El día del famoso diálogo gobierno-oposición Jorge Rodríguez, en la mejor intervención de la velada, dijo que la oposición llegó a esa mesa 40 muertes tar-de. Ya van 41. Una sola muerte sería demasiado. 18.000 actos terroristas de retardo.
Este dictador convoca a la oposición a dialogar sin agenda, sin condiciones, sin censura, durante seis horas, en cadena nacional de radio y televisión. O sea. Hay una parte gorda que no entiendo. ¿Gómez, Chapita, Pérez Jiménez, Pinochet, Stroessner, Duvalier, Franco, Mussolini, Fernando VII, Emparan hacían esas cosas? Digo, porque esos eran dictadores, hasta donde entiendo el concepto. Aunque no sé, ignorante en la materia, estoy seguro de que no leí los libros de teoría política correctos.
El marqués Vargas Llosa viene a solidarizarse con la lucha «épica» (aunque nada ética) de los terroristas venezolanos. Otra vez pregunto: ¿Franco aceptó que otro Premio Nobel como Ernest Hemingway fuese a Madrid a solidarizarse con los que se oponían a su dictadura? Tiranos buenos los de antes. Ahora conversan, llaman a platicar al palacio de gobierno, convocan a los estudiantes alzados. Los déspotas de antes, los buenos, los buscaban para matarlos, desaparecerlos, lanzarlos desde helicópteros, guindarlos por los testículos. Los dictadores han cambiado mucho, según veo. Tengo que estudiar, renovar mi biblioteca, cambiar de enciclopedia, tengo que hacer algo. ¿Será por eso que dicen que el marqués ese es un excelente escritor y un pésimo político? Uno no sabe, decía Cuto Lamache.
Pero está bien. Una parte de la oposición aceptó conversar incluso con las víctimas del 11A. ¡Enhorabuena! ¡Hosanna! ¡Aleluya! ¡Gloria a Dios en las al-turas y paz en la tierra a la oposición de buena voluntad en este Sábado de Gloria! La Cuaresma es tiempo de conversión y reconciliación. A esa conferencia de paz asiste la Iglesia de Roma a través de su Nuncio y por ahí como que viene su Canciller. ¡Alabado sea el Señor!
Es que hasta un volteriano como yo entona himnos de alabanza al Eterno con tal de que haya paz. Porque así como todo 11 tiene su 13, mejor es que no haya 11, dice el presidente Maduro. No sea que lleguemos miles, o tal vez millones, de muertes tarde, como en Afganistán, Irak, Libia, Siria… ¿Verdad, Obama?