, nuestro Presidente ha sabido sortear las trampas y desmontar todos los obstáculos que a diario le ponen sus enemigos.  Poco a poco y con la paciencia inteligente, pero con firmeza férrea  asegura la gobernabilidad institucional del Estado, tarea fundamental para la estabilidad  nacional. Precisamente, es con ese Estado blindado que se ha hecho frente al gran saboteo económico que quisieron generalizar la oligarquía y los poderosos sectores económicos. Así, en el marco de la Constitución y el resto de las leyes se ha venido corrigiendo ese desbarajuste de precios especulativos, con el cual pretendieron matar las esperanzas a los venezolanos y venezolanas.

          Gracias al despliegue de todo el Estado, ya se ha venido avanzando en desmontar toda esta trama de caos. El gobierno revolucionario va ganando la pelea, para brindarle la paz y la alegría al pueblo. Y todas estas cosas que se van viendo abren las puertas a la esperanza, tal como tiene que ser.  Solo la lucha transformadora es la que tiene sentido, lo demás es un absurdo, porque mientras más se empeñen los opositores en querer desfigurar la verdad, otra Venezuela se levanta iluminada por los rayos de la revolución.

             El fenómeno Maduro le está dando otro sentido a la política. En sus frases demagógicas, algunos voceros opositores pedían diálogo y lo primero que hizo nuestro Presidente fue llamarlos: ¡vengan a Miraflores! Y en una reunión de trabajo, escuchó a cada uno de los alcaldes y gobernadores de la oposición. Y eso lo hace, diría Pablo Freire, porque sabe escuchar. No teme enfrentar, no teme escuchar, no teme el encuentro con el pueblo, ni con los sectores de la oposición. A través del gobierno de calle va enfrentarse a los problemas de las comunidades con coraje y dignidad.

          En ese sentido sigamos trabajando, apostando siempre por la grandeza de este país y brindándole todo el apoyo a Nicolás Maduro, a quien no dudo en catalogar como un fenómeno político, en cuyas manos está segura la patria y la revolución. 

 *Politólogo

eduardojm51@yahoo.es



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Eduardo Marapacuto


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