El domingo recibí una original tarjeta de Navidad de Daniel González, con fotos suyas que la ilustran “Prohibido olvidar también”, y que ahora están expuestas en París, y por la noche en Telesur vi el documental La guerra que usted no ve, producido por el periodista Joe Frost, relacionados ambos asuntos.

Se trata de un recorrido con imágenes de las más importantes guerras desde la primera mundial (1914-18) hasta las más recientes, incluida la de Israel contra palestinos, para demostrar la responsabilidad de famosos periodistas de EEUU y Europa, que se hicieron eco del poder y en buena parte responsables de las muertes de centenares de miles de civiles.

Fue el presidente Wilson, por recomendaciones del periodista D. Byrnes, creador de la primera oficina de relaciones públicas que orientó el trabajo periodístico; hoy solamente el Pentágono gasta un mil millones de dólares en propaganda. “Si los periodistas hubiésemos hecho preguntas en profundidad a los generales, y no guiarnos por todo lo que decían, no hubiese habido la guerra en Irak”.

“El 80-90% de cuanto se lee sobre las guerras es información oficiosa”. Se llama “embutidos” a los periodistas que están imbricados en ese sistema de información, al servicio de las US Force; quienes se salen, son discriminados, no pueden acercarse a las fuentes”. El concepto de “daños colaterales” fue inventado por los medios durante la guerra en Vietnam, y aquí en América Latina puede añadirse el de “falsos positivos” del ejército colombiano.

En los bombardeos a Afganistán mueren los civiles más pobres, pero esto no se denuncia ni se ve. “En Bagdad me impactó mucho ver a los niños perder su sonrisa, era como si les hubiesen extraído sus sentimientos”. Son centenares de miles las víctimas civiles, incluidos miles de niños, como producto de las sanciones económicas que impuso la ONU a Irak, pero tampoco se denunció nada”, no era noticia.

El programa contiene entrevistas con esos periodistas que tuvieron y tienen alta responsabilidad en los medios más influyentes, como la BBC de Londres, The New York Times, The Observer, etc. Con apenas excepciones, admitieron sus responsabilidades, cómo omitieron la verdad o no la buscaron deliberadamente, explicaron que “no nos dimos cuenta hasta mucho más tarde”; otros explicaban su conducta por temor a todo, comenzando por temor a perder sus empleos, “no deberíamos tener disculpas”. No hablaban pasantes ni novatos, como les dije, todos famosos.

En estos años de crisis ética del periodismo venezolano, me pareció que ver ese documental –al menos una selección– sería una excepcional oportunidad para que las escuelas de comunicación, y los periodistas en ejercicio, tuvieran oportunidad de conocer el drama del periodismo, y sus efectos en la sociedad cuando la verdad no es el valor fundamental en el ejercicio de la profesión, porque como comentaba Frost, “cuántos miles de personas mueren por no divulgarse la verdad”.

En la misa del deporte de La Pastora se habló mucho de Venezuela potencia deportiva, y hasta de gran potencia. Después de la derrota en los Bolivarianos frente a Colombia no parece oportuno usar ese lenguaje. Hay que ser más comedido, y ver cómo nos va en los Suramericanos. ¿Estaremos en capacidad de conservar el segundo lugar, después de Argentina?

Un Congreso campesino de nuevo tipo es el que convocó el presidente Maduro, no solo porque el tema central será el de la producción agrícola, sino por la participación de los sectores de la Fuerza Armada que tienen esas tareas.

¿Y que ocurre si “el mejor mánager” no clasifica para la Serie del Caribe?

The Wall Street Journal del 3 de enero plantea que “en América Latina hay dos bloques, uno que favorece los controles estatales, y otro que aboga por la libertad de mercado”. Este, que tiene firmados TLC con USA y Canadá, que se une en la Alianza del Pacífico y tiene el apoyo de EEUU, puede convertirse en la quinta columna en la Celac.

Como es el país, la corrupción en China es de grandes magnitudes. Nada más que 16 mil 510 funcionarios están investigados por hechos cometidos entre enero y noviembre de 2013. El premier Xi Jinping parece comprometido a librar esa también magna lucha a fondo.
Se supone que las sanciones por las gandolas que se atascan en los elevados de la autopista del Este son tan insignificantes, que cada mes se produce uno de esos accidentes con consecuencias para miles de vehículos.

¿Por qué no las decomisan?
Me informan, pero no lo creo, que Daniel Aguilera, presidente de Fedecámaras-Táchira, ante lo que considera un pobre incremento del salario mínimo, propuso a sus colegas empresarios subirlo entre 15 y 20%.
Justo el homenaje de los vecinos de El Valle al doctor Eduardo Gallegos Mancera, quien no solo fue un médico al servicio de esa comunidad, sino un consecuente luchador por sus reivindicaciones, además de un excepcional militante comunista.

Camaleón García fue en los años 50 el factor fundamental del crecimiento de la fanaticada magallanera en Oriente, pues él fue, en 1949, el primer jugador de esa zona (Carúpano), que llegó a Caracas y triunfó. Aunque no aparece en los récords, tiene el de mayor número de lances consecutivos en tercera base, después de que desplazara al zuliano Pipita Leal.

Si ustedes leyeron ayer la encuesta en ÚN sobre la remoción de la ministra Alejandra Benítez, se darán cuenta de la complejidad de problemas que deben lidiar en el Ministerio del Deporte. No era posible enfrentarlos todos solo con el florete.
“El Potro” Álvarez tiene compromiso mayor.

Otras comunas

El ministro de las Comunas informó satisfecho cómo se había sobrepasado la meta de formación de comunas en el 2013 con 514. Nos habría gustado que Daniel Aguilar hubiese estado en el Consejo de Lectores del jueves, donde se mostró otra realidad de los consejos comunales y de las comunas. No fueron muy lejanas las experiencias conocidas; nos pintaron una realidad en el 23 de Enero, donde las comunas carecen de los parlamentos de ley, la mayoría de sus voceros ni los de los consejos comunales son electos y se imponen, a menudo intimidando, a los habitantes de sectores donde operan. Reciben recursos sin estar habilitados para ello y, por supuesto, no presentan cuentas a nadie. En el Ministerio deben acercarse a esa otra realidad.
Y a propósito, ¿en la GMV sabrán lo que ocurre con los malandros de los urbanismos de Tanaguarena?
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