Auditórium

Los sepultureros de Nicolás

Es peligroso tener razón cuando el Gobierno esta equivocado

                                                                                        Voltaire

El gobierno nacional bolivariano presidido por Nicolás Maduro Moros, trata de avanzar buscando una verdadera  independencia económica, para ponerle coto a la crisis que se nos viene encima debido a la escasez, inflación, especulación, impunidad, inseguridad, y el contrabando de extracción criminal e impune. ¡Si esto no se corrige, estos factores serán sus sepultureros! Mientras la extrema izquierda fracasada, que nunca han fabricado un ladrillo, ahora con sus pasguatadas lo atacan con unas largas epístolas escritas y habladas, que nadie lee, sobre un supuesta falsificación del Plan de la Patria, no dándose cuenta que el pueblo lo que quiere es calidad de vida, y que se acaben las colas, la inseguridad, y construir una patria digna en lo económico y social para todos.

Una de esas caras es la de los eternos ultrosos, que crecieron económicamente como rémoras revolucionarios de la mano del gobierno de Hugo Chávez: quien les otorgó el más generoso ascenso para la industrialización del país y acabaron con las empresas básicas de Guayana.

La otra cosa es el pueblo venezolano que ya no acepta más seguir siendo el feudo de los ultrosos politiqueros. Un pueblo que rindió homenaje a Chávez el 14-A y el 8-D, y lucha por una verdadera justicia frente al burocratismo boliburgues y ultroso. Un pueblo donde los trabajadores dan pasos para la recuperación de sus organizaciones.

La lucha del pueblo venezolano por la vivienda, el trabajo y la justicia, enfrentando a la improductividad, y a los anacrónicos marxologos dueños de una teoría política improductiva y obsoleta del siglo XVIII.

El desastre actual de la economía es la muestra de lo que pasa en el país, y que los ultrosos no quieren ver. La inflación, y la crisis multiplican el hambre, y el desempleo. El bolívar cada día  pierde valor,  y cada vez hay menos empleos por lo de los electrodomésticos a finales del 2013, crecen los despidos de los trabajadores en el sector comercio e industria,  y no hay oferta de nuevos empleos, la carestía, y la inflación, secan los salarios. Muchas industrias  ya están en recesión.

El gobierno imprime billetes a toda máquina.  Muchos venezolanos ajenos a la politiquería están sorprendidos por el avance de la crisis, y ante la dificultad para avanzar con el ajuste del dólar, crecerá  la protesta popular, el gobierno controla precios apostando a bajar la inflación,  se diluyen los presupuestos de salud, educación, y demás gastos sociales. Además, de cerrar y controlar las importaciones de bienes necesarios para la industria sin ningún plan para sustituirlas por producción nacional, lo que agrava la crisis.

El gobierno despilfarró mucho dinero para ganar las elecciones del 2013. Sin esas movilizaciones, y esto hay que decirlo nos hubiera derrotado la oposición. 

Nicolás Maduro a mi entender esta tratando de evitar el naufragio de la barca bolivariana, ya que uno como ciudadano de a pie percibe en la calle un creciente deterioro político por la arrechera de la gente en las colas, la inflación, la inseguridad etc.

Si Nicolás Maduro no se aparta de ese discurso politiquero fracasado de la ultra, el bolivarianismo se fragmentará.  Eso que la ultra llama sin saber la derecha apátrida, con este peo económico  buscará agruparse con la: devaluación y prometiendo recuperar la  institucionalidad democrática. Para las legislativas nacionales del 2015.                                                      De hecho se sabe que altos funcionarios que administraban las divisas, fueron los que permitieron un mercado paralelo, con el dólar a Bs.60 y 70, que es el que están tomando en cuenta los monopolios, y cadenas de comercialización especulativas para la subida de los precios. Y es notable que, tanto el gobierno como la derecha opositora, guarden silencio esperando la experiencia como ocurrió, del derrumbe de la URSS, y de toda la Europa Oriental Socialista, más allá de las limitaciones de muchos burócratas de la revolución bolivariana, a estas alturas de un mundo moderno en pleno siglo XXI, es imposible manejar el comercio internacional, y los precios, compensándolos en función de un proyecto político.

La derecha opositora tratará de ganarse el descontento popular. Las grandes masas populares no quieren que esta situación siga así, una revolución que prometió mejor calidad de vida, y va por menos calidad de vida no tiene futuro, Nicolás Maduro tiene que lanzar una estrategia económica que le de valor a los salarios,  y le aplique mano  dura a la hampa asesina y motorizada, es un clamor nacional.

La actual política bolivariana descarga sobre los trabajadores, y el pueblo el desborde de la inflación y el avance de la crisis.

La lucha social tiene que ir  unida a una batalla política para desnudar la política estalinista de cargar la inflación, y la crisis sobre el pueblo basados en unos viejos textos anacrónicos que el 90% del burocratismo nunca han leído, y desde ahí sembrar la verdadera semilla de un socialismo democrático y bolivariano.

Esta necedad de los ultrosos sobre la falsificación del Plan De la Patria; es una gran herramienta para un debate político. Sobre todo orientada hacia las grandes empresas productivas por el desarrollo e industrialización del país. Hay muy buenas condiciones para corregir los errores en las  fuerzas productivas, porque es muy grande la corriente socialista que busca el camino de la lucha. Esto es clave para el reagrupamiento de las fuerzas revolucionarias, patrióticas, democráticas y socialistas, para apaciguar las tormentas sociales y políticas que se avecinan.

Percasita11@yahoo.es



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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