Sin duda alguna el capitalismo es eficiente en el proceso de instaurar formas de pensar y hacer, la lógica de dividir todo y aislar la fuerza del ser humano, han sido los resultados más contundentes que ha obtenido este sistema perverso en los países en donde la hegemonía del mercado capitalista se ha impuesto a la fuerza. EL aparato ideológico imperial abarca a todos los sectores de la sociedad, su rango de acción no tiene límites, va desde la iglesia hasta la educación, pero tiene su mayor intervención en las empresas de comunicación las cuales se comportan como tanques de guerra con cañones que disparan hacia los hogares todas las balas que asesinan al hombre y a sus poderes creadores. La publicidad es la que determina el mercado, lo exacerba y le crea al ser humano necesidades ficticias que lo llevan a vivir esclavizado al trabajo opresor, vendiendo su fuerza de trabajo para obtener una migaja llamada sueldo, que es el sobrante de toda la gran producción de capital que generan los capitalistas con la única excusa de ser dueños de los medios de producción, toda esta lógica ha instaurado en los ciudadanos del mundo occidental, pero especialmente en los latinoamericanos la doctrina de dependencia de tecnologías producidas bajo la premisa de la obsolescencia programada para sociedades con lógicas ajenas a las de la patria grande, que posee una gran cultura campesina e indígena que esta luchando y se niega a morir.
Con la reflexión anterior podemos concluir que construir el socialismo no es algo nuevo, tenernos una raíz socialista originaria, se trata de retomar las riendas de ese aparato productivo para la sustentación familiar y comunal, que nos acerque cada días mas a la unidad del pueblo para solventar las necesidades básicas colectivas e individuales, se trata también de retomar la cultura que el capitalismo nos quitó con la llegada del petróleo y el comienzo de una dictadura económica que trascendió hasta afectar todas las relaciones sociales, dañándolas, desapareciéndolas convirtiéndonos en seres antinaturales, antisociales, colocándonos del lado de la violencia a través de la agudización de las necesidades materiales por medio del secuestro de los recursos generados por la explotación del petróleo y que llevó al ser humano a ser condenado a la miseria en las grandes ciudades pasando de una cultura productiva a una cultura del comercio en donde todo se vende y se compra, hasta las vidas y las conciencias, absolutamente nada se produce.
Ante el daño incalculable hecho a los pueblos del mundo, en nuestro país hemos ganado una gran conciencia colectiva, social y política, todo esto a través de asumir como propia la lucha en la que nos invitó a participar el Comandante Chávez, hombre que nos plateó grandes retos, el más difícil construir el socialismo y por ende derrotar al imperialismo en su afán de apropiarse de los recursos naturales de nuestro continente pero especialmente de nuestro país. Esa lucha es la que nos tiene hoy acá planteando el gran reto del cambio de conciencia, el cambio profundo en el ser humano, que solo se puede lograr a través de la acción del ser social, vinculado a su entorno de vida en la comunidad, organizándose junto con los demás para construir lo nuevo, lo diferente a lo viejo, es decir lo bueno, lo que hemos llamado el socialismo, y para eso es necesario que ese ser social sea sometido a una dinámica de lucha, movilización y debate que le permita ir elevando su nivel de conciencia y profundizando cada día mas en la raíz, por estas razones debemos comenzar preguntándonos ¿Cuál es nuestra tarea como seres vivos en el planeta tierra? ¿Cuál es nuestro papel histórico en Venezuela, Latinoamérica y el mundo? ¿Cómo se producían los alimentos en las civilizaciones antiguas y como se adquirían? ¿Qué es el trabajo? ¿Qué es el empleo? ¿Qué es el sueldo y el salario? ¿Cuáles son las necesidades reales del ser humano? Todas son estas son preguntas generadoras para iniciar un fuerte y necesario debate político que nos permita darnos cuenta de todas las cosas que nos han impuesto y las que realmente son necesarias para que podamos vivir viviendo.
La lógica nos debe llevar a comenzar a ver la sociedad dominante, la capitalista, con una visión critica en todos los procesos que nos imponen a diario, iniciará entonces en nosotros la necesidad de transformar todo lo que no apunte hacia el socialismo, nos convertiremos en sujetos activos que agudizarán las contradicciones para solucionarlas, si y solo si a favor del pueblo, del pobre, de los desposeídos, de los que mas necesitan. No podemos dejar decir que todo este proceso es político y debe ser enmarcado, contextualizado en el proceso de la lucha de clases, todo este debate nos llevará a asumir responsabilidades organizativas en los distintos lugares donde hagamos vida por ejemplo en la universidad, en la fabrica, en el campo, en la escuela y ante todo en nuestra comunidad, es donde vivimos, es donde debemos construir la comuna para ser gobierno y comenzar a decidir sobre aspectos neurálgicos de la vida humana, todo esto nos debe llevar al aprendizaje continuo durante el proceso de acción social y política, es decir estaremos aprendiendo del socialismo construyéndolo.