El terrorismo y el petróleo enfrentados radicalmente

Ustedes con toda razón se preguntarán cuál es la relación entre el terrorismo y el petróleo y que esa relación los lleve a un enfrentamiento radical. Claro, estamos refiriéndonos, concretamente, a Venezuela no solo en las actuales circunstancias y escenarios presentes sino que ese escenario nos enfrenta, innecesariamente, con los EEUU de América a futuro. Es decir, las contradicciones, históricas, por demás, entre Caracas y Washington ni son nuevas, ni recientes como, en cada ocasión y oportunidad que el Comandante Chávez Frías tuviera, las exponía sin ambages, ni sustentando su argumentación en medias verdades ni mentiras sino en verdades en blanco y negro desde los tiempos históricos de don Simón Bolívar. Ahora, al tema.

En relación al terrorismo nos basaremos en el análisis de Charles Townshend (Terrorismo. Una breve introducción. Historia. Alianza Editorial. Madrid, 2002), concretamente al capítulo 6: La Revolución Francesa: primera ejecución con guillotina (Idem, pp. 65-91). Metodológicamente, procederemos a transcribir textos con cortas explicaciones adaptadas a la actual realidad terrorista en curso en algunos urbanizaciones de algunas ciudades venezolanas donde, curiosamente, sus burgo-maestres son políticos que se oponen, permanentemente, al proceso revolucionario bolivariano-chavista. Comencemos, entonces.

Townshend propone una curiosa división en distinción que toma de Eugene V. Walter quien hace una diferencia entre el régimen de terror y el asedio del terror. En considerando que esa división nos favorece para nuestro desarrollo, la actual realidad terrorista que se ha vivido y aún se expresa en algunas urbanizaciones de, por ejemplo, Chacao y en Barquisimeto, nos, nos adscribimos a la división correspondida con el asedio del terror. Consideramos que no es necesaria su explicación en desarrollo por ser de todos y todas conocidos esos escenarios terroristas urbanos. Según en aquellos tiempos de comienzos del liberalismo, éste sustentaba en sus tesis que el uso descarnado de la violencia no puede constituir las bases de un régimen político estable (Idem, pág. 65); en ese orden discursivo, el actual terrorismo en pleno desarrollo en Venezuela, aceptando que las bases ideológicas de los actuantes terroristas venezolanos y otros son de corte capitalista, la cita inmediata anterior entraría en conflicto con aquellas tesis liberales del siglo XVIII en adelante hasta la aparición del neo-liberalismo y sus crisis permanentes tanto del siglo XX como en los años transcurridos del presente siglo XXI.

Según el desarrollo teórico del autor en mención, sería el Comité de Seguridad Pública y Seguridad General de la Convención (Revolución Francesa), aquellos que promovieron el terrorismo como política: fueronlos pioneros de la democracia representativa y de la igualdad ante la leysu decisión de adoptar el terror (Ibidem, pp. 66-67).

¿Cómo justificaría el accionar de los actores en el progreso de sus actos terroristas? Interesante pregunta que Townshend nos la responde exponiendo que los revolucionarios pueden contemplarse como cruzados o milenarios que libraban una guerra santa contra los infieles (Idem). Interesante conclusión cuando la aplicamos a nuestra realidad venezolana. En caso que ustedes entren en conflicto, sencillamente, pregúntense cuáles son las propuestas de estos terroristas cuando justifican sus accionares de Terror; más preciso cuando, en el marco del racismo, nuestros terroristas arguyen que el Terror se impregnó del convencimiento ilustrado de que el agente humano puede transformar el orden social[y] quienes estaban dispuestos a defender a los terroristas lo hacían partiendo de la base de que sus actos eran racionales, pues resultaban inevitables en unas circunstancias concretas (Idem, pp. 67-68). Es decir, las actuaciones de los alcaldes de no mojarse contra los terroristas y sus accionares terroristas han sido, permanentemente, denunciados por todos los responsables políticos de la Revolución Bolivariana comenzando por el propio Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros.

En ese mismo orden de ideas, podemos observar que los terroristas venezolanos se les pudieran aplicar la idea expuesta por el autor Townshed cuando expresa que una justificación de la justicia revolucionaria que se manifestaba en forma de ejecuciones públicas (Ibidem, pág. 69). Nos preguntamos: ¿no es ello cierto cuando conocemos que entre los accionares de los terroristas venezolanos se utiliza la guaya para cercenar el cuello de un motorizado? Ello, quiérase y/o se rechace, es demostrable que es una justificación de justicia revolucionaria claro, de las extremas derechas venezolanos y otros.

Pero ¿cómo pudieran justificar el Terror los burgo-maestres de las derechas donde el terrorismo es una verdad demostrable diariamente? Pues Townshed nos lo demuestra cuando expone que la violencia devastadora era un derecho innegable del pueblo soberano, el tipo de violencia natural necesario para resistir ante la opresión y proteger la libertad frente a la tiranía (Idem, pág. 69). Terrible lo fácil de demostrar que esa idea expuesta en tesis por Townshed es aplicable a la actual realidad que se ha vivido y se desarrolla en los municipios donde esos burgo-maestres son responsables del bien-estar de los ciudadanos que conviven en sus municipios. Pero debemos, por ética, precisar ciertas ideas en la frase. Townshed propone que ese terrorismo que analiza sería un tipo de violencia natural y que ella es necesario para resistir la opresión y proteger la libertad frente a la tiranía. Sí aceptamos, moral y éticamente, que existe una violencia natural y que ella se justifica frente a un escenario de tiranía que coarta la libertad natural, entonces, debemos profundizar, obligadamente, y preguntarnos: ¿qué significa teológicamente el concepto expuesto de violencia natural y quiénes, entre los teólogos cristiano-católicos, se analiza esa violencia natural cuando ella es necesaria como expresión social para enfrentar y confrontar las limitaciones que una tiranía le impone al ser social como ser creado en sus derechos naturales de libertad?

En el marco de aquel escenario revolucionario en desarrollo durante la época del Terror en el proceso de la Revolución Francesa, Townshed nos expone que todo esto facilitó un fuero ideológico que justificaba las acciones más extremas sin ningún tipo de escrúpulos o remordimiento (Ibidem, pág. 69). Interesante argumento además de muy peligroso porque, a esta altura del análisis, se introduce el tema de la Ideología en los accionares terroristas. Townshed nos ayuda a comprender su idea cuando cita a uno de los comisarios de la Convención quien expuso que .estoy purgando la tierra de la libertad de estos monstruos según el principio de humanidad (Idem pág. 69). Regresemos a casa, concretamente al texto en documento de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV). En dicho texto podemos percibir que, sobre una tesis teológica del principio de humanidad, es decir, cuando consideramos al actor principal del terrorismo en acción en Venezuela, todo ello se podría justificar cuando en dicho texto no se menciona el 5to. Pecado de los Diez Mandamientos: no matarás (Catecismo de la Iglesia Católica. Asociación de Editores del Catecismo. Madrid, 1992, pp. 496-510) que se aplica a tirios y troyanos pero con una sutil diferencia que se podría corresponder con la calidad de ese pecado, tanto por acción como por omisión, cual sería las profundas diferencias entre el accionar terrorista y la represión del Estado ante actos terroristas demostrables.

Townshed nos propone una pregunta: ¿pero qué se pretendía lograr con todo este terror y qué consiguió finalmente? Extirpar es un verbo distinto de intimidar o persuadir. ¿Eran las víctimas personas a las que simplemente había que eliminar o su muerte se justificaba a modo de terrible advertencia? (Ibidem, pp. 70-71). Frente a esta inquietud en pregunta de Townshed, nos, nos preguntamos sí los accionares de los terroristas que actúan en los municipios de los burgo-maestres de derechas tienen como objetivo no político sino de implantar el Terror, el extirpar a los chavistas como, por ejemplo, ha sucedido con los hijos de la famosa Caperucita, ciudadana que habita en el Municipio Chacao. Sí ello es la base de ese praxis terrorista de derechas, entonces el Estado está, por ley natural, en el marco de lo moral y la ética, actuar para salvaguardar los derechos naturales del ser social en su calidad como ser creado. Pero la Revolución Bolivariana, el Presidente Nicolás Maduro Moros tienen paciencia, es decir, elevan esa paciencia a la calidad del amor revolucionario hacia el ser social como ser creado cumpliendo con el mandamiento Cristológico de amarnos unos a los otros.

Por último, en el marco de este presente texto, Townshed expresa que la violencia, lejos de personalizarse, se convertía en algo simbólico (Idem, pág. 71). Queda en el tintero, por ahora, continuar esta demostración e incorporar porqué el petróleo es la base fundamental del terrorismo en curso en Venezuela y porqué los burgomaestres de las derechas venezolanas no actúan en el marco de sus responsabilidades legales.



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Miguel Ángel Del Pozo


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