Dentro de los grandes retos que existen para las generaciones que tenemos el deber de continuar con el legado histórico de Bolívar y Chávez está lograr que el asunto de la alimentación sea visto por las masas que se organizan para la lucha, como un asunto colectivo y popular en contraposición a la tesis capitalista que convierte el alimento en una mercancía y a la alimentación en un proceso comercial que solo debe ser resuelto de manera individual.
Ante este escenario impuesto por la lógica del capital, los revolucionarios debemos seguir juntando fuerzas para cambiar, transformar, es decir revolucionar todo los procesos que se involucran y derivan de la producción de alimentos, para esto debemos buscar nuestras raices y que nuestro análisis y acciones sean radicales, ¿A que me refiero? A que el ser humano necesita el alimento para vivir, es decir necesita la proteina animal y vegental así como como carbohidratos y glucosa, del mismo modo que necesita agua limpia y fresca para la hidratarse, todo esto nos lleva a colocar el hecho de la apropiación de los alimentos, como un hecho político que necesariamente debe ser soberano, libre y revolucionario y para que esto suceda se debe generar todo un proceso organizativo popular para que se produzcan los alimentos y lleguen a la mesa de cada familia venezolana.
Existen fallas, muchas estructurales pero muchas otras de fondo, por ejemplo, no debemos dejar toda la carga de la producción de alimento a las zonas rurales, es necesario que desarrollemos la agricultura urbana familiar, comunal y colectiva, no debemos dejarle toda la carga de la toma de decisiones sobre politicas agrarias al estado-gobierno, es necesario que los gobiernos comunales, es decir las comunas asuman la politica de producción de alimentos que construya espacios territoriales soberanos y seguros desde la lógica agroalimentaria, esto lo decimos sabiendo que históricamente los niveles de burocratismo y corrupción, es decir las aberraciones del viejo sistema politico-económico derivado de la lógica imperial capitalista petrolera que ha permeado hacia la construcción del proceso Bolivariano han hecho que heredemos los fracasos de las reformas agrarias de la cuarta república, con la salvedad que tenemos una ley de tierras revolucionaria donde está prohibido el latifundio, pero permitiendo aún que en nuestra revolución sigamos imponiendo la lógica de los paquetes tecnológicos impuestos por la revolución verde y la influencia de las grandes transnacionales en nuestro campo, autocriticamente debemos decir que el gobierno a invertido miles de millones de dolares en nuestros campos, para producir alimentos sanos y el hecho de no dar el salto en el modelo productivo, ha permitido que no seamos productivos, todo esto sumado a la falta de un acompañamiento integral al productor y productora y la persistencia de un asistencialismo técnico que siempre se quedará corto, mas la formación de los agrotécnicos para el capitalismo y no para el socialismo, es decir agronomos y veterinarios que se gradúan para ser comerciantes o para ayudar a aumentar la productividad de los que ya producen y no para resolverle los problemas de la producción a los campesinos y pequeños productores que toda la vida han estado marginados victimas del modelo capitalista en donde el grande se come al pequeño. Toda esta realidad hace que el cuadro de este año 2014 sea crítico para lograr avanzar hacia una producción que satisfaga las necesidades del pueblo venezolano.
Venezuela posee todo los recursos naturales para la producción de alimentos, tenemos una estación humeda o de lluvia y una estación de sequía, además de grandes niveles de agua subterraneas que permite que todos lo días del año estén disponibles para la producción, además de eso, tenemos grandes extensiones de terrenos planos, pero lo más importante es que somo un país joven con a penas 100 años desde que en el año 1914 en Mene Grande se perforó el primer pozo de petróleo en Venezuela, el "Zumaque I", esto nos permite analizar las cosas pensando y sabiendo que un siglo es muy poco tiempo para que se halla borrado de nuestro subconciente la información que se generó en nuestros antepasados campesinos y que necesariamente tuvo que haber pasado a nosotros, corremos el riesgo que si no provocamos la aparición de esa memoria historica campesina entonces si se borre definitivamente de nuestra información genetica provocando la muerte de un periodo de la especie humana que aprendió a trabajar la tierra para producir alimentos, estamos a tiempo de que esto no suceda, no podemos permitir que un mundo sintético se adueñe de nuestras vidas, pues estaríamos sentenciando nuestra pena de muerte y enfermedades como el cáncer que ya se están convirtiendo en una patología cotidiana serían la causa mas común de muerte sobre nuestro planeta.
La FAO nombró el año 2014 como el año de la agricultura familiar, esto no es casualidad, no fue que les provocó, no fue que se le ocurrió a un cientifico, se declara por la disminución drastica que ha existido en la producción de alimentos a nivel mundial provocado por el aumento violento de las poblaciones en las superpotencias mundiales, el uso de cereales para la producción de biocombustibles y la lógica de los paises proimperiales de comprar el alimento en el mercado internacional para asegura su consumo en los próxmos 10 años y más. Los escenarios son catastroficos para América Latina y Africa, escasez de alimento para nuestro continente y aumento drástico de la hambruna en Africa. Este es el escenario global que obliga a la FAO a tomar esas decisiones. No porque lo diga la FAO nosotros en Venezuela debemos empujar la agricultura familiar, lo debemos hacer porque se nos juntan varios factores sumamente dificiles, 1.- Tenemos una economía de puerto. 2.- No tenemos soberanía agroalimentaria. 3- Nuestro pueblo, incluyendo el campesino en muchos casos, tiene una cultura del comercio y no de la producción. 4.- Tenemos un estado paternalista y un pueblo que cada día alimenta más dicha condición. 5.- La declaración de guerra económica que la burguesía le ha hecho al pueblo y al gobierno del presidente Nicolás Maduro como parte de un golpe de estado continuado.
Todo esto nos debe llevar a un debate diario en los espacios de militancia politica y compromiso social del pueblo venezolano sobre el tema de la alimentación y lograr que cada consejo comunal y comuna empujen como una sola fuerza hacia el establecimiento de politicas gruesas sobre la producción de alimentos, entre esas políticas debe plantearse una relación con los sectores campesinos que transciendan la lógica comercial, es decir en el caso de las comunas urbanas debe existir una empresa de propiedad social para la producción, distribución y comercio justo de los alimentos, donde 10, 20, 30, 100, 150, comuneras y comuneros, el numero lo dará la lógica de cada comuna, estén pensando y haciendo para este tema, y que desarrolen junto al pueblo campesino un plan de siembra en conjunto con la participación de todas y todos, esto nos podrá garantizar el alimento para cada comunidad y el establecimiento de un fondo social que logre cubrir los costos que derivan de todo este esfuerzo colectivo, popular y comunal. ¡Con alimento propio tendremos independencia definitiva!
COMUNA O NADA!
VIVA EL LEGADO HISTÓRICO DEL COMANDANTE CHÁVEZ!!
TIERRA Y HOMBRES LIBRES!!
INDEPENDENCIA Y PATRIA SOCIALISTA!
VIVIREMOS Y VENCEREMOS!