Utilidad del nazismo

Van casi tres meses de terrorismo cotidiano y nada. Solo han logrado prisión de activistas cardinales, pérdida de posiciones, rechazo mayoritario de su propia gente, etc. Si solo han sido pura pérdida ¿lograrán algo ahora intensificando sus errores? Parece que ya pasó el ciclo de la guarimba y entran en el de asesinatos selectivos. ¿Cuándo viene el coche bomba? Ojalá que no, porque el ser humano se acostumbra demasiado rápido al horror.

¿Qué pasaría si toman, como pretenden, el camino de la paz? Convocarían multitudes manipulables como en 2002, para lanzarlas a un eventual matadero, como aquel 11A. Pero no operarán así, primero porque ya se les vio la bellaquería y segundo porque está en su naturaleza hacer todo a lo bestia. La hilera de bestialidades es demasiado larga, pero podemos limitar el inventario a lo que se alcanza con la memoria reciente, desde Afganistán hasta Ucrania y Venezuela. La bestialidad ucraniana «se parece igualita» a la venezolana, y no es la única parecida.

Allí y aquí (mira a tu lado) se incuban los huevos de serpiente que el Imperio en pánico ha ido anidando. En Ucrania son círculos nazis, sucesores del nazi Ejército Ucraniano de Liberación, acunado en la Segunda Guerra Mundial, plataforma del asalto hitleriano a la URSS. Quedaron como células dormidas que ahora desperezan su útil mal aliento.

Soy reacio a comparar a nadie con Hitler porque Hitler es incomparable. Pero es que hay quienes lo emulan y quieren incluso superarlo, porque Hitler ni quemaba guarderías con bebés dentro ni asaltaba centros de salud ni destruía universidades. Por fortuna son torpes.

La serpiente mutante devino dragón (serpiente más robusta y a menudo pirómana), parafraseando la película de Ingmar Bergman, El huevo de la serpiente. El dragón no aflora completo aún, pero sus dientecillos ya encandilan: ahora dizque estudiantes, emulando a Goebbels, queman libros, por instigación profesoral. Quien quema libros se niega como estudiante. En pleno llanto por el Gabo quemaron Cien años de soledad en una guarimba. El fascismo es odio en estado puro.

Estamos abatiendo el embrión del Leviatán fascista, impidiendo que alcance talla hitleriana, y con buena dirección, pero te advierto que no será ni fácil ni breve.



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Roberto Hernández Montoya

Licenciado en Letras y presunto humorista. Actual presidente del CELARG y moderador del programa "Los Robertos" denominado "Comos Ustedes Pueden Ver" por sus moderadores, el cual se transmite por RNV y VTV.

 roberto.hernandez.montoya@gmail.com      @rhm1947

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