Desconocemos cuantas veces hemos escrito sobre el desquiciante problema de los desechos sólidos, eso que comúnmente los funcionarios y las personas en la calle llamamos basura.
Lo cierto del caso es que si no establecemos una nueva política de recolección de desechos sólidos, que implique separación de los materiales a ser recolectados y en días diferentes para cada tipo de desechos y además se establezca el reciclaje y las líneas de investigación sobre lo que debe ser reciclado y cómo hacerlo, pasaremos otros 14 años mas en revolución y no habremos solucionado el problema.
¡Es un problema no joven!
Hay días en que deben ser recolectados los desechos de naturaleza biológica. Otras fechas serán para papel, plástico y cartón. En otros días se hará la recolección de vidrio y aluminio y en otros, los trabajadores se encargarán de los cauchos, baterías y otros materiales.
¿Qué se necesitan vehículos y otros equipos? ¡Claro que sí! Solo que la política de recolección de desechos no puede estar basada en la exclusiva compra de equipos y en la cesión-negociación de un terreno a 20 años para que sean depositados allí los residuos que producen los ciudadanos.
La revolución bolivariana, que3 es creadora, tiene la suficiente capacidad para generar soluciones científicas y salirse del marco burgués de colocar paños calientes como solución a los problemas.
Quede claro que tenemos muchas universidades con las cuales hacer tratos serios para resolver situaciones críticas que nos afectan y hacia allá debemos ir.
Lo que no puede quedar de lado es la educación y la sanción, porque estaríamos desarmando la política de salud. No se puede botar la basura en la calle sino en los sitios destinados para ello, que deben esta vigilados no solo por los consejos comunales sino por las policías y demás cuerpos de seguridad.
El problema que tenemos en estos momentos, es la errada interpretación de los derechos humanos que está siendo vendida, donde la sanción no aparece para nada y cada quien hace lo que le parece.
Y por ello es tiempo de preguntarnos por qué no sancionamos. Un asunto que hemos discutido entre amigos. No sancionamos a los que están detrás de la especulación casi siempre huyen antes- como tampoco sancionamos a los conductores de motos y autos que violan a cada instante la normativa de tránsito y mucho menos a quienes ametrallan los oídos de los ciudadanos con música a destemplado volumen.
Lee el siguiente blog: wwwpertinentes.blogspot.com (Premio Aníbal Nazoa/2010) Mención Opinión)
