No hemos comenzado a redactar y ya comenzamos a escuchar y, también, oír a los radicales revolucionarios, claro, de escritorio, “poner el grito en el cielo”, como diría cualquier mediocre católico, por tamaña herejía propuesta por nos en estos momentos cuando hemos decidido, democráticamente, señalar a todo aquello que nos huela a capitalista como de no solo derechistas acérrimos sino de golpistas doctorados. Amén!
Señalar, así no más, a Washington de “golpista empedernido”, en el caso concreto actual de nuestra Patria, nos podría llevar a errores metodológicos además de ideológicos y, en ese marco referente, de socio-económicos; o sea, “una pelusa”. Lo exponemos porque acusar a Washington de “golpista continuado” excusaría al país del norte a poder realizar un acto político histórico-tradicional como es el del “golpe de estado” tan seriamente estudiado y, vamos más allá, hasta aceptado, claro, en aquellos tiempos cuando el concepto político: “democracia”, en su concepto más amplio, no estaba en el círculo de los decisorios de las políticas de las sociedades correspondientes en aquellos tiempos, por señalar, del Renacimiento. Curiosamente, cuando leemos el proceso de la Revolución Francesa nos preguntamos sí los actuales accionares en diferentes países no tendrían sus bases teóricas en aquel proceso socio-político francés. Es decir, a diferencia de aquella decisión de algún señor feudal que en algún lugar de Castilla la Vieja, de un solo tajo, decidió el destino político de aquella región hispana bajo la cínica excusa de expresar que “…ni quito, ni pongo rey pero ayudo a mi señor…”
Podríamos preguntarnos, cínicamente: ¿los sucesos de Ucrania se desarrollaron en un camino que llevó a esa cohabitación consecuencial de “renuncia-golpe-de-estado”? como también inquirirnos: ¿el desarrollo en Siria es producto de un tipo de golpe de estado pero desarrollado en su calidad de “guerra civil”? Por cierto, curiosamente, aquella guerra comenzó en Alepo, ciudad siria, desde donde provienen la mayoría de los sirios que habitan en nuestra Patria. También podríamos proponer en reflexión sobre los sucesos que se desarrollaron en Egipto y Libia cuyos escenarios en sus expresiones tanto de “golpe de estado” como de “guerra civil” los podríamos enmarcar en las nuevas modalidades (sic) de la teoría de las ciencias políticas occidentales para poder imponer la denominada y tan bien ponderada como “democracia occidental”.
Es verdad, ustedes tienen todas las razones y/o como diría el dicho popular tienen “el rábano por las hojas”. Los EEUU de América siempre han aparecido en todos los escenarios post-modernos tanto de “golpe de estado” como de “guerra civil” en dichos escenarios en mención más arriba. Pero acá estamos discutiendo una sutil diferencia: “golpe de estado continuado” versus “realidad capitalista global”. Así de simple.
En primer lugar, debemos precisar que Jorge Rodríguez calificó al actual “golpe de estado” en Venezuela de “golpe de estado continuado”. En reciente programa de José Vicente Rangel Vale (“José Vicente hoy”. Televen) propuso al entrevistado el concepto de “…golpe de estado que no cesa…”. Y, por ahí, alguien que no tiene oficio, propuso la tesis de “golpe de estado en permanente crisis”. Es decir, al golpe de estado que se está desarrollando en Venezuela se le ha calificado, con toda la intención académica, política e ideológica, como un golpe de estado no concluido; es decir, en última instancia, es un proceso político profundamente diferente a los escenarios arriba en propuesta que se significa, inmediata e inevitablemente, con un proceso político-golpista en y con sus diferentes y correspondientes etapas; es decir, su diseño no es un diseño tradicional ni pretérito ni moderno ni post-moderno sino, profundamente, innovador en el modelo de golpe de estado sustentado en y con particulares paradigmas que, en nuestro modesto criterio, significan que el peso real de esos paradigmas tienen unas particularidades que han sido muy bien estudiadas por estudiosos de la Historia de Venezuela, la Historia Política de Venezuela, la sociología de la sociedad venezolana y los modelos desarrollados por la expresión política de guerrilla que se expresaron durante la década de los años 60, estudios pertenecientes a las derechas propias y allende nuestras fronteras naturalmente históricas.
Ahora bien, el proceso de golpe de estado en cualquiera de sus calificaciones arriba en mención, ha venido desarrollándose desde la protesta constitucional, pasando por la protesta con violencia para encontrarse en las actuales realidades en la protesta anarquizada en vías hacia la consolidación de la protesta en “Caos Anarquizado” (en mayúsculas). Es decir, reiterando las palabras de José Vicente Rangel Vale, las derechas, “propias y extrañas”, han aprendido de las experiencias en etapa que se desarrollaron durante el “Golpe de Abril”, del “Paro Petrolero”, de la “plaza Altamira”, de las guarimbas cuales se manifestaron durante aquellos tiempos pretéritos. En ese orden, en manual, esas derechas re-diseñaron un proceso de “golpe de estado” que muy bien ha sido definido tanto Jorge Rodríguez como José Vicente Rangel Vale en los conceptos arriba expuestos.
Es decir, en la actual etapa que se está desarrollando en el ambiente de los diálogos por la paz que ha propuesto y promovido el líder de la Revolución Bolivariana y Presidente del Gobierno Bolivariano, Nicolás Maduro Moros, los accionares golpistas tienen que, obligatoriamente, circunscribirse al objetivo temporal que significa el desarrollar el “golpe de estado en caos anarquizado” y sería por ello las realidades en escena de una serie de asesinatos y actuaciones muy puntuales. Por ejemplo, tratar de quemar un camión de comida que se dirigía a un supermercado de la revolución en Las Mercedes (Caracas) que fuera controlado por la GNB y la Policía Nacional lo que produjo, inmediatamente, el desarrollo de la matriz de opinión de “represión a unos estudiantes que protestaban pacíficamente en Las Mercedes”.
Pero nos hemos desviado de nuestra propuesta de demostración como sería tratar de exponer porqué lo importante para Washington no es el “golpe de estado” en cualesquiera sea calificado sino conocer el verdadero fondo de la participación de Washington, es decir, del Gobierno de los Estados Unidos de América, en los “asuntos internos” de Venezuela.
Ustedes como profundo conocedores del proceso de golpe de estado en curso en Venezuela, seguramente, han expuesto, reiteradamente, sobre las necesidades que tiene el imperialismo de las materias primas que subyacen en suelos venezolanos que son “la columna vertebral” del sustento del capitalismo, fundamentalmente, de los EEUU de América. Tienen toda la razón en exponer no solo esa tesis sino esa realidad tangible, es decir, demostrable. Estamos de acuerdo, por fin!
Pero nos vamos a proponerles que demos un paso más hacia adelante en los significados de los tiempos temporales en el marco de la tesis que sustenta no solo al sistema capitalista sino, principalmente, al significado del concepto leninista: “imperialismo” sí es que lo aceptamos, como serios y profundos estudiosos, del marxismo. Es decir, sí aceptamos que “el imperialismo es la fase superior del capitalismo”. Es decir, en última instancia, “el imperialismo”, en el marco del desarrollo histórico del sistema capitalista, en “lo real-fundamental” de la permanencia en la Historia del propio sistema capitalista. Es decir, según Vladimir Ilich Lenín, hay una profunda intimidad de correlaciones y correspondencias entre el capitalismo y el imperialismo inevitables ante la Historia. Es decir, el capitalismo no puede subsistir sin el imperialismo, ni el imperialismo podrá permanecer en los tiempos históricos sin la existencia del sistema capitalista.
Nos hemos expresado que la “Crisis de Wall Street”, grosso modo, ha impactado, profundamente, al sistema capitalista global y/o, sí ustedes así lo prefieren, al afrancesado concepto: “capitalismo mundializado”. Pero debemos precisar que sí Lenin propuso y explicó que el imperialismo es la fase superior del capitalismo entonces ello significa que en tiempos de Lenin el imperialismo se estaba ya expresando como proceso obligado del sistema capitalista.
Para no entrar a explicar lo que en anteriores textos hemos tratado de proponer para la reflexión. La simple lectura de “Treaties and Agreements with and concerning China, 1894-1919”, es el marco jurídico demostrativo del proceso que, necesariamente, desarrollaron las “14 Potencias Extranjeras” en sus políticas en el continente asiático fundamentalmente en la India, China y Japón cuales con ellas nos han demostrado como el imperialismo fue ocupándose de la legalidad conceptual del capitalismo en su expansión natural como sistema socio-económico e histórico hacia regiones geográficas de África y Asia. (No desconocemos la expansión en la América al sur de la Florida).
En ese marco propuesto sí conocemos y comprendemos para poder analizar las decisiones en lo referido a las actuales economías capitalistas aprobadas tanto por los EEUU de América como por la Comunidad Europea captamos como tanto el Fondo Monetario Internacional como el Banco Mundial y el Banco Central Europeo vienen imponiendo políticas económicas con afectaciones sociales de recuperación del capitalismo mundial como serían: quiebras bancarias, rebajas sustanciales de los sueldos, explosión de la política del “bienestar social” propuesta por la socialdemocracia europea y copiado por los partidos políticos de la Internacional Socialista, promoción exagerada del consumismo, el juego en los precios reales de las materias primas y los metales fundamentales, la represión a movimientos sociales de protestas de crítica a las denominadas como medidas económicas necesarias para la recuperación económica, etc., etc., etc.
Ese escenario busca la necesaria recuperación de la economía que se rige por los parámetros del sistema capitalista globalizado pero ello no es suficiente aunque si necesario. A ello debemos adicionarle lo que ha propuesto José Vicente Rangel Vale cuando ha puesto sobre la mesa la tesis de la “nueva política Obama” (JVR dixit). Entonces, ¿Qué significa la “nueva política Obama” en las actuales circunstancias de cambios profundos en los quehaceres cotidianos del sistema capitalista globalizado?
Debemos partir de la aceptación que el Poder estadounidense, es decir, ese conjunto conformado por los empresarios de primer orden, la Casa Blanca, la Secretaria de Estado, la Secretaria de Defensa y el Pentágono conjuntamente con el aparato ideológico estadounidense que rigen, exactamente, cinco (5) personas como nos lo comentara un jesuita de origen irlandés cuando visitara el pueblo de Cocorote (Yaracuy) como emisario de la Madre Teresa, saben, conocen, aceptan que lo fundamental es la permanencia mundial de los EEUU de América como el “imperio-imperialista”; es decir, lo fundamental es mantener en permanente ejecución ejecutiva el “imperialismo estadounidense”. Es decir, en nuestra propuesta de análisis deberíamos diferenciar entre “golpe de estado” y la “permanencia del imperialismo estadounidense” en su denominado (absurdamente) “patio trasero”.
Es decir, en el marco de la crisis del capitalismo mundial, el Poder estadounidense sobre la base fundamental de la política contenida en la “nueva política Obama” (JVR dixit), está obligado a realizar una profunda reingeniería de la “Doctrina Monroe”. A título de ejemplo podríamos mencionar la expansión hacia la consolidación de la presencia estadounidense en El Caribe con la denominada “política humanitaria” que está, permanentemente, desarrollando el Pentágono con la presencia de su 4ta. Flota con base en la península de la Florida; en ese mismo orden, el denominado como “Acuerdo Marco para el Pacífico” de poca aceptación por el Brasil; como, probablemente, visto los fracasos que han recibido sus propuestas políticas en el seno de la OEA cuales las han, inmediatamente, asumido, elevan sus inquietudes a declaraciones directas contra Venezuela del Secretario de Estado, John Kerry, y del propio Presidente Barack Obama en su camino hacia una aprobación de una “fuerza militar interventora” en Venezuela a discutirse en el seno del “cogollito” de las Naciones Unidas.
En ese marco referente, nos consideramos que en mesa, ello es posible, el Pentágono haya decidido diseñar un escenario militar y un escenario económico de invasión a territorio venezolano como el que está en curso, actualmente, desde Colombia pero ese escenario, de desarrollarse en profundidad, podría “prender la pradera” con lo cual, el Poder estadounidense tendría que asumir, moto proprio pero acompañado por la Gran Bretaña, varias variables en contradicción: subirían los precios del crudo y el gas a nivel mundial con lo cual no solo afectaría el proceso de recuperación de la economía capitalista mundial como también afectaría gravemente a la economía estadounidense (léase: CITGO versus precios al consumidor-inflación); esa alza en los costos afectarían el precio de la hora-hombre del trabajador estadounidense con lo cual la actual política de “producir americano” se vería afectada; el Poder estadounidense tendría que profundizar su proceso de expansión en todo el continente de África compitiendo con la presencia consolidada de la República Popular China en ese continente africano; tendría que aceptar las influencias tanto de China como de Rusia en todo el continente asiático lo que parece, por ahora, no va a realizarse; así podríamos seguir desarrollando todas las contradicciones que podrían afectar la reingeniería en curso del imperialismo estadounidense que nos, nos hemos permitido denominar como la “fase superior del imperialismo” mundial y estadounidense.
“Lloverá y veremos”.