Yo lo presencié y lo vi. Lo palpé y lo medí. Era en la espera tumultuosa de un grupo de compañeros que ansiaban comprar carne y leche en la Comuna Socialista La Guinea en un popular sector de Coro. Un conocido compañero dirigente del sector pudo hábilmente sortear el descontento y al llegar el transporte de los alimentos sólo la contención reflexiva de los compañeros pudo aguantar lo que estuvo a punto de convertirse en un arrebato de saqueos tan solo justificado por un desespero de conseguir despensas. Ya eso lo hemos visto. En San Félix, del otro lado de Venezuela, igual lo vi. Un gentío alborotado en una zona humilde de ese lugar intentaba con saña abrir las puertas de un supermercado, cuando las fuerzas policiales lograron persuadirles de que eso no era la mejor forma de acceder a sus deseos. Y ya anda por todos lados ese fenómeno, tan solo auto conteniéndose por las fuerzas revolucionarias del chavismo. En Caracas me cuentan que en mi querido barrio La Pastora, es eso frecuente. Porque presidente, esas bravuconadas de ese fascismo tierno convertido en fastidiosas guarimbas, no llevarán al final a nada importante en el acontecer político de este país. El peo es la economía presidente. Y no se diga más que si los medios capitalistas, que si la polar, etc. Porque y que pasa con la producción socialista? Y el otro peo presidente es la ineficiencia administrativa que ronda sus espacios. Mire, el ministro Menéndez tan vitoreado por la revolución, ha dado muestras de una supina carencia de respuesta técnico-administrativa. Y si no lo ha notado, observe ese panorama de lo que llamó él, la Venezuela Productiva. Que ya por cierto nadie lo nombra. Con el caso de los carros dizque para el pueblo, tan sólo bastaría para rasparlo desde hace tiempo. La demagogia allí, compitió ferozmente con la mentira. Es por otro lado necesario, para contener la presión social que se viene encima, mejorar la producción petrolera, y el ministro Ramírez ya dio lo que tenía que dar. Y en los rediles de la economía no ha mostrado mucho. Sino, mírese la producción del Zulia que no se ha podido recuperar en los últimos diez años. Si no estuviera la Faja petrolera bordeando las aguas del majestuoso Orinoco, es fácil deducir lo que estuviera pasando en Venezuela. Cuente presidente con sus dedos, las empresas de producción socialista que incrementen el fisco nacional, y concluya que la dejadez gerencial es allí lo más fructuoso. Parece que ese Ecuador situado en el mero centro del mundo está mejor siendo llevado por un presidente Correa que en pocos años ha ido desarrollando con un socialismo productivo esa hermosa región. Es un espejo bueno presidente. Porque presidente, si la ternura fascistoide que seguro no podrá ser capaz jamás de derrocarlo, coincide en menguada hora con ese chavismo deseoso de mejorar sus condiciones de vida, una nueva historia de un chavismo radical en el poder podrá contarse para las nuevas generaciones.