Paradigma militar en el proceso revolucionario bolivariano-chavista

Consideramos que en reflexión sobre lo que escuchamos, hemos leído, conversado estamos caminando, no solo en Venezuela, hacia una matriz de opinión muy cercana a los paradigmas del fascismo como se entiende conceptualmente a nivel mundial. Consideramos que como tratamos con personas reflexivas, esa realidad que ya se viene notando por diferentes vías que están impactando a las sociedades capitalistas en sus sectores de clases medias, fundamentalmente, cuando los denominados como “ricos” están preparándose para “la huída por la derechas”. Ello, es decir, esa realidad que se apoya, entre otras zonas, por los estudios que se vienen realizando en los sectores intelectuales de los procesos en el marco sicológico en sus marcos históricos heredados de la 1ra. Guerra Mundial y, particularmente, las consecuencias de los contenidos en los resultados del Congreso de Versalles. En ese marco de estudio, el “desmonte” del Imperio Austro-húngaro, llevó a importantes intelectuales, en su mayoría miembros de la comunidad judía, a auto-desplazarse hacia países (Gran Bretaña, EEUU de América) donde pudieran evitar las consecuencias sociales que se venían desarrollando producto y en consecuencia con las realidades socio-económicas consecuenciales de los resultados de aquella fatídica guerra mundial de 1914. Pero las curiosidades históricas, algunos podrían exponer esa realidad extraña que denominan como “destino”, un ciudadano que compartía “café y panecillos” con aquellos intelectuales judíos, se convertiría en el más importante criminal de aquella Europa que disfrutaba del expresionismo, impresionismo, cubismo, mecanicismo y otras expresiones plásticas (Picasso, Pablo González). Nos preguntamos: ¿no era el sistema capitalista el sistema que sustentaba aquellas realidades de esos países que serían considerados como occidentales? Entonces: ¿cuál es la relación entre el capitalismo y el fascismo? Por lo que nos obligamos a inquirirnos: ¿hay una condición sine qua non entre los desarrollos por etapas del capitalismo y el fascismo? Por último, entonces es obligado definir con la precisión requerida para no solo su comprensión sino para adoptar las medidas necesarias para contrarrestar sus consecuencias en su praxis socio-política, el concepto: fascismo y, en consecuencia, preguntarnos sí sus expresiones socio-políticas se expresan por igual en todos los países donde actualmente se están precisando movimientos sociales fascistas de calle, por informaciones en los medios de información tanto públicos como privados y actuaciones de los empresariados que perciben que perderían sus beneficios capitalistas en ristra.

Pero es evidente y fácilmente demostrable que aquella expresión fascista se sustentó en diferentes importantes y fundamentales paradigmas ideológicos. Es obligado, al tiempo, exponer que hay una fundamental diferencia entre la praxis del fascismo y el nacional-socialismo, es decir, nazismo. Es decir, en el marco obligado del análisis objetivo, cómo se expresó el fascismo en Italia marcó diferencias fundamentales con la política en su marco geopolítico en praxis geoestratégico de la Alemania nacional-socialista. Diferencias fundamentales. Ello nos lleva a preguntar: ¿el fascismo impuesto por Augusto Pinochet podría tener similitudes en sus praxis con las expresiones fascistas que se desarrollaron en Italia y, particularmente, en la España gobernada por Francisco Franco Bahamonde? La pregunta es de importancia vital porque, como primera idea a la reflexión, conocemos que mientras que el “signore Duce” no era militar, Franco Bahamonde sí lo era con rango de general con la supuesta etiqueta de “héroe de África”. Lo exponemos porque es una diferencia fundamental para el análisis de la praxis del fascismo en sus tiempos temporal-histórico-nacionales. Es decir, nos inquirimos: ¿Cómo alcanzó el poder “el Duce”; Francisco Franco Bahamonde, Augusto Pinochet porque en el marco de ese obligado análisis podríamos abstraer conceptos en las diferentes expresiones del fascismo en escenarios nacionales en crisis en caos permanente? También, en el marco de la mejor comprensión de aquellos escenarios en mesa, tratar de conocer los análisis que pudieran haber expuesto al mundo intelectuales y políticos de cada uno de sus tiempos temporales específicos, es decir, los tiempos cuando “el Duce” alcanzó el poder en Italia, cuando Franco Bahamonde lo controló y cuándo Augusto Pinochet dio el “golpe de estado militar” apoyado por el empresariado, la Iglesia, y sectores políticos chilenos.

Regresemos a ciertas razones que pudieran haber llevado a sectores concretos de la sociedad italiana, española, chilena a apoyar políticas de contenidos fascistas en el ideario que su praxis llevaría al país correspondiente: Italia, España y Chile a la paz y el desarrollo económico, fundamentalmente. En recientes días, la Conferencia Episcopal Venezolana emitió un texto considerado documento donde exponían como “idea central” su oposición al “Plan de la Patria”, posiblemente, por considerar su contenido como negador del “ser social” como “ser creado”. Curiosamente, el aparato ideológico de la Revolución Bolivariana no ha emitido opinión en análisis sobre esa “idea central” lo cual es muy grave porque, siendo el “Plan de la Patria” el legado socio-político como base fundamental para el desarrollo de la Revolución Bolivariana, se deben, inmediatamente, contrastar los fundamentos expresados por la CEV en el referido texto en documento con los contenidos del “Plan de la Patria”. Pero esa sería otra discusión no menos importantes sí dejamos de lado, aunque sea, temporalmente, el real significado de “lo ideológico-político” contenido en el texto en documento de la CEV y su relación histórica con la Encíclica “Rerum novarum” y los paradigmas fundamentales en argumentación esgrimidos tanto por “el Duce”, Franco Bahamonde y Augusto Pinochet. Es decir, la Encíclica “Rerum Novarum” fue la fundamental respuesta de El Vaticano a los movimientos socio-políticos y laborales que se venían desarrollando en aquella Europa del siglo XIX cuando el capitalismo entraba en una fase, fundamentalmente, de crisis por los accionares de los Imperios europeos que llevaron a sectores importantes de la sociedad: obreros, desempleados, lumpen-proletariat, en fin, clases desposeídas conocidas en la actualidad como “invisibilizados”, no solo a la protesta radical sino a luchar por imponer políticas en beneficio de esos sectores arriba referidos. El Vaticano consideró en aquellos tormentosos tiempos del capitalismo en expansión imperialista que la base ideológica que sustentaba aquellos movimientos sociales en protesta era “el marxismo”. Cuando estudiamos las argumentaciones socio-políticas e ideológicas de “el Duce”, Adolf Hitler, Francisco Franco Bahamonde y Augusto Pinochet alcanzamos a aceptar que esas argumentaciones se dirigían a combatir frontalmente y por cualquier medio “el comunismo” que estaba poniendo en crisis las bases fundamentales del sistema capitalista bajo las siguientes excusas: en el caso italiano la prédica se dirigió en contra del intelectual italiano Antonio Gramsci; en el caso de Adolf Hitler sería “el padrecito Joseph Stalin”; en el caso de Franco Bahamonde sería Moscú; por último, en el caso de Pinochet sería una mezcla de Fidel Castro, el MIR, el comunismo, las expresiones anarcoides y don Salvador Allende.

En esa mismo línea de desarrollo, todas esas expresiones fascistas y nacional-socialista sustentaron sus praxis político-golpistas (en el más amplio considerando conceptual) en sectores militares que se expresaron en variadas actitudes; es decir, debemos considerar las importantes diferencias de las expresiones militares que se desarrollaron en la Alemania comandada por Adolf Hitler antes y después del “Golpe al Reichstag”; las expresiones militaristas expansivas que expresó el estamento militar italiano; la expresión en “guerra civil” que desarrolló Franco Bahamonde; y, por último, la brutal manifestación del militarismo chileno no solo con el bombardeo al Palacio de La Moneda sino, también, a las realidades “del estadio”. (Debemos considerar en esta misma línea latinoamericana el desarrollo del militarismo argentino).

Ante lo anterior expuesto cada lector y lectora sacará sus propias conclusiones pero nos queremos referir a la aclaratoria que expresara el M/G Miguel Rodríguez Torres durante la entrevista que le realizara el periodista, José Vicente Rangel Vale, en el programa: “José Vicente hoy” (Televen, 06 de abril, 2014) cuando dijera que: “…le puedo decir a los venezolanos, la Fuerza Armada es una institución sólida, [es] una institución que creo es la mayor que ha concientizado la Revolución Bolivariana y que ha entendido que la unión cívico-militar es la principal fortaleza del país [Venezuela]; sí en algún momento y así se lo he hecho saber a factores [políticos] de la oposición con los que uno habla, líderes importantes de la oposición…llegasen a forzar tanto la barra que la Fuerza Armada tuviesen que salir a retomar el orden del País en las calles por la acción de estos terroristas, la Fuerza Armada cuando lo haga, lo hará siempre para defender la Constitución [de la República Bolivariana de Venezuela] y el único Presidente que tiene este País que se llama Nicolás Maduro Moros que fue elegido legítimamente por el voto popular. Que no crean ellos que es que la Fuerza Armada en algún momento actúa, lo va hacer es para poner a alguno de ellos en el Poder; hay un solo Presidente y hay una Constitución dentro de Ella todo…”

Claro, sería interesante desarrollar el concepto político-militar expuesto por Rodríguez Torres pero los espacios son cortos y los tiempos precisos.



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Miguel Ángel Del Pozo


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