Permítanme un comentario producto del ¿debate y/o amena y respetuosa conversa? que se desarrolló durante el programa “José Vicente hoy” (09 febrero 2014) entre Jorge Rodríguez y el señor Carlos Ocariz, ambos alcaldes electos. El comentario refiérese a la “auto-censura” del señor Ocariz quien en intencionadas frases nos comunicaba sobre la necesidad de rescatar (sic) al empresariado privado quienes se encuentran “al borde de los abismos” porque el “controlador”, Gobierno bolivariano, no les entregaba todos y cada uno de los dólares para importar “contenedores de 40 pies” para que ellos, los contenedores, “duerman el sueño de los justos hierros” en los parques de los puertos venezolanos. Es decir, el señor Ocariz no nos comunicó “sin medias tintas” que el capitalismo que propone (¿?) el partido de la Justicia (¿?) que, según ellos, es decir, los adscritos a esa tendencia ideológico-partidista, es y representan ser de “primeras calidades justicieras”. Es decir, que, “en dos platos”, Primero Justicia y sus congéneres no tienen eso que los hispanos titulan como “cojones” para decirnos, ramplonamente, que ellos son capitalistas militantes y contra-revolucionarios contra-poder-popular a pesar que el señor Ocariz “se llenó la boca” de sus adscripciones al poder popular de ciertas zonas del municipio Sucre. Es decir, sí analizamos con “ojo de águila” qué es y quiénes componen social y económicamente conjuntamente ideológicamente el municipio Sucre alcanzamos a aprender las profundas diferencias socio-económicas del componente social de dicho municipio Sucre. Es decir, el señor Ocariz se mantuvo en la tesis promovida por todos los componentes políticos de Primero Justicia cual es el de, permanentemente, “decir medias verdades”. Es decir, expresarse en la más de todas las lógicas de la lógica formal. Para exponerlo más diáfanamente. Todos conocemos que el partido Primero Justicia es una escisión del partido social-cristiano Copei a pesar de Eduardo Fernández y su combo desplazando “los amoríos de José María Aznar de Fernández hacia la juventud amarilla” con lo cual, al tiempo, Primero Justicia ha alcanzado “todas las bendiciones” correspondientes del Departamento de Estado estadounidense aunque, personalmente lo dudamos, de los sectores más conservadores del partido republicano estadounidense quienes suscriben a la señora Machado y al señor Leopoldo López de quien hemos expresado, públicamente, representa en toda su esencia “el faro contra-revolucionario contra-bolivariano” en Venezuela para demostrarlo solamente hay que escucharlo con las atenciones debidas y podremos leer entre-líneas su línea ideológica contra-venezolana.
En contrario, Jorge Rodríguez, alcalde de Libertador, expuso el programa de la Revolución Bolivariana sin que nada quedara en el tintero; es decir, “más claro no canta un gallo”. Por ejemplo, sobre el tema de las recaudaciones, el señor Ocariz, persistentemente, no aceptó que Rodríguez hubiera elevado las recaudaciones de impuestos municipales por encima del 60% superando las cifras alcanzadas en el municipio Sucre. Pues bien, vayamos a comentar algunas “cosillas”. Si seriamente elaboramos un cuadro comparativo socio-económico de no solo Libertador y Sucre sino de toda “La Gran Caracas” nos llevaríamos algunas sorpresas más sí como nos recordamos el municipio Chacao ha sido considerado por años como el municipio “más rico” de toda América Latina. Seamos serios.
El título del texto se refiere al “tema militar estadounidense” que José Vicente Rangel Vale en su programa arriba en referencia, en sus confidenciales, en previo programa al referido, mencionó la crisis ética de controladores militares de “aparaticos militares que vuelan” que mostraban, sencillamente, que aquella crisis de los soldados de Vietnam aún está presente en ese mundo militar estadounidense. Nos permitimos un comentario de un comentario de quien nos comentó que cuando colaboraba en algún hospital en Japón, los soldados estadounidenses heridos y en recuperación, algunos de ellos, tenían “sus almohadas llenas de mariguana”. Es decir, el problema del “uso y consumo” de estupefacientes en el sector militar estadounidense es un grave problema tan ético como moral que agrava, en última instancia, los comportamientos de ese importante sector social estadounidense no solo a lo interno de sus estamentos militares como también en sus ámbitos familiares.
La Secretaría de Defensa y el propio Pentágono han reaccionado como podemos conocer por medio de sus páginas web; es decir, hay una profunda preocupación por un tema que, históricamente, tiene significados importantes para un país que se considera “el imperio”. Es ese contexto nos atrevemos a considerar ciertos paradigmas parecidos, en su sustancia, entre aquel denominado como Imperio Romano y su más cercano parecido con el imperio estadounidense; ni aquel supuesto imperio donde no se ponía el sol ni aquel imperio que controló los mares y sus rutas comerciales marítimas tuvieron las profundidades como imperio que padecemos globalmente con “las gracias y favores del imperio estadounidense”. Para decirlo en cortas palabras: nos estaríamos encontrando con aquel vaticinio de Mao Zedong sobre “el tigre de papel” y/o aquella frase bíblica del “gigante con pies de barro”. Ello nos lleva a preguntarnos: ¿cómo se aprecia la declinación de un imperio dado como, por ejemplo, el imperio estadounidense?
Un imperio tiene la obligación de mantener su permanencia en los tiempos históricos así no nos agrade tener que aceptarlo. Ser imperio requiere de un ideario sico-social, económico-político y militar-ideológico obligante y necesario; es decir, cuando analizamos, históricamente, la decadencia del imperio británico como imperio podemos alcanzar algunas variables teóricas que nos permitan aplicarlas a la actual realidad del imperio estadounidense. El imperio británico sustentó sus poderes en alcanzar poner en el escenario mundial algunas variables que le permitieron convertirse en imperio-temporal-histórico europeo. La primera variable significó los beneficios de los desarrollos tecnológicos y sus aplicaciones a la economía y, por ende, a las necesarias reservas monetarias nacionales. La segunda variable fue la precisa escogencia de dónde dirigir sus objetivos de Estado nacional: India, China, Sudáfrica que marcaron las fundamentales diferencias frente a sus competidores europeos, Rusia y, posteriormente, Japón y los EEUU de América. La tercera variable significó la relación desarrollo de las tecnologías aplicadas a la realidad naviera británica y las rutas marítimas. Y, por último, la necesaria presencia de lo ideológico-religioso-jurídico cuales le permitieron sentar sólidas bases en su presencia en los países ocupados.
Los EEUU de América dieron su primer paso hacia convertirse en imperio con la imposición de la tesis jurídico-mundial de la “Open Door Policy” pero su rúbrica la alcanzó cuando, al lanzar ambas bombas atómicas sobre ciudades japonesas, le impuso al mundo entero la “tesis del miedo” que le permitió a la industria militar estadounidense imponer criterios políticos en sus caminares hacia el control del Poder estadounidense. Aquel desarrollo sobre la base ideológico-militar de la “Guerra Fría”, los EEUU de América, como política de Estado, les impuso a los países europeos occidentales un “aparato militar” denominado como la OTAN (no nos olivadamos de Bretton Woods). Este escenario tuvo, evidentemente, sin entrar a considerar otras razones obvias, la “Caída del Muro de Berlín” que marcó la decadencia de la URSS como “segunda potencia mundial” cual le permitió a la política estadounidense entrar en escena total-mundial e imponer paradigmas económicos en lo que conocemos como “neo-liberalismo”. Aquellos tiempos de controles territoriales fueron “dejados en los archivos” para entrar en escena con el “control de los mercados” tanto de materias primas como de los mercados per se como, en título de ejemplo, el mercado del sudeste asiático y China para tratar de incorporar, últimamente, al mercado de la India.
En ese nuevo contexto, era de toda lógica que las relaciones entre el Departamento de Estado estadounidense y el Pentágono con los estamentos políticos venezolanos de la 4ta. Republica se desarrollaran con todas sus cualidades contenidas en la relación de “Dependencia”. En aquellos tiempos pretéritos los programas de “dependencia” entre dichos actores se sustentaban en la “perfecta coordinación” entre los intereses del imperio estadounidense y sus socios capitalistas venezolanos cada uno de ellos “jugando su rol” correspondiente en el marco de aquella realidad en perfectibilidad del sistema capitalista mundial y nacional-venezolano.
En nuestro criterio el objetivo fundamental del imperio estadounidense (para con Venezuela) era “transformar” el sistema socio-económico de la República Popular China para lo cual era necesario que los países capitalistas mundiales “jugaran sus correspondientes textos diseñados” en Washington. Pero, también en nuestros pareceres, Washington sobre-estimó su propio poder como imperio donde la Historia estadounidense, aparentemente, no debería tener el efecto y la importancia que representaban los 5.000 años de Historia china. Decir y expresar que los EEUU de América no aprendió de sus errores cometidos durante la “Guerra de Vietnam” sería una temeridad pero de lo que no aprendió fue de su propia experiencia en interferencia en las realidades internas en China durante la “Guerra Civil” china (1947-1949) ni de su provocación e interferencia en las realidades de la península de Corea que lo llevó, como imperio en ascenso permanente, a desplazar al novel gobierno socialista japonés e imponer a aquellos sectores militaristas japonesas que desarrollaron la tesis de “Asia para los asiáticos” apoyando y en perfecta colaboración con los zaibatsu; enfrentar al novel gobierno chino liderado por Mao Zedong y Zhu De con la ayuda militar al gobierno derrotado de la Republica de China en Taiwan y a participar activamente en la “Guerra de Corea”. El imperio estadounidense no analizó con el rigor requerido el significado real de la política impuesta por Deng Xiaoping de “reforma y apertura” considerando casi únicamente el “desarrollo del mercado” gracias a la inversión y transferencia de tecnológicas estadounidense ya que ello permitiría el desarrollo de una clase media china consumista que, más temprano que tarde, presionaría al estamento político-militar chino a realizar cambios super-estructurales. La cultura como realidad nacional quedó en el tintero y ese ha sido el error fundamental del Poder estadounidense actualmente.
Ante las nuevas realidades, entró en la escena financiera mundial la “Crisis de Wall Street” y, como inmediata consecuencia, la “nueva política Obama” (JVR dixit). La “nueva política Obama” también tiene “sus toques importantes” en todo el escenario militar estadounidense. Es probable que analistas consideren que los recortes en los presupuestos de defensa estadounidense podrían significar una política no militarmente intervencionista. Tamaño error. En el marco de los escenarios militares actuales conocemos dos (2) variables por demás muy importantes: la primera es la “neo-política humanitaria” que el Pentágono con la íntima colaboración del Departamento de Estado estadounidense vienen desarrollando y aplicando como, por ejemplo, en fecha reciente, en las Filipinas. La otra variable se corresponde con los importantes desarrollos tecnológicos que se vienen aplicando tanto en lo naval-militar como en los sectores de tecnologías de “alerta temprana”, los aviones no tripulados, el mundo misilístico y la ciberguerra. Pero los estamentos militares están conformados por “seres humanos” que deberían tener comportamientos éticos y morales. En nuestro criterio esta realidad en el marco referente de la teología antropológica es la más importante debilidad actual no solo del sector militar estadounidense sino de toda la sociedad estadounidense.
En ese marco propuesto nos debemos preguntar muy seriamente: ¿cómo se encuentra actualmente la Revolución Bolivariana? Nos consideramos que la propuesta de José Vicente Rangel Vale de “poner en escena” un dialogo entre las partes políticas actuantes en Venezuela en su programa arriba referido es importante y fundamental. El análisis objetivo y pragmático sin bajar las consideraciones propuestas por nuestro Comandante en Jefe, Hugo Rafael Chávez Frías, sobre las bases real-históricas bolivarianas es una obligante necesidad en las actúale realidades en escena.