“La concordia hace crecer las pequeñas cosas, la discordia arruina las grandes”
Caius Sallustius Crispus….
Venezuela necesita un gran acuerdo político y social, para luchar contra la inflación, el déficit fiscal, y a favor de una educación de calidad para la juventud que viene atrás. Y así lograr conseguir la tan anhelada paz.
Es fundamental apostar a los entendimientos, en un acuerdo donde todos los factores políticos cedan un poco en sus posiciones, y así buscar formas más pragmáticas por caminos que nos permitan avanzar más allá de las diferencias lógicas, y políticas que tenemos.
En la tumba del ex-presidente del gobierno español Adolfo Suárez está escrita la frase: "La Concordia fue Posible”; y se basó en ella para realizar su propuesta. Su política consiguió que las dos Españas izquierdas y derechas, pudieran encontrarse tras décadas de animadversión política y de odio. Fue considerado: "un católico en la vida pública".
Tiene que existir una concordia para, derrotar el alto costo de la vida, y el déficit fiscal que ocasiona la inflación, para terminar con los subsidios a la compra de alimentos en el exterior, y fortalecer el sector productivo agropecuario venezolano, junto a la reducción de la venta de petróleo a los países caribeños, fortaleceremos el desarrollo nacional con el ingreso de divisas, que aporte el sector productivo nacional.
La idea es alcanzar un pacto de gobernabilidad para el futuro, donde se ponga el acento en las coincidencias, y no en las diferencias.
Al que nos adversa hay que ofrecerle lo bueno del proyecto bolivariano, y extenderle la mano, cambiar el revanchismo por la esperanza, y tratar siempre de buscar lo que nos une, y no lo que nos separa.
Hay que combatir la delincuencia con la inserción de los jóvenes en el mundo del trabajo, garantizándoles condiciones de salud y seguridad laboral.
No podemos seguir demostrando con slogans vacios ser siempre una manada de resentidos. Cuando la oposición haga buenas propuestas no hay que desacreditarlos, seguro que por esta vía el país iniciará un nuevo camino.
La regla de oro del déficit es una disposición en el gobierno cuyo objetivo sea limitar la posibilidad de gastar más de lo que recauda, limitando así el crecimiento de la deuda pública para garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo.
Es muy fácil ser político, y ganar una fortuna como legislador o burócrata, donde la inflación no existe para ellos porque se ajustan en forma automática con el costo de vida. La inflación solo existe para los asalariados y pensionados.
Hay que sembrar un gran cambio, en el orden de que la vida ciudadana sea una realidad, que la educación marche, que la salud sea una prioridad, que exista seguridad, y no miedo en las calles, que los pobres, y la clase media tengan apoyo, y no negocios para los de arriba y amiguismos corruptos . Que se construyan casas con rapidez para la gente humilde e infraestructura para la ciudad, y el campo. Industrias y trabajo. Así derrotaremos, la inflación, la escasez, las colas, la inseguridad etc.