No es fácil entender que una persona nacida en alguna de las naciones latinoamericanas, con sus ricas culturas ancestrales y espirituales, ni tan de repente, puedan sentir que la vida en tierras estadounidenses es de maravilla, es lo máximo, pese a que todos saben que ese es el país mas opresor, interventor, colonizador y agresor de que se tenga conocimiento en la historia de la humanidad.
Esto lo que indica, es que la maquinaria de la manipulación de la Derecha estadounidense, que utiliza la radio, el cine, la televisión, la publicidad y ahora las redes sociales y las redes de inteligencia, ha venido haciendo un trabajo de socavación de la estima de las personas y de su sentimiento hacia los países de orígenes.
Lo anterior explica la venta del bienestar democrático que hace la Derecha estadounidense con sus operadores cipayos en Latinoamérica, cuando la realidad muestra un triste espectáculo de la ruina que, demócratas y republicanos, esclavistas convencidos, hacen de su país y de las demás naciones cipayadas de una buena parte de mundo.
¿Quiénes manejan las finanzas en este mundo y hacen lo que les da la gana a nivel internacional? Simplemente una Derecha Mundial que opera a través de varias sub derechas que siempre manejan y/o intentan manejar a los demás.
Todo lo anterior lo decimos por la sencilla razón de haber visto y oído un programa sobre Puerto Rico, la misma nación a la que será invitada a formar parte de la Celac.
Puerto Rico jamás puede ser parte de los estadounidenses, por la sencilla razón de su latinidad. ¡Coño, si soy latino de sangre caliente, como puedo ser gringo de latitud fría! Una realidad contradictoria, cuyo lado helado es conducido por esa Derecha gélida demócrata-republicana.
Eso es todo.
A ellos para nada les interesan las personas, simplemente los anima el negocio, la comisión, los intereses, el placer inculcado por Hollywood y la televisión. Los que pasan frío, hambre y perdieron sus viviendas, es un asunto de los afectados de allí que ese Estado haya beneficiado a los banqueros, mientras la gente profundiza su padecimiento.