La ignorancia puede ser curada pero la estupidez es eterna.
Matt Artson
Escribir, se me ha vuelto últimamente muy difícil, muchos no quieren entender que todos remamos en el mismo sentido hacia adelante esta barca bolivariana, que se construyó bajo la dirección de Hugo Chávez para que se mantenga a flote. Aunque muchos tengamos diferentes formas de remar para que llegue a puerto seguro. A muchos radicales le es muy difícil comprender esta situación. Ya que la situación del país no está para caernos a embuste desde el lado de la revolución. ¿A veces por decir la verdad aunque esta sea muy dura soy atacado sin piedad, o será que muchos me quieren llevar a la cámara de gas nazi? Mis críticas son hechas con mucha sinceridad desde la óptica de la izquierda cristiana, pero con mucho amor y pasión por lo que siento por mi querida Venezuela Bolivariana. Cuando la estabilidad del gobierno está en peligro, ahí es done todos tenemos que aportar nuestro granito de arena para salvar a la revolución bolivariana. El enemigo del gobierno y de Venezuela son los que quieren sus riquezas. No es la crítica de Edgar Perdomo Arzola, métanse esto en la cabeza de una vez.
Los insultos dinamitan los caminos hacia el diálogo para lograr la tan cacareada paz. Y el diálogo es la base de la democracia. Esto lo digo ante los reiterados insultos y vetos, por parte de funcionarios nacionales, regionales y municipales, así como el de escribidores fanatizados de la revolución.
Todo esto forma parte de una larga serie de insultos y descalificaciones por parte de funcionarios públicos. Donde algunos fanáticos irracionales son sus autores. Todo esto ha multiplicado las ironías injuriosas que tienen como destinatarios principales a los que criticamos lo que creemos incorrecto.
El lenguaje es la principal herramienta para lograr el dialogo. Su degradación, a través del estilo provocador y ofensivo de ciertos funcionarios, deteriora la credibilidad de los ciudadanos que están cansados de los maniqueísmos que tanto daño le infringe esto al país desde el gobierno, y la oposición. Los discursos violentos de ambos lados generan violencia. Del mismo modo que los ataques a la Justicia, configuran verdaderas presiones, y debilitan la confianza de los venezolanos en sus instituciones. Ya que el diálogo es la base de toda democracia.
Desde aquí expreso mi mas categórico repudio, y preocupación frente a esta actitud. Sin embargo, mucho más grave resulta que esos agravios se trasladen como manifestaciones de prepotencia inaceptable sobre mi persona que humildemente cumplo por opinar.
Aunque algunos columnistas de Aporrea no lo entiendan así, es su problema. Cada quien con su conciencia, yo tengo la mía limpia, no soy un extremista radical de izquierda, soy formado al equivalente ideológico del Presidente del Ecuador Rafael Correa que es de la izquierda cristiana, y fue elegido para administrar un país no para hacer politiquería barata. Ya que tiene a ese país social y económicamente como una tasita de plata veremos con el tiempo quien tiene la razón. Ya veremos quienes son los radicales del alto gobierno que como en el 2002, ese día se escondieron. Y hoy en este 2014 tengan que salir a las calles a defender hasta con la vida al gobierno, y a la patria de aquí formarse una confrontación armada real, y no se quedan escondidos en sus casas o vuelen fuera del país, a defender su Boloña Verde.
Muchos me llaman "quinta columna" porque critico a veces al gobierno. Ya que la miopía intelectual no los dejan ver más allá de sus narices. Sin ni siquiera tener la más mínima puta idea de donde proviene esa palabra mal utilizada. Y lo mejor es que investiguen donde es que está estratégicamente ubicada esa quinta columna lo cual es muy fácil de averiguar.
Monitoreando sin fanatismo todas las actuaciones de las instituciones y poderes del Estado ahí podrán ubicarlos fácilmente. Ernesto "Che" Guevara predijo la caída de la URSS, por el excesivo burocratismo, y la impune corrupción es un ejemplo, y lo dijo Hugo Chávez muchas veces: que la crítica en una revolución es tan necesaria como el oxigeno que necesitamos para vivir.
Para mucho ignorante todo el que crítica es contrarrevolucionario, enemigo del gobierno bolivariano, y hay que execrarlo de todo los escenarios mediáticos sean públicos, privados o afectos al proceso revolucionario. Mas torpes no pueden ser ya que todos sabemos que no hay nada más revolucionario que la crítica. Ellos son los que les hacen el juego a la derecha con sus incoherencias, y su doble moral "revolucionaria". Se creen los únicos dueños de la verdad, y de la opinión política pública.