Ejercicio del poder

Al asumir el poder político las fuerzas sociales víctimas de la explotación capitalista comienza la transformación revolucionaria. La complejidad de la lucha pone a prueba el talento político del revolucionario, los ideales chocan con poderosos obstáculos.

Tras largos años de lucha por generaciones enteras, la llegada al poder deslumbra al revolucionario ante la magnitud de la obra que debe emprender. “Produce el vértigo” dice Lenin en un breve reposo después del triunfo y la cuestión adquiere mayor dificultad en la medida en que comienza a enfrentar en la práctica la solución de los problemas y la instauración del nuevo sistema. La vieja mentalidad y la rutina oponen una constante resistencia. El mismo Lenin dice que antes de tomar el poder pensaban que la implantación de la nueva sociedad era menos difícil de lo que en realidad es. El revolucionario, por lo demás, tiene que permanecer alerta ante su propia acción.

En el período de transición al socialismo, la realización de los principios que fundamentan la nueva sociedad y la posibilidad práctica de llevarla a cabo constituye la esencia de la política revolucionaria. El enfrentamiento a las fuerzas conservadoras y el acertado manejo de las fuerzas interesadas en la transformación es el ejercicio del poder revolucionario.

En el proceso revolucionario que se propone cambiar el régimen capitalista por uno de justicia e igualdad es indispensable saber precisar el bloque histórico que constituye la fuerza motriz de la revolución y la clase social llamada a encabezar ese bloque. La experiencia más cercana en el tiempo y el espacio que es la Revolución Cubana nos enseña que la unidad de la clase obrera es factor fundamental para mantener en pié el movimiento revolucionario. Esa unidad había sido forjada muchas décadas antes de la guerrilla en la Sierra Maestra, el triunfo y la toma del poder. La Central de Trabajadores Cubanos se formó en 1937 bajo la dirección del comunista Lázaro Peña y cuando el imperialismo y sus lacayos internos formaron otra central en contraposición de la central legítima, los dirigentes de ésta ordenaron a sus sindicatos adherirse a la central espuria para no dividir a la clase obrera. Ese fue un hecho decisivo para el triunfo y el avance hacia el socialismo.

El problema consiste en impulsar el protagonismo de la clase obrera para que tome la iniciativa política. La simple satisfacción de las necesidades económicas no es suficiente en el empeño de llevar a cabo la transformación social que caracteriza una auténtica revolución. El capitalismo puede satisfacer determinadas necesidades, como en efecto lo ha hecho y eso no impide que la irracionalidad del sistema no siga imperando. La crisis estructural que actualmente padece el capital a escala mundial es la mejor demostración de que el cambio de la base social es absolutamente indispensable para preservar a la humanidad de la destrucción a que inevitablemente la llevaría el régimen del capital.

Los factores fundamentales del poder político tienen que estar guiados por la teoría de las clases explotadas. La revolución se inicia cuando la sociedad no soporta la irracionalidad del sistema y las clases explotadora no están en capacidad de mantener su dominación, es decir, que toda revolución se inicia como expresión de las clases oprimidas y para que permanezca a la cabeza de la sociedad necesario es profundizar en la práctica los valores que le dieron inicio y organizar a la clase social que encarna la teoría revolucionaria.

La Revolución Bolivariana ha tenido como pilar de extraordinaria importancia la Fuerza Armada y eso quiere decir que ha asumido la teoría de la clase obrera, el materialismo histórico. La unidad de la clase obrera es indispensable para garantizar el futuro de la revolución.



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Roberto Hernández Wohnsiedler

Abogado y Sociólogo. Fue diputado, vicepresidente de la Asamblea Nacional, Ministro del Poder Popular del Trabajo y Seguridad Social y militante del Partido Comunista de Venezuela (PCV). Es autor del libro La Clase Obrera y la Revolución Bolivariana.

 robertohernandezw@gmail.com

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