La doble penetración de la clase media asalariada

No me canso de pensar que nuestro errabundo planeta azul tardó 4.500 millones de años en conformarse, algo así como casi 1,6 billones de días; una cifra bastante compleja de asimilarla en nuestra reducida caja de pensamientos. Durante este proceso físico-químico-biológico, altamente engorroso, se conformaron los mares, los ríos y las montañas, de igual modo, pasado un montón de años, surge la vida en su forma más simple, la unicelular, hasta llegar a los homínidos. No solo la Tierra logró la forma y la estructura tal como la concebimos actualmente, en la medida que se avanzaba el proceso, por alguna explicación que hasta ahora nadie la tiene, en ciertos lugares de la geografía planetaria se fueron acumulando dentro de sus profundidades y fuera de sus entrañas, metales nobles, piedras preciosas, combustibles fósiles, además una diversidad de flora y fauna de alta significación para la conservación de la vida animal y vegetal. En un principio nada de esto tenía valor pecuniario.

Por lo anterior en fácil deducir que nadie, ni la clase burguesa, mucho menos la clase media y tampoco los sin nada, hicieron algo para que tales reservas minerales, forestales y acuíferas se desarrollaran y almacenaran; todo fue responsabilidad de la noble pacha mama. A tal efecto, nunca entenderé la razón de por qué algunos privilegiados del planeta se apoderaran de tales riquezas para el beneficio de pocos y la desgracias de miles de millones de seres.

En el caso de Venezuela es sorprendente que en la corta experiencia como república (203 años; un estornudo histórico) nuestra riqueza siempre fue administrada, en principio por los mantuanos y luego, por los herederos de aquella nefasta estirpe, en alianza con políticos deshonestos y trasnacionales financieras. Aquellos criollos adinerados de la época colonial propiciaron el 19 de abril de 1810 una revolución contra la monarquía peninsular, con la condición de conservar el orden tradicional heredado de la misma España. Desde aquel nefasto período hasta la aparición de mi comandante Chávez, los amos del valle se arrogaron del derecho divino de apropiarse y administrar de todo lo que estaba dentro y fuera de las entrañas que define los linderos de nuestra patria.

De nuevo, insisto, los aristócratas de pacotilla no hicieron absolutamente nada para que el petróleo apareciera en las cavidades donde están almacenadas parte de nuestras riquezas. Por lo tanto, no existe ninguna disposición celestial para que ese patrimonio solo lo administren y se beneficien ellos, tal como lo vienen haciendo desde la aparición del combustible sólido. Entonces, si ellos no hicieron nada para la existencia y reserva de este mineral, era lógico que caudal derivado de su explotación debió ser invertido para mejorar la existencia de todos los venezolanos y no para el beneficio de un grupo que vivieron por más de cien años a costa del petróleo. No cabía duda, si el crudo estaba en subsuelo venezolano, todos teníamos derecho a los frutos derivados de su explotación, refinamiento y comercialización.

Lamentablemente la cosa no marchó así y los amos del valle, entre ellos los ascendentes de la señora María Machado y Leopoldo López, se apoderaron del país para influir en la vida de todos los venezolanos. Es decir los malhadados burgueses penetraron en el hogar de todas las clases sociales, tanto la clase media como la de los pobres.

Me causa hilaridad cuando leo la palabra “libertad” en las pancartas de los “estudiantes”, algo ignorantes, de nuestra clase media. Los infelices escolares y sus padres parecen desconocer que sus hogares están penetrados hasta los tuétanos o para señalarlo de una manera más decorosa, “influenciado” por una maquinaria publicitaria que ni siquiera los dejan escoger al líder que ellos aspiran que los dirijan. En un momento le impusieron a Irene Sáez, después a Enrique Salas R, apelaron a Manuel Rosales, eligieron en una primarias a Enrique Capriles y ante tantas equivocaciones promocionaron, en principio, a Leopoldo López y ahora su último traspiés, al escoger a la excelentísima plenipotenciaria panameña en la OEA, la señora María Machado para dirigir la revuelta que, según ellos, sacará a el presidente MM del poder.

Pero no sólo la clase burguesa en alianza con los grandes centros financieros mundiales han penetrado, en asunto de la política, a la clase media asalariada. Lo han hecho en todo lo que se refiere a su modo de vestir, la música que debe escuchar, la comida que debe ingerir, la ropa deportiva que debe usar, las bebidas alcohólicas y no alcohólicas que debe tomar, los restaurantes a los cuales debe frecuentar, los celulares que debe comprar, la forma como debe divertirse. En fin, no hay aspecto de la vida cotidiana de las personas de la clase media asalariada donde no tenga la mano metida la burguesía comerciante de nuestra querida Venezuela. No es una exageración, nuestra clase media asalariada está vilmente penetrada por la burguesía oportunista.

Pero no solamente la clase media asalariada está penetrada por la burguesía financiera internacional que ellos tanto envidian. Invito a cualquier lector a darse un paseo por la parada del metrobús de los cortijos, o las paradas de los autobuses ubicados frente a plaza Las Américas, El Cafetal, a las 8 a.m. Allí podrán observar cientos de trabajadores y trabajadoras provenientes de la zonas populares (pueblo) que van a prestar servicios (señoras y jóvenes que trabajan por día, plomeros, albañiles, jardineros, masajistas, enfermeras, electricistas, peluqueras, pedicuras, taxistas…) a las urbanizaciones del El Cafetal, Santa Marta, Santa Sofía, Santa Paula, Santa Ana, Los Naranjo, Lagunita, El Hatillo, entre tantas quintas y apartamentos donde viven las “amas de casas” y los “ejecutivos asalariados” que detestan a los pobres. Pero no solo es el hecho de que los medioclases están penetrados por las clase que ellos menosprecian, es a ellos, a los sin nada, en quienes confían el cuido de sus hijos, la alimentación de la familia, el funcionamiento del hogar dado que la madre está en el gym o asintiendo a un café con las amigas para matar el aburrimiento. En el mejor de los casos, muchas de estas “marginales” tienen en su mano la llave del hogar de los engreídos para no tener que levantarse temprano para abrirle la puerta. Esto es lo que yo llamo una doble penetración o una influencia bipolar.

Finamente pregúntele una de las presuntuosas señoronas de la clase media cómo se sentiría si la muchacha que le trabaja por día no puede acudir la fecha que le corresponde: una verdadera tragedia, prefieren que el marido no vaya almorzar a la ausencia de la “servidumbre”. Entonces ¿De cuál libertad hablan mis queridos vecinos de la clase media asalariada?

No cabe duda, los habitantes de la zona de este de Caracas y de algunos estados del país no entienden lo que está sucediendo en Venezuela, secuela de una serie de acontecimientos vinculados con la reservas de crudo. No podemos permitir que nuestra riqueza petrolera sea entregada a los lacayos de la burguesía. Como podemos ver, se está repitiendo el mismo guión de años anteriores: a Bolívar y mi comandante Chávez los tildaron de tirano, esto mismo se repite con el presidente MM. Es la misma oligarquía con diferentes personajes (los herederos). Tanto a nuestro Libertador como a Hugo intentaron asesinarlo y no nos debe sorprender una pretensión de magnicidio contra el presidente obrero Nicolás. En cualquier caso, siempre se justificará el derrocamiento o el crimen como por ejemplo, una supuesta defensa de la legalidad con el fin de ocultar así el conflicto profundo entre una oligarquía apátrida y un pueblo que lucha denodadamente para emanciparse del de los yugos de la burguesía vividora, no menos agobiante que la servidumbre al imperialismo.


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Enoc Sánchez


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