Martí, en carta a Máximo Gómez, invitándolo a participar en la guerra de independencia, le decía: “Le ofrezco a Ud., sin temor de negativa, este nuevo trabajo, hoy que no tengo más remuneración que brindarle que el placer del sacrificio y la ingratitud probable de los hombres”.
Esas palabras guían estos escritos. No aspiramos a nada diferente que ejercer nuestro deber de alertar, cumplir ese compromiso nos da placer martiano. Sabemos el riesgo de hacernos acreedores de la “ingratitud probable de los hombres”. Sabemos el peligro de ser incomprendidos por los de buena fe y también por los de mala fe, pero amamos a esta Revolución que aún es una posibilidad y debemos defenderla de los errores nuestros y de la ofensiva enemiga. Vayamos al grano.
La noticia corre por todos lados: “El Presidente de la Asamblea destituyó de un plumazo a la diputada Maria Corina Machado, ya no es más diputada y no puede entrar al edificio”.
Inmediatamente se oyeron los gritos de “así es que se gobierna”. Nosotros pensamos que el hecho permite dos enfoques: primero, fue un tremendo error político; segundo, evidencia fallas importantes que deben ser corregidas.
Advertimos a los que gustan de interpretar a la ligera que no defendemos a mariacorina, la sabemos parte del plan golpista. Lo que cuestionamos es la forma como se toma la medida, que trae, sin dudas, más perjuicio que beneficio. Veamos.
Se procede a la machimberra, sin preparación de nuestra base, sin sentido de la oportunidad: venimos de una confrontación en la oea, allá se cuestionó el respeto nuestro por las leyes, por los poderes. Se toma en las vísperas de la visita de la comisión de unasur. La medida, débil en lo jurídico y sin preparación de la opinión pública, sin discusión, sin explicación en lo nacional e internacional, será aprovechada por los enemigos para profundizar su ofensiva internacional de descrédito, para sustentar sus medidas punitivas, para respaldar esa imagen que nosotros no hemos podido desvirtuar. Ahora sus fuerzas internas tienen más razones para moralizarse, para movilizarse. Victimizamos a mariacorina y se la brindamos en bandeja de plata.
En lo interno del chavismo da la sensación de una dirección que improvisa, espasmódica, visceral, que trabaja para el aplauso fácil. Además hay fuertes indicios de que la medida es rebatible jurídicamente, lo que da más pie para pensar en improvisación.
Ahora bien, estamos en medio de un plan golpista similar al golpe de abril y al sabotaje petrolero y del paro nacional, ya cisneros nos lanzó un ultimátum, que por cierto no hemos respondido como Revolución. Esta situación de alto peligro, es tiempo de profunda crítica, sólo rectificando podremos tener éxito. No son tiempos para solidaridades castrantes que más son lastre, no es momento de ocultar los errores, eso sólo beneficia al enemigo oligarca.
Debemos tener una dirección que sea y parezca dirección confiable, creíble, y está claro que episodios como éste no evidencian a esa dirección.
Es necesario que la Dirección Nacional de la Revolución se reúna, que estudie la situación de confrontación de hoy. No en la televisión, no como un espectáculo sino como un ejercicio de reflexión. Es urgente que el organismo político se reúna todas las semanas, que deje un secretariado que responda los problemas de todos los días. Que dé imagen, y así sea en la realidad, de Dirección que piensa, que discute, cohesionada, que construye su propia agenda, que, en resumen, dirige con serenidad. Hay que acabar con la declaradera de cualquier Ministro sobre cualquier cosa, con la improvisación.
Hoy es importante recordar las palabras de Martí dirigidas al jefe militar de la Independencia de Cuba, Máximo Gómez: “Un pueblo no se funda, General, como se manda un campamento”.
Es así, la Revolución es una nueva manera de mandar y una nueva manera de obedecer. Una nueva manera de enfrentar al enemigo oligarca, una nueva manera de triunfar…
¡Sin Crítica no hay Revolución!