Del “filo del abismo” a la “guerra civil”

Elevamos a sus consideraciones las realidades historiadas de la “Comuna de París” en el marco de la “Revolución Francesa”. Sí ustedes lo prefieren pudieran caminar hacia las realidades de la “Guerra Civil española” aunque, también, podrían adentrarse a aquellas realidades de la “Masacre de Nanjing” y/o al “estadio en Santiago de Chile” y/o conocer de lo vuelos sobre el Atlántico de los helicópteros argentinos cuando se desarrollaron los más trágicos sucesos de persecución anti-comunista en América Latina y, sí todo ello no fuera suficiente, podríamos solicitarle al Presidente Mujica que “nos eche el cuento”. Pues bien, sí ustedes, señores y señoras de oposición, popularmente denominados como “escuálidos” (denominados no quiere decir calificados), consideran que las izquierdas continentales y las venezolano-nacionales, en particular, no han aprendido de aquellas realidades histórico-revolucionarias como de experiencias propias adscritas al “inconsciente colectivo revolucionario”, les sugerimos, únicamente y solamente, un momento de reflexión y considerar vivir y convivir con la virtud de la reflexión profunda sin las “calidades” de la “soberbia”.

Nos consideramos que el tremendo esfuerzo que se ha impuesto el Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros, con la honesta finalidad de no solo llamar al diálogo por la paz sino alcanzar la paz y el bienestar nacional también tiene sus límites pero no en sus obligadas obligaciones como Presidentes constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, ni como líder de la Revolución Bolivariana, ni como Comandante en Jefe de la FANB, ni como perfecto responsable del “pensamiento Chávez” y el “Ideario de don Simón Bolívar” sino que ahí, en las calles, los barrios, en las urbanizaciones, en la FANB, en “otros lugares” hay un conjunto de “hombres y mujeres”, muchos de ellos denominados como los “invisibilizados” que podrían expresarse en “calidades muy especiales y particulares” confrontando la tremenda soberbia de esos sectores de la oposición, políticos, empresarios, miembros de la Iglesia católica, sociedades alienadas y consumidas por lo significativo no solo del consumismo sino de la “imagen de triunfo” que, supuestamente, representa el “modelo estadounidense”.

José Vicente Rangel Vale (JVR) lo dibujo con tal transparencia que su frase referida en el título de estas líneas se han convertido en una referencia obligada y nacional pero no es que JVR fatalice escenarios que son de cotidiana evidencia sino que ha sido como político y comunicador, permanentemente, una referencia a la llamada al “diálogo nacional”. Entonces, nos preguntamos obligadamente: ¿Por qué no se ha producido un diálogo constructivo? El Presidente Maduro Moros en diversas ocasiones durante la 2da. Reunión por la Paz en Miraflores mencionó el pecado de la “soberbia”. Es evidente que la soberbia, base fundamental teológica del denominado como “pecado original” en su consecuencia bíblico-histórica tiene sus desarrollos que cuando llegan a instalarse en la siquis de un cierto colectivo social origina en praxis escenarios, entre otros, como la “guerra civil” en una sociedad determinada. Pero ¿Por qué se origina, por no expresar, “estalla”, una guerra civil en una sociedad determinada; es decir, cuáles son los paradigmas que llevan a que una sociedad en todo su conjunto se divida, profundamente, en dos (2) bandos que lleven a padres matar a sus hijos, a hermanos matar a sus hermanos, a madres conocer como la familia se destruye no por “una idea” sino por “la soberbia”? Mi señor padre quien fuera militar-oficial en el ejército de Francisco Franco Bahamonde desde el “asalto a la Península” dejaba “caer” de cuando en vez algún comentario sobre aquellas realidades en sangre y, probablemente, por esa realidad, nos enseñó a respetar la “opinión del Otro” pero estamos percibiendo como “el odio”, como efecto consecuencial de “la soberbia” se “ha posicionado” en la siquis de la oposición y es por ello que nos consideramos que sí los factores fundamentales de la oposición no asumen sus responsabilidades con perfecta valentía estamos “cayendo por el precipicio inevitablemente”.

Claro para que esos factores fundamentales de la oposición asuman sus responsabilidades deberán “salir a la luz pública” a expresar con contundencia sus opiniones por la paz, a decirle al señor Capriles Radonski que se comporte a la altura de las circunstancias. Debemos expresarlo públicamente. Conocimos a Capriles Radonski desde el primer día que fuera denominado como Presidente de la Cámara de Diputados del antiguo Congreso Nacional y es por ello que nos consideramos a Leopoldo López como el verdadero líder de las derechas venezolanas con quien, sí asume su rol como “faro opositor”, podría llamar a la “paz nacional”. Claro ni solamente Capriles Radonski, en las actuales circunstancias, ni Leopoldo López, moto proprio, ni el Nuncio Apostólico, en solitario, ni el Presidente de Fedecámaras, ni Vladimir Villegas, ni la CEV podrán alcanzar la “cima de la paz nacional”. Nos consideramos que los factores más radicales del “anti-chavismo” desde los tan bien conocidos miembros de la Iglesia Católica pasando por los rectores de universidades públicas y privadas sin olvidar a los factores empresariales y banqueros que desean, porque sí, “salir de Maduro” como siempre quisieron “salir de Chávez” tienen, también, sus opiniones necesarias; es decir: ¿qué quieren, realmente, para poder centrar el “diálogo por la paz”?

Entrémosle a algunos escenarios que irán a tocar sensibilidades. Nos estamos profundamente convencidos que los escenarios en “pleno desarrollo” en el estado Táchira son “muy graves” y, además, son profundamente diferentes al proceso de “golpe de estado continuado” en desarrollo que, sí continúa, iremos caminando hacia la “guerra civil”. Es decir, tendríamos “en escena” dos (2) realidades contra-nacionales, contra-herencia-de-don-Simón-Bolívar, contra-Chávez Frías y contra la Patria: Venezuela y toda América Latina, Centroamérica y El Caribe afectando, inevitablemente, a sectores importantes de la sociedad estadounidense y, cuidado, sino, podría también “cruza el Atlántico”.

Conversemos sobre el “Escenario Táchira”. Ese escenario en la región occidental de la geografía venezolana, frontera con la hermana República de Colombia, conforma un sub-conjunto geográfico que se extiende hacia los estados de Trujillo, Mérida, Barinas y, of course, Zulia. Pero para poder alcanzar esos objetivos de “guarimbas y barricadas muy radicalizadas y diferentes a otras manifestaciones parecidas en otras realidades nacionales” (no estamos mencionando a ningún actor y/o beneficiario de tal situación) era y es necesario desarrollar un escenario de “toma controlada” de ciertas zonas de la ciudad de San Cristóbal con apoyos muy bien definidos por el Estado venezolano conjuntamente con la participación activa de “factores externos” a Venezuela y sus intereses de Estado.

Ahora regresemos a la Historia de Europa cuando “el ocaso de la 1ra. Guerra Mundial”, cuando soldados rusos cuyos ejércitos estaban conformados por “obreros y campesinos” regresaban, derrotados y hambrientos, a Moscú y San Petersburgo ocasionando una muy fuerte alteración profunda en la estabilidad social en crisis de los Romanov que llevó a aquel proceso a una realidad seudo-revolucionaria cuando “mencheviques y bolcheviques” asumieron el control de la “madrecita Rusia” en los primeros años de aquel “histórico año”. Es decir, aquel escenario de “crisis profunda” desarrolló un comportamiento sico-social de alteración continuada que llevó a aquellos “cambios profundos” muy bien conocidos históricamente. El escenario en desarrollo en San Cristóbal debe asumirse por toda la sociedad venezolano como de ser “un escenario muy grave” para la estabilidad del Estado venezolano y, en consecuencia, para la permanencia de la República, es decir, caminaríamos hacia la “guerra civil”; pero: ¿a quién le interesa el desmembramiento de Venezuela?.

Decíamos más arriba que el “Escenario Táchira” es, en nuestro entender, profundamente diferente a los escenarios que se desarrollan con “las barricadas y las guarimbas” en ciertas zonas urbanas de Venezuela pero no negamos que ambos se retroalimentan en profundidad de intereses porque hay factores políticos que consideran que la Historia debería haber sido escrita en diferentes realidades. Regresamos a la Historia. Los borbones consideraron que la Capitanía no tenía la importancia debida ante los intereses que el Reino de los Borbones desarrolló en otras regiones geográficas latinoamericanas, caribeñas, México y Centroamérica. En ese escenario deberíamos conocer “las profundidades” de “La Cosiata”, las realidades detrás del asesinato de Sucre, estudiar en profundidad el “Ideario de don Simón Bolívar”, y las actuaciones del señor Álvaro Uribe Vélez.

En los escenarios de “las barricadas y las guarimbas” están presentes diferentes variables: racismo, desprecio, soberbia, sentimientos gravemente pecaminosos, en fin, “lucha de clases”. Sí aceptamos que lo “importante-fundamental” es la “lucha de clases” sería obligatorio preguntarnos cómo podríamos “desmontar” los efectos síquicos de ese paradigma en las estructuras sociales afectadas pero, fundamental y particularmente, en los sectores de oposición. Entonces: ¿cómo se expresa la “lucha de clases” en el caso específico de Venezuela en las actuales realidades nacionales?

La “lucha de clases” se expresa en diferentes niveles de desarrollo hasta alcanzar la confrontación armada. Entonces: ¿Qué significaría la confrontación armada entre venezolanos? En primer lugar, además del “caos continuado” en toda la sociedad con las trágicas consecuencias correspondiente, dejaría de “fluir petróleo” hacia nuestra industria petrolera en los EEUU de América, CITGO, con lo cual los sectores radicales estadounidenses pedirían la intervención militar estadounidense. Acá debemos precisar que a diferencia de Libia, Egipto, Siria y ahora Ucrania, los EEUU de América no tienen un “aliado” pero sí un “socio” en nuestra región geográfico-caribeña por lo que, aparentemente, podrían, solamente, intervenir soldados estadounidenses (no descartamos intervenciones diferentes). En un escenario como el descrito, la sociedad venezolana se radicalizaría aún más en ambas posiciones con lo cual las consecuencias podrían alcanzar escenarios de mayor gravedad que los escenarios que se desarrollaron en España durante la “Guerra Civil”. Pero el efecto de suspender las exportaciones de petróleo (crudo) hacia CITGO afectarían, directamente, los costos internos en el mercado estadounidense del barril de petróleo importado por los factores económicos de la economía estadounidense, inevitablemente, se elevarían teniendo una muy seria incidencia en la “inflación” en las zonas del sur y del este estadounidense aún y cuando el Gobierno de la Casa Blanca decidiera “ocupar” a la industria petrolera CITGO y sus colaterales. Conjunta e inmediatamente aquellos sectores sociales beneficiados por las políticas humanitarias que viene desarrollando CITGO por órdenes del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela en territorio estadounidense podrían conocer un deterioro importante en la calidad de sus vidas familiares. Es decir, el escenario de “las barricadas y las guarimbas” también están afectando los intereses de los EEUU de América aún más en las actuales circunstancias cuando la inestabilidad real y objetiva en los escenarios internacionales se vienen desarrollando tanto para la Comunidad Europea, las inestabilidades en la “región árabe”, los costos reales tanto en seguro, transporte y precio del barril de petróleo desde el Golfo Pérsico hacia mercados americanos, la realidad actual en la península de Crimea y la decisión de Gazprom de suspender los envíos de petróleo y gas vía Ucrania hasta tanto el “gobierno golpista” instalado con los apoyos correspondientes de la Comunidad Europea no cancele las facturas correspondiente además de suspender el subsidio por el pago de US$15 por transporte. Para los curiosos, Alemania se vería seriamente afectada por decisiones de presiones sobre Moscú como Washington y la Comunidad Europea debería considerar las exportaciones de “crudo y gas” hacia las zonas orientales geográficas de Asia y el Pacífico.

Entonces, nos preguntamos: ¿podrá la Conferencia Episcopal meter en cintura a sus acólitos y asumir las actuales realidades nacionales, particularmente, en el caso de San Cristóbal en considerando las tesis teológicas de Santo Tomás de Aquino por no mencionar a San Agustín? Dejemos las hipocresías en la cuesta, no subamos al “filo del precipicio” y pongamos orden en casa.



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Miguel Ángel Del Pozo


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