Aunque ya estaba anunciada
la crónica de su muerte,
es como si en esta suerte
de Hojarasca mal contada,
dejara en su retirada
Cien Años de Soledad...
la mágica realidad
de este Sur tan variopinto
y que aún en su laberinto
preserva la identidad.
Seguirá el Gabo contando
nuestra historia verdadera
al mundo y a venideras
generaciones, mostrando
lo que han venido ocultando
los que escriben historietas,
medias verdades y escuetas
realidades adornadas...
pero de la esencia nada,
en eso son analfabetas.
Hoy de Aracataca soy.
Gentilicio: macondiano,
mi primer nombre: Aureliano
y de eso orgullo estoy.
A las letras yo me doy,
escribo cuentos... novelas,
inspirado en lo que abuela
muchas veces me contaba...
confieso, me entusiasmaba
mucho más que ir a la escuela.